Los blanquivioletas se impusieron por 1-0 al Guijuelo con un tanto de Zambrano y por 0-3 con un gol de Villar de penalti y un doblete de Caye

Despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas, dijo en su día Antonio Machado. En esta senda está intentado dar pasos el nuevo Real Valladolid de Paco Herrera, que con efectividad y seguridad se llevó este sábado en la Ruta de la Plata el Memorial Agustín Villar tras imponerse primero por 1-0 al Guijuelo con gol de Zambrano y por 0-3 al anfitrión, el Zamora, con una diana de Villar de penalti nada más empezar y un doblete de Caye.
La cuestión es que el Pucela parece que empieza a quemar etapas en su pretemporada poco a poco, llevándose al menos las victorias pertinentes victorias que podrían esperarse ante rivales de menor categoría, pero es que más allá de eso el entrenador ya va mostrando algunas de sus cartas.
El esquema 4-3-3, a tenor de lo visto este viernes y sábado, va a ser un innegociable y, más allá de la formación, la estrategia de presión asfixiante será sin duda una de las grandes armas de este Valladolid 2016/2017.
Porque lo cierto es que los partidos en sí, cada uno de cuarenta y cinco minutos, no tuvieron mayor repercusión que la que suelen tener unos amistosos de estas características. Pau Torres, Moyano, Álex Pérez, Calero, Balbi, Víctor Pérez, Anuar, Zambrano, Sergio Marcos, Jose y Mata fueron los once primeros que saltaron al césped, bien juntos desde el primer segundo para buscar esa maniobra de asfixia en la que tanto insistía Herrera desde la banda.
En estas que, cuando apenas se había tomado la gente asiento, Mata y Zambrano se aliaron para que el venezolano consiguiera batir a Carlos a las primeras de cambio. Al final el marcador no se movería de ese 1-0, pero entre medias pudieron verse mimbres en un partidillo que, bien hay que decirlo, tampoco fue especialmente entretenido. Ni siquiera el hecho de que el propio Carlos le detuviera un penalti a Mata en el minuto 12 tras un error de Ochoa animó un poco el cotarro.
Sí pudieron al menos apreciarse detalles interesantes como una participación constante de Jose que pide a gritos un puesto ante Paco Herrera o la mencionada presión exagerada de un Guijuelo que acabó desquiciado frente a un conjunto blanquivioleta que, si consigue ponerse serio con esta estrategia, puede acabar dando mucho que hablar este año en Segunda División.
Paseo militar… a paso lento

El último partido del triangular frente al Zamora solo vino a refrendar lo visto en el choque ante los salmantinos, si bien el resultado fue bastante más abultado. También se pusieron por delante rápido los blanquivioletas, cuando Juan Villar transformó, esta vez sí, un penal cometido por el ex juvenil criado en los Anexos, Pistu, y el resto fue prácticamente coser y cantar. Con la tranquilidad de un marcador a favor, los vallisoletanos se dedicaron a desarrollar lo entrenado esta semana con una efectividad prodigiosa.
Bien hay que decir que el renovado once -formado por Becerra, Arroyo, Álex Pérez, Mario Gómez, Ángel, Anuar, André Leao, Villar, Iban Salvador, Toni y Caye Quintana con Guzmán y Samuel que ni siquiera saltaron al campo- ofreció algo más de espectáculo en un partido sin demasiados pasatiempos, pero que contó con más ocasiones.
Sin ir más lejos, una de Caye que mandó al palo de manera inexplicable con el 1-0 al marcador cuando ya había sobrepasado en el mano a mano a Toni. O un buen remate de Álex Pérez que no terminó en la red porque la diosa fortuna dijo que no.
Pese a los buenos métodos blanquivioletas, bien hay que decir que se hizo obvio que quedan detalles por pulir. Becerra a punto estuvo de dejar en bandeja un gol tras un fallo de colocación, Sergio Marcos estuvo bastante más ausente ante el Guijuelo que en el partido del viernes y Caye pudo hilar más fino en la zona ofensiva, pese a que suene contradictorio con el genial doblete que firmó en estos cuarenta y cinco minutos.
Quienes por cierto no jugaron fueron Luismi y Rafa, apartados por sobrecargas musculares, ni Mikel Exteberría ni Guitián, también entre algodones. Quizá sea otra historia la próxima semana ante el Celta y el Pontevedra en los dos siguientes compromisos de preparación, pero efectivamente esa será ya otra historia en la que los de Paco Herrera deben haber dado ya algunos pasos más en la preparación veraniega.
