Los noventa minutos disputados por Kepa en Elche confirman que el canterano, a la postre, habrá jugado más que Bruno Varela

Hay jugadores de los que la afición guarda un recuerdo entrañable no por lo que dan sobre el césped, sino por momentos como el que protagonizó Razak en la Cabalgata de Reyes de 2011, ejerciendo de Baltasar. A decir verdad no son muchos, porque no son muchas las oportunidades de este tipo que se presentan. Por ejemplo, Bruno Varela no la tuvo. Ni esta ni ninguna.
Los noventa minutos disputados por Kepa frente al Elche han venido a confirmar que Julio acabará la temporada con más minutos de juego que el portugués. No esperado este hecho deja de ser llamativo, ya que a todos los efectos se supone que el cancerbero luso es el segundo. A todos salvo ese, que a la postre, como las ocasiones que Kepa no ha estado él tampoco estuvo, por encontrarse con su selección, hace que el segundo portero sea en realidad el canterano.
Fuentes del club, de viva voz ante los medios o –sobre todo– en petit comité repitió hasta la saciedad después de la llegada de Varela que su fichaje se debía a la necesidad de disponer de un guardameta de garantías si sucedía alguna eventualidad grave con Kepa.
¿Suponía esto que no confiaban en Julio? Los mismos actores venían a decir que precisamente porque sí lo hacían el teórico suplente contaba con esta particularidad, la de ser internacional y, por tanto, seguramente ir a faltar cuando el titular no estuviera. Dicho en otras palabras: para un apaño el vallisoletano valía, pero para algo más prolongado se prefería otra cosa.
Como la citada eventualidad grave no se ha dado, avatares del destino, es posible incluso que el benfiquista se marche sin debutar. Ello depende de que Alberto López tenga a bien darle la ocasión de jugar por primera y (se supone) última vez con el Real Valladolid en el partido del sábado ante el RCD Mallorca. En todo caso, su máximo de minutos, 90, sería menor que los 180 que ha sumado Julio.
¿Y si no debuta?

Si se diera esa circunstancia, su no debut, sería el primer jugador que pasa sin sumar un solo minuto precisamente desde el citado Ismail Razak. En la campaña 2011/12, el mediocentro fichó con la finalidad de dotar de un mayor músculo a esa zona. Sin embargo, desde pretemporada se vio que su ritmo no era el adecuado para una categoría profesional y Djukic no contó en ningún momento con él.
No ha sido este el caso de Varela, pero su final podría ser semejante –no igual porque él no ha venido en propiedad y por varios años–. Otro jugador que tampoco llegó a vestir la zamarra blanca y violeta en partido oficial fue William Ferreira, que por donde vino se tuvo que volver un año antes, en el invierno de la temporada 2010/11, cuando no llegaron a tiempo los papeles a la FIFA para su inscripción.
En este siglo hay varios casos más de jugadores que se pasaron todo un año en blanco, entre ellos el propio Alberto López. Es más, el tristemente fallecido Jon Ander llegó a estar dos años y medio sin jugar un solo partido.
Sin embargo, en este lapso temporal, solo un tercer fichaje, Pablo Amo, se marchó sin manchar la camiseta en la 2005/06, en cuyo enero llegó para luego no poder jugar, aquejado a una latosa lesión en el talón de aquiles. Los demás, o llevaban tiempo en el club y también estaban lesionados –caso de Javi Jiménez o Carlos Lázaro– o se fueron en invierno –como Cifu o Álvaro Antón– o, como Bruno Varela, eran porteros.
