La Ponferradina da la mejor imagen goleando al conjunto asturiano con doblete de Caiado mientras que en Soria un penalti de De la Espada en el 93′ hacía de menos una maravilla de Álex Alegría
Ponferradina 4-2 Oviedo

El Toralín ha podido disfrutar del partido de la Ponferradina con más goles en lo que va de temporada. Los bercianos remontaron rápido el penalti de Susaeta con un tanto de Berrocal y un autogol que se atribuía Yuri. Caiado, por partida doble, daba la puntilla a los blanquiazules tras otra pena máxima ejecutada por Susaeta.
Bonito encuentro el que nos dejaban Ponferradina y Oviedo en la tarde del domingo amenizada por la importante afluencia carbayona en El Toralín. Una hinchada a la que antes del descanso Yuri mandaría callar con un gol que él mismo se anotaba pero podía ser perfectamente adjudicado al central David Fernández en propia puerta.
Pero antes de “darle la vuelta a la tortilla”, los blanquiazules planteaban un encuentro peligroso contra un equipo asturiano resolutivo en los últimos metros y con un veloz Koné al que solo le faltaba precisar en el tiro. Lo había conseguido en el 24′ pero su disparo se estrellaba contra el brazo de Pavón dentro del área y el árbitro señalaba penalti. Susaeta calibraba el chut hacia su palo derecho con la fortuna de que Santamaría atinaba pero no podía despejar.
El cuadro de Egea se ponía por delante meritoriamente por lo mostrado en el primer tramo de partido y por la gran disposición ofensiva de Koné. Por contra, la Ponfe fue nivelando la balanza y de saque de esquina Berrocal hacía el 1-1 en el minuto 34. Éxito en la jugada ensayada por parte de un Álvaro Antón más protagonista, como en Huesca, y que veía en el segundo palo a Andy para que este asistiese de cabeza al cordobés en boca de gol.
El empate se convertía en resultado a favor seis minutos después, consiguiendo un tanto psicológico de los que hacen daño antes del intermedio. Melero, titular en lugar de Jonathan Ruiz, le ponía un centro a Yuri y el brasileño intentaba rematar de tacón antes de que lo hiciese tristemente David Fernández en su propia portería. Los de Díaz comenzaban la remontada y el copichichi de la categoría de plata (siete tantos, uno menos que el alfarero David) mandaba callar al sector azulón.
Buen verbo que hace juego con un jugador de parecido léxico: David Caiado. El portugués nacido en Luxemburgo salía de revulsivo y encontraba en otro refresco como Jebor una magnífica conexión para entre los dos matar al conjunto asturiano. El extremo hacía gala de su definición en el 81′ a pase del liberiano tras recortar plácidamente a Esteban antes de que otra vez a Susaeta le costase batir a Santamaría desde los once metros.
Quedaban apenas cinco minutos y el conjunto vetusto volcaba sus fuerzas para rascar en El Bierzo. Pero cuando el cartel decretaba tres minutos de añadido, Caiado le quitaba las opciones a los visitantes con otro gol, aprovechando el buen taconazo de Jebor para dejar al portugués solo ante Esteban. Pese a ser un equipo ‘encajador’, el Oviedo todavía no había recibido cuatro dianas en una jornada, como tampoco los había anotado una Deportiva que antes de viajar a Palamós luce su mejor versión tras tres jornadas sin ganar y se alza a dos puntos de play-off.

Numancia 1-1 Nàstic
El dicho de ganar en el último minuto y de penalti podría haber sucedido en Los Pajaritos si cambiamos ganar por empatar. Desde los once metros De La Espada hacía a sangre fría el 1-1 pero ni de lejos con la calidad del gol rojillo de Álex Alegría en el 73′. Una obra de arte que no bastaba para dejar los tres puntos en Los Pajaritos.
Punto de esos que hacen daño en cualquier equipo, porque el Numancia se mostró muy serio durante todo el partido a excepción de ese fatídico minuto 93. Pero lo más importante. El punto mantiene por delante al Nàstic y le vale para seguirles robando la partida a los sorianos en sus aspiraciones a la promoción, pues deja fuera de los seis primeros a los rojillos.
Decepción en Los Pajaritos porque los hombres de Arrasate disfrutaban del mejor Pablo Valcarce en los momentos iniciales de choque. El berciano propulsaba a los locales con entradas por la izquierda. Aunque no siempre se quedaba estático en su banda, porque pasado el primer tercio de la primera mitad tenía la mejor oportunidad de abrir el marcador con un cabezazo que terminaba en el travesaño como si hubiese rematado Óscar Díaz.
Solo el nombre de Óscar Díaz porque Arrasate decidió sacar a Natalio de inicio y dejar a Álex Alegría en el banquillo. A la banca tendría que recurrir el técnico vasco antes del descanso por la lesión de Pedraza para introducir a un Iñigo Pérez al que le falta rodaje pero no que no pierde la fe de su buena zurda.
En la segunda parte los sorianos volvían a asediar a su rival, pero también echaban de menos el golpeo de Julio Álvarez a la hora de sacar desde el punto de córner. Faltaba concretar más las llegadas locales, de modo que para intimidar a una escuadra de Moreno que no volaba a terreno enemigo, Natalio dejaba el sitio a Álex Alegría. De esta forma, el orden táctico era el mismo que en jornadas anteriores, con dos referentes en la búsqueda del primero.
Un gol que se hacía de rogar hasta el minuto 73. Segundos inolvidables para que el extremeño marcase el 1-0 con tanta magia que, como dice el propio Numancia, “lo hubiera firmado el propio Ibrahimovic”. Un gesto digno de un delantero de talla mundial al rematar de espaldas de tal forma que el balón entraba por la escuadra de Reina. Obra antológica gracias a la buena asistencia de Pablo Valcarce y que seguramente continúe en junio entre los mejores.
Pero la alegría va por barrios. Y nunca mejor dicho, porque al Numancia se le apagaba la sonrisa de la cara de la peor manera posible con un penalti en contra y encima en el último minuto. Al colegiado no le temblaba el pulso al señalar el punto fatídico tras una entrada de Juanma a De la Espada. El propio delantero se responsabilizaba de la situación y con una pasmosa sangre fría engañaba a un Munir que se tiraba antes de lo debido. No había lugar a reacción, pues a balón parado se producía la última jugada del encuentro y los granas sumaban un punto al casillero.
Un resultado equilibrado en marcador pero no en juego por una escuadra rojilla que debió irse al menos con superioridad en el electrónico. La última vez que lo consiguió fue en el derbi frente a la Ponferradina tras perder en Córdoba y empatar sin goles en Bilbao. El mismo 0-0 que los cachorros vienen de hacer en casa ante el Huesca, el próximo rival de los sorianos en un encuentro de El Alcoraz con presión local ante la amenaza del descenso.
