Sandro Ramírez encadena su tercera cesión consecutiva después de no lograr hacerse hueco en la Premier League
La exuberancia física de Sandro Ramírez, unida a su gran temporada en el Málaga CF, hacía pensar que el nuevo jugador del Real Valladolid se iba a adaptar bien a una Premier League en la que ese rasgo es muy bien valorado entre los delanteros. El Everton aprovechó su baja cláusula de rescisión para ficharlo, pero Ronald Koeman no atinó con su adaptación; no es un delantero boya referencial, sino que se ajusta más bien al rol llamado de ‘segundo punta’.
El futbolista canario había brillado así en el Málaga, por detrás de otro delantero, frecuentemente Charles, que, más fijo, lo potenciaba; abría espacios para que él explotara su velocidad y sin fijar al rival. Con esa libertad de movimientos se dio a conocer en la élite –asomó en ella en el FC Barcelona– y llegó a disputar dos Eurocopas sub 21. Su llegada a Valladolid, resulta obvio, se produce buscando que se acerque más a ese futbolista que al que lleva cerca de dos años sin marcar un gol en partido oficial.
Es evidente que a un delantero se le pide que vea puerta, pero Sandro tiene la misión de encontrar su mejor versión al margen de ello, pues si consigue acercarse a sí mismo, los goles estarán más cerca. De este modo, la confianza, por manido que suene, será lo primero.
Porque lo cierto es que desde que dejó La Rosaleda no la ha encontrado. No marca desde noviembre de 2017, pero es que tampoco ha jugado demasiado: en las dos últimas temporadas acumula poco más de 2.800 minutos; exactamente, 2.847 en 62 apariciones. La media, próxima a los 46 minutos por encuentro, habla de un Sandro sin continuidad, titular solo 29 veces en esos partidos y que solo completó 9. Muy poco en dos años.
No tenía fácil hacer olvidar a Romelu Lukaku en Goodison Park, menos aún si se tiene en cuenta que es ‘otra cosa’. Salió cedido en invierno al Sevilla y no le fue mucho mejor. Ni en la Real Sociedad, donde militó la campaña pasada también a préstamo. Sin embargo, desde su llegada se convierte en un perfil que no tenía el Pucela, apto para el 4-4-2 que frecuenta Sergio González y diferente, por ejemplo, a Óscar Plano, más próximo a la condición de mediapunta que segundo delantero.
Lejos de ser aquella referencia más fija que buscaba Koeman cuando firmó con el Everton, Sandro encarna el movimiento. Puede actuar como atacante en solitario, aunque no como contenedor de balones, sino para vivir cercando la última línea, próximo a las lindes del fuera de juego. Y cuando puede cae a una banda, y cuando puede se interrelaciona con aquellos que juegan por detrás o en la misma línea, aunque siempre perfilado de tal manera que sale en busca de la portería rival. Es veloz, agresivo en la presión y en el desmarque, que busca con frecuencia en ruptura.
Irrupción en el Barça, progresión en Málaga
El nuevo jugador del Real Valladolid dio sus primeras pinceladas en la élite con cuatro goles en sus primeros 267 minutos con el Barça. Marcó dos en Liga, uno en Copa y otro en Champions, y por momentos parecía irrumpir como el ‘nuevo’ Pedro Rodríguez. A pesar de la sanción a Luis Suárez posterior al Mundial, que le abrió las puertas del primer equipo, aquello quedó un tanto contenido, más aún cuando no consiguió salvar al Barça B de bajar a Segunda B.
Su progresión continuó en el Málaga, donde elevó su nivel actuando tanto como segundo delantero como él solo, aunque móvil, con los Jony, Keko y Ontiveros. Marcó, además, tres goles de falta directa, otro registro que, de recuperar, será un estímulo en su etapa en Zorrilla. En todo caso, su mejor fútbol se desarrolla fuera del área, en una zona de menor influencia de los centrales, buscando con frecuencia el disparo exterior o percutir con velocidad esa última línea, ya sea desde una posición más centrada o tendente al costado.
Joven aún, afrontará el curso con veinticuatro años y con una sensación de reválida, de nueva oportunidad para por lo menos acercarse a cuanto se creía que podía ser, y que llegó a provocar rumores que dirigían su futuro a grandes de Europa. Si explota los espacios o la frontal como en los tiempos del Málaga, sin duda alguna, se estará aproximando a aquel Sandro.