El berciano militó en las filas del Real Valladolid durante siete temporadas.
La familia blanquivioleta vuelve a estar de luto, después de que Manolo Peña falleciese este martes a los 47 años. El exdelantero pasó a la historia del club como el artífice de la primera victoria en el Camp Nou del Real Valladolid (anotó tres de los cuatro goles vallisoletanos el dieciocho de diciembre de 1987, día de su veintidós cumpleaños).
Vistiendo la elástica pucelana logró ser el máximo goleador del equipo en dos temporadas consecutivas. Después de jugar cinco partidos el año en que el Pucela fue campeón de la Copa de la Liga, en 1989 disputó la segunda final de la Copa del Rey en la historia del Real Valladolid, en la que el equipo fue subcampéon, por lo que logró una plaza en la Recopa en la temporada 1989/90.
Peña fue pucelanista durante siete años, en los que anotó 52 goles en 148 partidos como profesional con la remera blanquivioleta -todos ellos en Primera-, después de formar junto a Fonseca una delantera de lujo en el Juvenil de Liga Nacional.
Reconocido por el público como jugador de una deportividad excelsa, después de ver tan solo una cartulina amarilla en toda su trayectoria profesional, Manolo Peña tuvo el honor de vestir los colores de la selección en todas sus categorías -con la excepción de la absoluta-. Con la sub 20, de hecho, fue subcampeón del mundo.
Una lesión en la cápsula de una de sus rodillas le obligó a dejar el fútbol prematuramente. Años después de hacerlo, fue durante cuatro años concejal de deportes del Ayuntamiento de su ciudad adoptiva, Ponferrada.
El sepelio tendrá lugar en la Iglesia de San Ignacio de la capital berciana este miércoles catorce de noviembre, a partir de las cinco de la tarde.
Así contó El Mundo Deportivo sus tres goles en el Camp Nou:

