Hay jugadores que son patrimonio del Atlético Tordesillas casi tanto como Las Salinas. Farolo y Abraham son dos de sus referentes, y como tal, vivirán el partido de Copa del Rey de este martes frente al Burgos, un sueño para cada rojiblanco, como lo son ellos y como lo es esa hinchada que tanto les quiere. Están ante uno de esos partidos “con los que uno sueña de pequeño”, como confiesan los dos, y ante la tópica pregunta de dónde creen que puede estar la clave de la eliminatoria, ambos lo tienen claro: “Si salimos a disfrutar y a dar el máximo, vamos a hacer un buen papel”.
Roberto Lobato, Farolo, es una institución en el ‘Torde’. Lleva doce años, desde que volvió a Tercera el club por última vez y se la ha visto de todos los colores. “Esto es muy distinto a cuando llegué. De un tiempo a esta parte, [el club] ha cambiado y los objetivos pasan por estar más arriba, e incluso, ascender”, rememora el meta, que vuelve a ser entrevistado por Blanquivioletas, donde habló por primera vez hace casi once años. Durante este tiempo se convirtió en leyenda, incluso cuando estuvo “una temporada entera sin jugar” por culpa de una rodilla. En Las Salinas les da igual.
Y es que el cancerbero encarna “los valores y la modestia” que trata de inculcar a sus compañeros. “Porque es lo que somos”, apostilla, “aunque el club haga el esfuerzo que hace para competir por estar arriba” y por que la afición sea “cada vez mayor”. Por esa manera de ser, tan del Torde, a Farolo casi se le venera y se le ha pedido fuera quien fuese su acompañante bajo los palos. “Yo voy por el pueblo y me saluda todo el mundo. El cariño que te da la gente es especial; es algo que en otros clubes de Tercera no pasa”, apunta, y lo hace señalando que así les sucede a compañeros como Abraham o Chatú (otro ídolo).
La eliminatoria contra el Burgos el cancerbero la afronta con la motivación de quien va a jugar un partido oficial ante un equipo profesional por primera vez. “Lo vamos a competor. ¿Por qué no soñar con pasar de ronda?”, dice, e insiste en la ilusión propia del humilde en escenarios así. “No va a hacer falta ningún estímulo diferente. Sabemos que vamos a tener a la gente detrás, apoyándonos hasta la última carrera. Creo que puede ser un gran día”, confiesa.
Abraham y un Torde que es casa
Abraham Rodríguez se desenvuelve como zaguero. Lateral casi por norma, pasó por la cantera del Real Valladolid antes de embarcarse en una aventura que cumple ya una década. “Estoy en mi décima temporada; desde que salí de juveniles, y estoy donde quiero estar”, confirma Abraham, que ha sido un seguro de vida para todos y cada uno de los entrenadores que ha tenido. Ahora, a las órdenes de Álex Izquierdo, vivirá “uno de esos partidos con los que uno sueña cuando es pequeño”.
En todo este tiempo, ‘Abra’ ha percibido cómo el Atlético Tordesillas se sustenta “en dos pilares”: el grupo humano y la afición. “A nivel de vestuario y de club, aquí se está muy bien; dentro de su modestia, el club te da facilidades”, mientras que la hinchada es “una de las mejores aficiones de toda la Tercera División; te empujan, te apoyan y te ayudan a dar lo máximo de ti”. No es para menos, así, que sea muchos los excompañeros que tras dejar Las Salinas las frecuenten cada vez que hay un partido importante, como será el de este martes.
#VamosTorde pic.twitter.com/qO3eBT3Xgz
— Atlético Tordesillas (@AtcoTordesillas) October 24, 2025
Para Abraham, hay una sensación clara en la que poner el foco: en disfrutar. “Ni la afición ni los compañeros nos vamos a reprochar nada. Lo primordial es disfrutarlo”, indica un zaguero que, aunque desde la calma, advierte: “Ya no somos los chavalines de Utrera [se remite al play-off de 2022, en el que se quedaron a las puertas del ascenso a Segunda RFEF]. Creo que tenemos los mimbres necesarios para lograr el ascenso o para pasar de ronda ante el Burgos”. Así, el defensor define este debut en Copa del Rey como “una oportunidad importante para demostrar el paso adelante que ha dado el club”.
Y quizás luego no pasen, pero que les quiten lo competido. Porque, seguro, el Atlético Tordesillas va a competir en su casa, donde se sienten “fuertes”. “Las Salinas es diferencial respecto a otros campos gracias al empuje de nuestra afición. A poquito que des, el público te responde”, indica un Abraham que como Farolo, pone de ejemplo el último play-off, casualmente, contra el filial del Burgos, ante quien levantaron un 3-0 para terminar cayendo a última hora de manera accidental. “Por detalles, se nos escapó. Tenemos que intentar correr más que ellos, que nos va a hacer falta”, finaliza, apuntando otra de las claves.