Pasear a tu perro no es simplemente bajarlo a la calle para que haga sus necesidades, y es que según los expertos en comportamiento animal y bienestar canino, si normalmente este hecho se reduce a unos 10 o 20 minutos de darle una vuelta por un parque o alrededor de tu edificio, que sepas no lo estás haciendo bien. Lo cierto es que, si seguimos las pautas de veterinarios y educadores, deberías de sacarle a pasear entre tres y cuatro veces al día, y la duración de cada paseo tendría que ser de entre 45 y 90 minutos, aunque esto es algo que depende de la edad, del tamaño y de la energía que tenga el can normalmente.
A esto hay que añadirle que, dar un paseo a tu perro, no es algo opcional sino obligación a la que te debes comprometer si quieres tener a este animal de mascota, ya que esto va más allá de que haga sus necesidades, sino que se convierten en una vía de escape, además de que les estimula física y mentalmente. Los paseos son esos momentos en los que el perro socializa, explora el entorno en el que se encuentra y fortalece ese bonito vínculo que tiene con su humano.
La duración del paseo de tu perro según su tamaño y energía
A menudo se piensa que los perros pequeños necesitan menos ejercicio, pero esto no siempre es cierto. El tamaño influye, sí, pero no es el único factor, ya que un can mediano muy activo puede necesitar más movimiento que uno grande pero sedentario. Como norma general, los expertos recomiendan:
- Perros gigantes: mínimo 80 minutos diarios de paseo.
- Perros grandes: al menos 120 minutos, divididos en varias salidas.
- Perros medianos y pequeños: entre 45 y 60 minutos al día.
También debes tener en cuenta la energía que tenga tu mascota, además de la edad y del estado de salud en el que se encuentre. Un ejemplo de ello lo encontramos en los cachorros, los cuales necesitan salir de paseo menos tiempo pero más frecuentemente, siendo la recomendación de entre 6 y 7 salidas al día. En el otro extremo nos encontramos con los perros senior, los cuales necesitan también paseos cortos, pero a un ritmo más lento y atendiendo sobre todo a la temperatura que hace en el exterior.
¿Qué pasa si no lo puedo sacar a pasear mínimo tres veces al día?
Para todo lo anterior, nos hemos basado en las recomendaciones que dan los expertos, pero estas muchas veces chocan con las realidades de los dueños, ya que muchos de nosotros tenemos unos horarios laborales que cumplir o nos enfrentamos a ciertas circunstancias personales que no nos permiten hacer 6 o 7 salidas a la calle. Algunas de las soluciones a las que podemos echarle mano son el contratar paseadores profesionales, acordar turnos con un vecino que también tenga perro o hacer esto mismo con familiares y amigos que nos puedan ayudar en ciertos momentos excepcionales.
También podemos recurrir a las apps o grupos de WhatsApp que surgen para que los vecinos de los barrios puedan ayudarse mutuamente y compartan los cuidados de los miembros peludos de su familia.
Tener jardín no sustituye al paseo
Es un error habitual pensar que si el perro tiene un jardín, ya no necesita salir; y es que este lugar no estimula su olfato ni le permite socializar con otros perros, ni tampoco favorece el aprendizaje o la obediencia. El perro necesita cambios de entorno, nuevos olores, otras personas y estímulos que solo se encuentran fuera de casa.
Además, el paseo con su dueño no es solo un mero trámite, como si hablásemos de fichar en la oficina, es un momento de conexión, un rato de complicidad y disfrute que mejora el estado de ánimo del perro y también el tuyo. Y no hace falta decir que, si el paseo es de calidad, probablemente también mejorará su comportamiento dentro del hogar, además de ayudarte a ti también a salir de casa.
 
			