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Gana la banca

por Jesús Moreno
2 de junio de 2012
Fichas Casino

“El punto de partida es tener autocrítica”

Aridane Hernández, 20 años después

Cadena SER: robo de cobre en Zorrilla

Jesús Moreno habla de la imposibilidad de lograr el ascenso debido a la casi certeza del empate entre Real Club Celta y Córdoba en Balaídos.

 

OceansNo, amigo lector. Aunque usted también puede tener razón, con el título no me estoy refiriendo a la banca española tan de capa caída estos días y que, sin embargo, lleva de un tiempo a esta parte ingeniándoselas (maldita la gracia) para recibir ayuda institucional de unos cuantos miles de millones de euros.

En realidad me refiero a la banca de los casinos y casas de apuestas, a la del todo al rojo para que salga negro. La de Las Vegas, Mónaco o Torrelodones. La de apostar por el caballo ‘Blue Note’ en la cuarta carrera de Narragansett. Me refiero a esa bruja que, cual trilero, hechiza al ingenuo jugador prometiéndole dinero fácil y rápido con sólo dejarse llevar por la intuición y un pellizco de suerte.

El resultado, normalmente y por desgracia, no es el que había imaginado en su cabeza el apostante. La banca gana, se queda con el dinero de la apuesta y deja desplumado y con cara de tonto al cándido infeliz que creyó que se haría rico en una jugada. Pero no siempre es así. Hasta hace una semana sólo en una ocasión había saltado la banca. Once muchachos trataron de conseguir asaltar un gran casino. Sí, me refiero a una película. Me refiero a ‘Ocean’s eleven’.

La siguiente ocasión de haber hundido al gran casino habría sido el domingo próximo en el partido Celta – Córdoba. Si yo fuera un jugador ávido de dinero y, quizá, de gloria me habría jugado lo que tengo y lo que no al empate de Vigo. Y, como yo, una gran multitud de apostantes tan seguros del empate que de haber sido posible el envite probablemente habría provocado un corralito en las casas de apuestas. Bueno, un corralito y la quiebra de todas ellas. Pero esas empresas del juego no son tontas. Seguras del resultado que se va a dar, y que no se hicieron ricas regalando el dinero, han retirado ese partido.

Cuando el Real Valladolid empató en Alcorcón, quien más y quien menos, sabía que el ascenso directo era ya una quimera. Mientras caminábamos como zombis ausentes rumbo al autocar que nos trajese de vuelta tras aquel partido, dábamos vueltas a lo que habíamos vivido en el estadio de Santo Domingo. Cómo se había podido escapar la victoria y, lo que es más importante, cómo se había podido escapar toda opción de ascenso directo en apenas treinta minutos.

El camino de retorno a Valladolid más se asemejó a un velatorio que a un grupo de aficionados al fútbol. Poco a poco, todos los pasajeros del bus siete fuimos tomando conciencia de la situación y por fin aparecieron los primeros optimistas. “¿Por qué no va a intentar ganar el Córdoba en Vigo para obtener factor campo en la promoción?”. “¿Por qué no iban a intentar aprovecharse de la posible situación de ansiedad del Celta para ganar en Balaídos?”.

El ánimo entre los aficionados, más con el corazón que con la cabeza, creció por momentos durante la semana. Se había interiorizado esa posibilidad de que los cordobeses, grupo sólido y bien trabajado y que tanto en Zorrilla como en El Arcángel tuvieron ratos de insultante superioridad sobre el Real Valladolid, salieran a por todas, a ganar, a asegurarse un buen puesto de play-off, a hacer saltar la banca y aupar, por ende, al Real Valladolid a la segunda plaza de la clasificación.

Fichas Casino1Pero no. No merece ni que los jugadores del Real Valladolid gasten fuerzas que a buen seguro harán falta la semana que viene ni que nosotros nos ilusionemos con algo, si no imposible, sí improbable. Nuestro reinado comenzará el miércoles próximo.

A pesar de lo que muchos dicen, ninguno apostaría su dinero a una victoria del Córdoba en Vigo, menos aún después de haber leído y escuchado a jugadores y técnicos de ambas escuadras. Ellos saben lo que va a ocurrir. Nosotros también. E igual que ellos y nosotros, o incluso mejor, lo saben las grandes casas de apuestas. Si han retirado el partido es porque saben de antemano que el empate es seguro; que el riesgo de sacar ese partido a concurso puede provocar la ruina de todas ellas.

Nadie se podrá hacer de oro con un resultado que poca gente duda que se va a dar. Partido retirado. Empate seguro. La banca gana, el Real Valladolid pierde. Al menos de momento.

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