La Giralda de Castilla presumió orgullosa de ver cómo justo enfrente se dio la primera Conferencia de Gestión Deportiva organizada por el Ayuntamiento de Matapozuelos. Varias figuras muy variopintas procedentes de distintas parcelas del fútbol vallisoletano y regional se reunieron para impartir esta charla. Jesús Domínguez, director de Blanquivioletas, moderó una interesante ponencia que se basó en compartir conocimientos a partir de la cercanía y la experiencia, con el fin de conocer las diferencias y similitudes a la hora de gestionar los distintos tipos de entidades futbolísticas.
La gestión deportiva del Atlético Tordesillas

La charla comenzó con uno de los protagonistas de esta temporada, Marcos Pérez, en calidad de vicepresidente, y Marchena, en condición de entrenador, representaron a un Atlético Tordesillas asentado en la Tercera RFEF y que, con el actual, encadena cuatro play-offs consecutivos. “Cuando entramos nadie quería el club, porque tenía una deuda muy grande. Entramos con más ilusión que otra cosa, pero poco a poco fuimos aprendiendo y asentándonos”, relató Marcos Pérez.
Tordesillas, piedra a piedra, se ha convertido en un destino preferente para los jugadores de la provincia de Valladolid. “A día de hoy nos hemos consolidado y, con todos nuestros respetos hacia el Mojados y el Laguna, con quienes hemos compartido categoría, estamos un escalón por encima, deportivamente los futbolistas nos ven como una opción más interesante”, añadió el vicepresidente.
El pueblo está volcado ante un posible ascenso a Segunda RFEF, y, aunque, como dice Marcos Pérez, “cada vez hay más exigencias”, la entidad apuesta por esta mejora deportiva. “Somos unos afortunados por jugar nuestro cuarto play-off. Tuvimos el ascenso directo al alcance, pero ya cambiamos la mentalidad. El otro día contra el Mirandés B dimos buena imagen y estamos con ganas de batalla”, expuso Marchena.
En cuanto a su cantera, principal carencia del club, víctima de las circunstancias, se trabaja como se puede con grandes saltos de nivel desde el juvenil al primer equipo. Además, a un equipo como el Atlético Tordesillas le cuesta mantener el talento en Las Salinas. “Nosotros sufrimos cuando sale un chaval con cierto nivel porque no los suelen quitar”, confesó Marcos Pérez.
AFUTBAL y la tecnificación

Del Tordesillas se saltó a una organización distinta como AFUTBAL. Alberto Pérez cambió el ser entrenador de un club por ser su propio jefe y “no depender de nadie” en una institución enfocada en la tecnificación de los más jóvenes, con el objetivo de complementar la formación de los jóvenes futbolistas que jueguen a mayores en cualquier equipo. “Surgió la oportunidad de hacer algo externo y decidí dedicarme a AFUTBAL al cien por cien”, expuso un Alberto Pérez que gestiona esta entidad al igual que un club, salvo por la falta de tensión de no competir cada semana.
La gestión desde una federación territorial

Dani Valles fue el siguiente en intervenir para hablar de una estructura completamente diferente a las anteriores. Dani Valles es seleccionador en las categorías inferiores de la FCyLF, por lo que su trabajo consiste, principalmente, en visionar múltiples partidos de fútbol base de toda la región y realizar informes para tratar de escoger las mejores piezas para los campeonatos de España de selecciones autonómicas.
Dadas las diferencias territoriales y de estilo, es importante transmitir una idea clara a los jugadores en pocas sesiones de trabajo. “Lo primero y más importante es el uso de las tecnologías, que ellos vean lo que nosotros queremos, que todo tu cuerpo técnico tenga una idea definida. Queremos que cada jugador nos entienda y le mandemos igual el mensaje. Tenemos ítems genéricos del modelo de juego que queremos y luego ‘mini ítems’ que tiene cada jugador para decidir quiénes estarán en un campeonato de España”, explicó Dani Valles.
El fútbol en un contexto académico

A nivel académico hubo dos perfiles sentados en la mesa. El primero en hablar al micrófono fue Adrián Miguel García, quien, a mayores de haber sido entrenador de fútbol femenino en entidades importantes como el Parquesol y la Bovedana, es coordinador de fútbol 11 del San Agustín.
Adrián vio el crecimiento de cómo un equipo de colegio empezó a competir con otras estructuras más potentes ¿Es compatible este crecimiento con la formación de los chicos del propio colegio? “A nivel de colegio es complicado. También hay otros deportes y el colegio llega económicamente hasta donde llega. También cada vez los caminos se van tensando y separando. Actualmente desde el aficionado al alevín hay equipos que son más competición, es en los recoletos donde buscamos más tener a chicos del colegio”, apuntó.
Y del colegio a la universidad, concretamente a la Universidad de Valladolid. Polaco pasó de ser jugador del equipo a ser entrenador a una edad temprana y ha conseguido dos ascensos meritorios en el fútbol amateur, con el universitario y con la Gimnástica Medinense. “El tema de estar en categorías no profesionales, sin dinero, lo más importante es formar un grupo, intentar ser lo más justo posible y hacer un ambiente distendido para que el jugador quiera ir”, opinó Polaco en un análisis de las claves de su éxito.
En cuanto a su primer club, destacó lo peculiar de este contexto, el cual se sustentaba de “una base de jugadores experimentados y de gente que venía de fuera”. Con todo, según él, “las dinámicas han ido cambiando, la formación deportiva al final fue un complemento al estudio y no hubo una apuesta por mantener esas categorías”.

Pablo Gil, otro ejemplo de jugador que da el paso a los banquillos
Otro ejemplo de jugador convertido en entrenador en su juventud también estuvo presente, Pablo Gil comenzó como entrenador en el club donde jugaba, en el Villa de Simancas, donde sustituyó a Miguel de la Fuente en el primer equipo. Desde entonces ha tenido varias experiencias en el fútbol sénior, su predilección, con el objetivo de seguir progresando en categorías superiores. “Soy consciente de la dificultad que ello conlleva, pero ¿Por qué no?”, se autodesafió Pablo Gil, quien actualmente está a los mandos de La Cistérniga.
En un análisis común de la salud actual del fútbol vallisoletano, sobre todo a nivel infantil, las conclusiones son casi unánimes. Una de las prioridades de la gestión también debe ser el bienestar. El bienestar de cada pieza del engranaje de la formación, empezando por los niños y acabando por el respeto a los entrenadores, víctimas de una profesión desagradecida que deben, a su vez, tener mucha autocrítica.
Como padres, esa parte también es fundamental, un niño que juega al fútbol no es un proyecto ni una máquina competitiva, es el protagonista que debe disfrutar y aprender en el camino. Puedes escuchar conferencia completa a través de este enlace.

 
			