Charles, el goleador del Celta, ha tenido que ganarse un puesto en Primera División tras años y años curtiéndose en el fútbol español.
 Balaídos quedó un tanto huérfano de gol con la venta de Iago Aspas al Liverpool el pasado verano pero, para tratar de cubrir el vacío goleador que dejaba el futbolista de Moaña, el Celta fichó al pichichi de Segunda División, Charles, que llegaba a Vigo con la vitola de haber anotado veintisiete tantos en la División de Plata del fútbol español. Cinco goles en catorce partidos avalan su fichaje y, pese a que no aun no ha logrado cubrir a Aspas en cuanto a goles se refiere, estos cinco tantos son una buena marca hasta el momento para un debutante en Primera División.
Balaídos quedó un tanto huérfano de gol con la venta de Iago Aspas al Liverpool el pasado verano pero, para tratar de cubrir el vacío goleador que dejaba el futbolista de Moaña, el Celta fichó al pichichi de Segunda División, Charles, que llegaba a Vigo con la vitola de haber anotado veintisiete tantos en la División de Plata del fútbol español. Cinco goles en catorce partidos avalan su fichaje y, pese a que no aun no ha logrado cubrir a Aspas en cuanto a goles se refiere, estos cinco tantos son una buena marca hasta el momento para un debutante en Primera División.
Llegó hace nueve años a España de la mano de uno de los máximos rivales del Celta, el Pontevedra, con el que debutó en Segunda anotando seis goles. Vistió la camiseta granate durante cinco temporadas más en Segunda B, en las que anotó medio centenar de goles. Abandonó el Pontevedra con rumbo a Segunda División, en concreto al Córdoba, y el conjunto gallego descendió con la ausencia del delantero brasileño. En la ciudad califal permaneció dos temporadas en las que rozó el ascenso a Primera y donde anotó veintidós goles.
Esto le hizo ganarse el interés del Almería, un aspirante al ascenso aun más importante que el Córdoba. En la capital almeriense explotó definitivamente como goleador, anotando veintisiete goles y siendo un hombre clave en el retorno albirrojo a la Liga BBVA por lo que el Celta le eligió para cubrir el hueco dejado por Aspas.
Charles es un futbolista que aúna condiciones de delantero puro y de segundo punta, ya que va bien en juego aéreo, pero es eficaz a la contra. Es un futbolista rápido y desbordante bastante eficaz encarando a los defensas, pero que anota un buen porcentaje de goles de cabeza. Aun así, lo que más destaca de Charles es la garra y el corazón que pone a cada jugada, dejándose la piel por llegar a un balón imposible o para presionar al rival.
Es, además, un jugador capaz de enviar a la red de manera insospechada cualquier balón. No en vano, desde su llegada a España, vestido de granate, ha marcado varios goles con remates acrobáticos de volea, media chilena o tijereta, lo que permite que la grada comulgue, más aún, con su espectacular fútbol.
Cuestión de genética

Charles no es el único goleador de la familia, ya que es primo de Yuri e Igor y Yuri, quienes también llegaron al fútbol español a través del Pontevedra. Igor lo hizo en 2005, y permaneció hasta 2008, para después probar suerte en el Girona y Levante. No encajó, volvió a vestir la zamarra granate y, a partir de 2011, abandonó definitivamente la ciudad gallega para irse a Tenerife, Salamanca y al Panthrakikos griego donde actualmente juega.
Yuri, sin embargo, es más conocido. Aterrizó en Pontevedra junto a su hermano Igor en 2005. Dos años después se fue, con rumbo a Las Palmas, donde no cuajó y regresó a Galicia. En el verano de 2009 volvía a abandonar la capital pontevedresa para irse a la Ponferradina, donde ha logrado dos ascensos a Segunda y un descenso a Segunda B, convirtiéndose en la estrella del conjunto berciano, especialmente en las dos últimas temporadas, en las que ha anotado cuarenta goles.
 
			