Gonzalo Petit es uno de los delanteros del CD Mirandés esta campaña y está cedido por el Real Betis Balompié. El uruguayo, de apenas 19 años, aterriza en España con una carta de presentación sugerente, ya que con su altura, alrededor de 1,90 metros, amenaza con gran notoriedad el área rival mientras que, además, tiene capacidad para ser un hábil delantero con capacidad para aparecer en algo más que duelos aéreos.
El jugador charrúa posee recursos tanto para jugar como nueve puro como para caer a posiciones de recepción, gracias a su movilidad y capacidad para asociarse. Cuando el Mirandés oficializó su fichaje, lo describió como un “delantero total”, pues es un atacante capaz de bajar a recibir, girar, presionar y también definir con solvencia dentro del área. En Uruguay ya generaba expectativa por su instinto goleador, su capacidad para interpretar el movimiento entre líneas y su físico para imponerse en duelos aéreos o en el choque frontal.
Así juega Gonzalo Petit
En estas primeras jornadas de la temporada 25/26 al servicio de Fran Justo, Gonzalo Petit ha ido ganándose minutos con cierta sencillez. Hasta el momento, el delantero uruguayo acumula ya alrededor de 295 minutos disputados, con dos goles marcados y una asistencia regalada, lo que sugiere que está cerca de entrar de lleno en un ritmo del equipo óptimo para verle como pieza clave en el Mirandés.
Su ratio de disparos, aunque modesto, apunta a que intenta posicionarse con criterio en zona ofensiva; donde también aparece con buen promedio de pases completados y presencia ofensiva medida, con cierta precisión en pases largos. Aunque no ha sido titular en todos los partidos, su rol es creciente y parece que el entrenador ve con buenos ojos su iniciativa, aunque lo está dosificando para que adquiera la consistencia física necesaria y asuma todas las exigencias del fútbol español sin precipitar su exposición.

Dentro del esquema del Mirandés, Petit tiene una doble función muy notoria. Puede servir como referencia en punta cuando el Mirandés juega con un delantero más estático, o bien actuar como segundo delantero, liberándose para romper líneas hacia dentro mientras otro jugador hace de ancla, algo que le favorece junto a un delantero como Carlos Fernández.
Esa flexibilidad le da valor para enlazar con él en sistemas como el 1-4-4-2 o el 1-4-2-3-1, aunque también en la previsión de tener un delantero más atrasado que compense en ese 1-3-4-2-1 que se ha visto en algunas ocasiones en el Mirandés de Fran Justo. Para un equipo como el Mirandés, que busca equilibrio entre solidez defensiva y dinámica ofensiva, tener un perfil joven con movilidad y presencia en el área le da una opción alternativa. Su adaptación al ritmo de la categoría marcará si puede consolidarse como una pieza habitual o mantener un papel de recambio prometedor.
Una promesa uruguaya para el futuro del Betis
Nacido en Carmelo, Uruguay en el año 2006, Gonzalo Petit creció en un contexto de fútbol intenso, competitivo y formativo, donde los delanteros aprenden desde jóvenes a convivir con esa exigencia típica de la presión y necesidad de ser determinantes en el área, con la imagen de otros mitos como Luis Suárez o Cavani en el imaginario.
Surgido en Nacional de Montevideo, gran cantera de talento y uno de los gigantes del país, su talento no pasó desapercibido y pronto atrajo el interés de equipos europeos. Pero fue el Real Betis Balompié el que se movió con rapidez para incorporarlo a su equipo en la 25/26. En Sevilla apenas ha podido vivir lo que es formar como verdiblanco, pues la necesidad de pulir su físico y la exigencia en la adaptación a los rivales y a la velocidad de juego requería de una cesión que pudiera darle un plus.

La cesión al Mirandés en este curso responde precisamente a ese plan de desarrollo que el Betis quiere para su carrera. La opción de foguearse en la Segunda División española, en un entorno exigente y competitivo con buenos mimbres para ponerle a prueba constituye una oportunidad enorme. Habiendo sonado, incluso, para un Valladolid que será su rival en la jornada 8, la calidad de Petit no está tardando en mostrarse con los de Anduva.
A pesar de este año lejos de Sevilla, el club verdiblanco ve en él un delantero de futuro y confía en que esta experiencia le ayude a madurar en aspectos determinantes como la regularidad, la lectura de los espacios y la capacidad de soportar la carga física de una temporada completa. En Miranda se ha encontrado un ecosistema ideal para acoplarse a un equipo acostumbrado a recibir jóvenes talentos, darles minutos y convertirlos en futbolistas listos para el salto definitivo a la élite. El reto no es pequeño para Petit, pero el delantero celeste está aprovechando, por el momento, esta oportunidad.
