No son pocas las cosas que se han aprendido en estos dos partidos ante Colo-Colo en Chile. De hecho, se puede decir que, de todo lo aprendido, una de las cosas más llamativas es que el Real Valladolid camina firme. Y lo hace gracias a que se van poniendo los ladrillos donde hacen falta. Algo que representa fielmente una de las nuevas piezas, Guilherme Fernandes, uno de los puntos positivos de un Pucela que, poco a poco, ha de convencer en el césped.
Tener a Guilherme Fernandes es un alivio. O, al menos, de momento lo parece. No es poca cosa haber comprobado que la dirección deportiva ha querido empezar la casa por los cimientos y no por el tejado. Se dice poco que tener un portero de garantías, que dé confianza, es un paso a mayores para que la defensa, exigida por el plan de Almada para asomarse más allá de su zona de seguridad, sepa que su espalda está bien protegida y vea en esa red de seguridad la libertad para cumplir su parte.

En su tarea de proteger la portería, de momento el portero cedido por el Real Betis Balompié está cumpliendo con creces. Ha sabido parar, ha sabido blocar y ha sabido anticiparse a las situaciones de riesgo que se le han puesto de frente en esta pretemporada. Un muestrario de habilidades que no solo argumentan la firma del guardameta, sino que van confirmando las previsiones de habilidad y capacidad del portero portugués.
Guilherme empieza convenciendo
El nivel ha sido más que llamativo. La garantía que ha mostrado, de momento, Guilherme Fernandes, es un descanso enorme para un Real Valladolid que ha sufrido en los últimos años de más con la portería. Las llegadas de John Víctor, Karl Hein, Sergio Asenjo o André Ferreira no han logrado hacer olvidar a un Jordi Masip que tampoco convenció en sus últimos años como portero blanquivioleta.
Incluso en una temporada en la que la presencia de Álvaro Aceves podía hacer dudar la capacidad de Guilherme para arrebatarle el puesto por edad, conocimiento del nivel competitivo e incluso por esa presencia como canterano, la realidad es que su solvencia bajo palos parece destinada a hacerse con la titularidad con cierta sencillez, más allá de que, además, las palabras de Víctor Orta en la presentación del arquero bético parecían dejar claro que la apuesta por Guilherme era seria y destinada a hacerle portero titular de Almada en el Real Valladolid.

Los duelos que restan de aquí al comienzo de la temporada irán marcando qué podemos esperar de una portería que de momento parece tener dueño. Ante el Bristol, en Inglaterra, y ante el Getafe, en el primer duelo calendarizado en el José Zorrilla, con motivo del Trofeo Ciudad de Valladolid, Guilherme parece partir como favorito para defender el arco. Incluso ante los rumores crecientes de una posible nueva llegada en la portería, el luso tiene muchos números para poder tener una gran importancia en el proyecto de Almada.
¿Nueva llegada?
Ha sonado con cierta fuerza en medios, sobre todo, en Uruguay, que el Real Valladolid estaría interesado en la llegada de Washington Aguerre, guardameta uruguayo de 32 años y una larga trayectoria y experiencia de alta competitividad, incluyendo Copa Libertadores o torneos de alto nivel como la Serie A brasileña, la Primera División de Uruguay o la Liga MX. Un portero con experiencia que, visto el desempeño de los perfiles actuales en la portería blanquivioleta, invita a la extrañeza.
Sabiendo que el Real Valladolid podría estar oteando el mercado para cubrir ciertos roles el campo más descubiertos que la portería, sería sorprendente que llegara un segundo meta al primer equipo tras Guilherme, a ser el tercer portero en nómina junto al luso y Aceves a las órdenes de Almada. Un portero, además, que extrañamente sería considerado suplente por su peso y trayectoria. Un riesgo que el Valladolid podría dejar de asumir por centrarse en otras posiciones y poder cuadrar una plantilla que, poco a poco, va tomando forma.
