Dedicar un mínimo de tiempo diario a cuidar nuestro cuerpo gracias a una serie de hábitos saludables es algo que debería ser prioritario. Pese al estrés laboral, el poco tiempo libre, la falta de motivación o incluso el sueño, una de las tareas pendientes y que debemos de implementar de manera paulatina es el tiempo que dedicamos a cuidarnos nosotros mismos. En una sociedad actual en la que el tiempo apremia, debemos de organizarnos de tal manera que el deporte y el cuidarnos de manera saludable sea simplemente un complemento más de nuestra rutina. Adaptarnos de tal manera que el cuidar de nuestra alimentación, hacer deporte y mantener unas horas de descanso acorde con el estrés diario sea algo sencillo de compaginar. Sin embargo, esa falta de tiempo es el principal motivo para dejar de cuidarnos.
Precisamente ese poco tiempo es una de las excusas más utilizadas por aquellos que deciden abandonar en su camino de seguir llevando un mantenimiento de su cuerpo. Acompañado por esa falta de motivación, es el complemento perfecto para desistir. Si bien, nada más lejos de la realidad. Precisamente, ese cuidado físico y ese tiempo dedicado al entreno debe ser una vía de escape ante esa rutina tan intensa. Según la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP), el 43% confirman esa falta de flexibilidad y voluntad para poder compaginar esa vida laboral con la actividad física, ni mucho menos con la alimentación, otro de los principales problemas y una de las primeras cosas que se abandonan cuando perdemos esa motivación. No obstante, con una buena organización y unos sencillos pasos, podemos conseguir que esos cambios sean simplemente parte de nuestra vida.
Hábitos saludables para cuidarte
Tener una vida laboral muy ajetreada no te impide que te hidrates bien. No solo en verano para hacer frente a las altas temperaturas, si no porque eso producirá muchos cambios positivos en tu organismo. Si estás en un déficit calórico, es un sustituto ideal para las bebidas azucaradas, lo que recudirá considerablemente las calorías. Además, la ingesta de agua es idónea para acabar con la retención de líquidos. Bebe entorno a un litro de agua diario por cada 25 kilos de peso o mínimo, un vaso de agua cada dos horas. Para ello, simplemente lleva encima una botella de agua reutilizable. Simplemente con ello estarás ganando mucho en tu proceso de cuidarte bien.
Muévete a lo largo del día. Pese a que tu trabajo te impida cumplir los pasos mínimos diarios. Intenta ir a los sitios andando, evita el ascensor y sube por las escaleras o simplemente, al final del día, dedica una horita a soltar las piernas. Te permitirá resetear física y mentalmente y eso te ayudará a romper el sedentarismo.
Dentro de estos hábitos, el descanso es igual o más importante que el resto de tareas. Intenta dormir entre 7-8 horas o si no te lo puedes permitir, que el tiempo que emplees sea siempre entre un rasgo ya acomodado a tu estilo de vida. Y ante situaciones de mucho estrés, párate a respirar profundamente. Simplemente con hacerlo durante un minuto al día, reducirás esa situación. Hazlo por medio de respiraciones lentas y conscientes.
Hábitos saludables para nuestra alimentación
En cuanto a la alimentación, son básicos una serie de fundamentos. Desayuna bien. Todas las comidas son importantes y el desayuno también. Añade proteína y sustituye la bollería por la fruta. Evita los refrescos azucarados y toma infusiones. Algo clave en una vida tan ajetreada es dedicar un mínimo de tiempo a planificar tus comidas. Antes de arrancar la semana, dedica 10 minutos a planificar el menú de la semana y evita comer ultra procesados. Y por último, intenta protagonizar este cambio con gente que entienda lo que estás haciendo y que no te ponen trabas en este camino.
