Qué difícil es deshacernos de la ropa que ya no usamos y que, incluso, nunca llegamos a usar. En los últimos tiempos, sin embargo, la aparición de diversas aplicaciones de venta online ha facilitado la puesta en marcha de un mercado de segunda mano muy interesante y que ha acabado por meterse en la vida de muchos usuarios que recurren a ellas no solo para vender, sino también para encontrar gangas cuando necesitan algo en esta especie de mercadillo de ropa de segunda mano en internet.
Lo que hace un tiempo casi era más un pasatiempo, lo cierto es que para muchos empieza a ser una fuente de ingresos secundaria para muchos españoles. Vender ropa usada por internet se ha normalizado gracias a internet y aplicaciones como Wallapop, eBay o Vinted, donde este mercadeo online mueve prendas a lo largo de todo el territorio facilitando el contacto entre compradores y vendedores. Algo que ha motivado que estos movimientos aparezcan en el radar de Hacienda, que desde el año 2024 cuenta con la directiva europea DAC7, un instrumento legal para tener muy vigiladas estas operaciones.
Prudencia para evitar sanciones de Hacienda
Pues sí, no es ninguna broma. Hacienda ha empezado a controlar los movimientos de estas aplicaciones al detectar que se está convirtiendo en una vía de ingresos más importante de lo que solía ser de inicio en estas aplicaciones. Lo que empezó siendo una manera de recuperar algo de una inversión pasada, se ha convertido en una forma de especulación con ropa de marca y de segunda mano que la Agencia Tributaria quiere vigilar. De hecho, la DAC7 obliga a estas empresas a pasar información de usuarios cuando pasen de 2000 euros en ventas o más de 30 transacciones anuales, algo que empieza a ser sospechoso.
Y no, no significa que todos los que superen ese tramo vayan a ser sancionados. Todo va a depender de la supervisión de cada movimiento para detectar si existe esa búsqueda de un ingreso por encima de la inversión. Por ejemplo, que vendamos una prenda de ropa por encima de su precio de origen, vendiendo unos pantalones vaqueros de marca por encima de lo que nos costaron nuevos. Algo que esta norma europea detecta como una de esas transacciones sospechosas y que podrían mover una posible sanción. Si hay una ganancia patrimonial, ha de ser declarada.
Vender ropa no es algo negativo y favorece que la gente pueda darle una segunda vida a cosas que ya no usamos o no queremos, pero hay que vigilar cuando hay gente que pretende beneficiarse de esa realidad y especular con estos productos. Por eso, no debe hacernos caer la realidad de la nueva DAC7 en que debamos dejar de usar estas aplicaciones para encontrar gangas de segunda mano, sino que debemos entender que estos foros deben ser usados correctamente y que la ley perseguirá, únicamente, a quienes se salgan de la propia coherencia del funcionamiento de la misma.
Los consejos de los expertos
Esto hace que muchos expertos hayan querido responder las dudas lógicas de quienes usan estas aplicaciones y tratan de beneficiarse de una buena idea para un mejor aprovechamiento de la ropa y favorecer una sociedad menos consumista. Según los expertos, conviene tener muy en cuenta el borrador de la Renta para vigilar que no estemos produciendo superávit en nuestros ingresos.
En realidad, la mayoría de ventas entre particulares no generan ingresos y, por tanto, no deberían tener impuestos, pero conviene no olvidarse de ello para vigilar y no recibir una sorpresa en forma de carta de Hacienda. Debemos verlo, por tanto, como una forma de controlar que otros se aprovechen de manera interesada de lo que es una gran idea para aligerar el armario y sacar un ingreso extra sin que afecte a nadie.
 
			