De ser una iglesia a ser convertido en un centro de ocio y disfrute de la ciudadanía. En Dinamarca y más concretamente en el barrio de Absalón, en Copenhague, vecinos y turistas de la ciudad no dan crédito a lo que ha sucedido a lo largo de la historia con uno de los monumentos más icónicos de la capital danesa y, sobre todo, en lo que se ha convertido en nuestros días. De ser un sitio de culto en el que celebrar cada domingo las misas, a ser un lugar en el que se puede jugar al ping-pong o incluso bailar como si de una discoteca se tratase.
Una iglesia convertida en ocio
El primer vuelo de Pedro Blanco ha sido testigo de esta reforma regeneracional que se ha producido en uno de los templos más históricos de Copenhague. Situado en el barrio de Absalón, considerado como uno de los más pintorescos de toda la ciudad, quizás por ahí puede ir encaminado el cambio tan radical que se ha producido en esta iglesia. De dar sermones y ser lugar de feligreses cristianos, a ser un lugar donde la juventud disfruta de su momento de ocio. Marta, residente en Dinamarca habló con Pedro en su programa para contar con más detalle como es el día a día de este edificio reconvertido.
Esta iglesia, pese a cambiar de función, ha mantenido siempre su estructura original, lógicamente en algunas zonas reformadas, pero siempre manteniendo su idiosincrasia. La propia Marta confiesa que “Está pintado con colores vibrantes. Rojo, amarillo, azul… pero mantiene la estructura original, con techos altos y bóvedas. Es curioso”, asegura.
En los días de diario, los jóvenes y no tan jóvenes se juntan para pasar horas de ocio en las que pueden disfrutar de juegos de mesa o incluso del ping-pong. De hecho, ella misma confiesa que hay una mesa en la propia nave central. Además, es habitual ver a personas de todas las edades. Desde bebés, hasta personas mayores o incluso gente estudiando. “Cuando salgo, veo gente jugando al backgammon u otros juegos de mesa”, confesó Marta. Entre esas actividades, la propia protagonista le ha contado a Pedro Blanco que ella acude a esta iglesia a dar clases de pilates. Y junto a ella, muchas otras personas que no se lo pierden de manera semanal.
Por supuesto y a sabiendas de la demanda, este lugar tan representativo para toda la ciudad organiza unas 60 actividades semanales. Tanto para los más pequeños como para los más mayores. Todas las edades pueden disfrutar de ellas.
La iglesia que es una discoteca durante el fin de semana
Pero si sorprende su uso diario dedicado al ocio de los ciudadanos y turistas de Copenhague y del barrio, más lo hace cuando llega el fin de semana. A partir de ahí, el monumento toma otra perspectiva y se convierte en una discoteca. Marta asegura que en el centro de la Iglesia hay incluso una bola de discoteca, situada en la bóveda.
Estas alternativas fueron aceptadas tras una serie de propuestas que se llevaron a cabo por los ciudadanos. Desde una “discoteca silenciosa”, hasta un lugar para las denominadas “cenas comunes”. Todo ello lo podemos encontrar en uno de los sitios más especiales de Absalón. Por supuesto, fruto de ello, este lugar es uno de los más visitados de toda la capital danesa.
En definitiva, todo esto lo podemos encontrar en uno de los barrios más extrovertidos de Dinamarca. Este barrio es conocido por ser una zona de Copenhague muy animada y vibrante que cuenta, además, con una gran oferta de restaurantes, bares y cafés. Todo para hacer más enriquecedora la visita a Copenhague.
 
			