Hace un año, el nombre de Inexo saltó a la palestra como posible comprador del Real Valladolid, después de la suscripción de una carta de intenciones firmada por sus propietarios y por Ronaldo Nazário, que trascendió en mayo. Lo hizo después de que el brasileño reconociese, tras vender el Cruzeiro, que el club blanquivioleta sería “el siguiente”. Y luego, después del ascenso y de saberse que había sido rechazada esta opción, se durmió.
Se durmió, pero siguió ahí; latiendo, como la princesa del cuento. Los 28,7 millones de euros ofrecidos por el 66% del paquete accionarial que pertenecen al dueño del club podrían haber aumentado si hubiera aceptado este, aunque no lo hizo (incluso, durante la celebración del ascenso y antes de abandonar el Ayuntamiento casi a la carrera, descartó Ronaldo encontrarse en esas), esperando una mejor oferta que luego no llegó a concretarse, a pesar de los rumores continuos de que existen propuestas o, incluso, de que puede haber una cercana.
Presuntamente, las ha habido, y si han estado próximas, han procedido siempre de inversores americanos. Cabe recordar, en este sentido, que unos meses antes de que Ronaldo comprara el Real Valladolid se presentó la posibilidad de que el mexicano Ernesto Tinajero (dueño del Necaxa de su país) lo hiciera, aunque la operación no se llevó a término. Con intereses empresariales en la provincia, según ha podido saber este portal, hace unos meses valoraba de nuevo una entrada en el fútbol español, sin descartarse que se reactivara aquel anhelo.
Inexo seguía -y sigue- ahí
Estos rumores provienen, concretamente, de finales de 2024. Y cuando el arriba firmante tuvo acceso a dicha información, Inexo seguía ahí. La firma vallisoletana, por aquel entonces, había mantenido el interés en comprar el Real Valladolid, aunque, siempre según las fuentes consultadas, no era muy tenida en cuenta por parte del entorno de Ronaldo Nazário, a pesar de que con anterioridad había habido un cierto compromiso entre las partes.
Y mientras el club ha seguido depreciándose, debido a la deriva deportiva, y descapitalizándose, primero con ventas suplidas por cesiones y, ahora, con la pérdida de dos secciones que se decían estratégicas, la propiedad sigue en el aire. Según las últimas palabras pronunciadas por Ronaldo en Valladolid, ante el micrófono de Radio Marca, “no hay ofertas”, aunque tampoco aquí termina de haber algo concluyente (lo cual puede resultar algo llamativo; poner en duda lo que él dice ‘simplemente’ porque haya fuentes que indican lo contrario a periodistas).
En este sentido, el Diario de Valladolid publicaba hace unos días que Inexo ha presentado una nueva propuesta, por 29 millones de euros, pero ha sido rechazada. Profundiza dicho periódico que la constructora capitanea un grupo de empresas vallisoletanas que querría entrar en el club, siendo seguramente ellos a los que el alcalde, Jesús Julio Carnero, ha dado recientemente su ‘bendición’, que se ha reunido con algunos interesados.
Precio menor
Aunque recientemente en algunos mentideros se ha llegado a hablar de que el traspaso de acciones podría rondar los 35 millones de euros, el Diario de Valladolid fija la cifra en algo más; en unos 38 o 39. Menos de la mitad, en todo caso, de lo que se pedía hace dos años, si bien hay un matiz muy claro, y está en la clarísima desconexión que ha habido por parte de Ronaldo y su grupo de trabajo más directo de lo que pasa en Zorrilla, donde la actividad diaria continúa, como no podía ser de otra manera, aunque su jefe pise entre poco y nada.
“Tiene otra serie de compromisos”, justificaba días atrás en la presentación de la final de la Copa del Rey de rugby que se jugará en Zorrilla Jorge Santiago. “Tenía comunicación directa con el CEO anterior y la tiene con el actual”, explicaba el portavoz, a quien no le constaba respecto a una oferta más que lo que había “leído en la Prensa”. “Desde el club no las valoramos; es la propiedad la que tiene que hacerlo. Nosotros nos dedicamos a trabajar en el día a día esperando que las cosas mejoren”, aseveraba en el Ayuntamiento de Valladolid.