El delantero vallisoletano abandona el Real Valladolid de manera definitiva, tras rescindir el contrato que le unía al filial

Isma Casado ya no pertenece al Real Valladolid. El club anunció este viernes la rescisión del contrato que le vinculaba al Promesas hasta el final de la próxima campaña, oficializando así una salida esperada desde el primer día de la pretemporada. El delantero vallisoletano, que estuvo cedido en el Arroyo extremeño durante los últimos seis meses del pasado curso, dice así adiós de manera definitiva a la que durante años fue su casa.
Después de unos cursos irregulares en el juvenil de División de Honor, el atacante dio el salto al filial la pasada campaña. Sin embargo, apenas contó, debido principalmente a su falta de gol, prioridad para cualquier equipo en el balompié y recurso del que, en general, el equipo careció durante buena parte de la temporada.
Su sacrificio no fue suficiente para sumar más que ocho partidos –solo uno como titular– y 219 minutos, en los que no vio puerta. Sí lo hizo en el Arroyo CP, al que fue prestado en el mercado invernal, si bien no descolló y sus números tampoco fueron elevados: marcó dos goles en 428 minutos repartidos en trece encuentros, pobre bagaje de cara a tratar de afianzarse definitivamente en el Promesas.
Así, a las numerosas bajas provocadas por las conclusiones de los contratos, se le suman momentáneamente dos rescisiones, la de ‘Chino’ –como Isma Casado es conocido– y la ya conocida de Pelayo. Aunque a priori no se aguardan muchos más movimientos en el filial, su salida, como la de Adrián, si se llega a producir, podría permitir la posibilidad de que el filial siguiera reforzándose, algo casi descartado hasta la fecha por razones económicas y de licencias.
