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“Me encuentro muy cómodo como lateral”

Iván Alejo habla en una extensa charla con Blanquivioletas de su vuelta a casa y del momento actual en el que se encuentra el Real Valladolid

por Miguel Ruiz
3 de diciembre de 2025
en Primer equipo
Iván Alejo Valladolid

Foto: Blanquivioletas

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El momento no es el mejor, pero dar un paso adelante y querer estar delante de la Prensa es algo que encaja en lo que es Iván Alejo en este Real Valladolid. El futbolista nacido en Valladolid en 1995 está haciendo gala de una facilidad innata para entender el rol de líder dentro de un equipo que no está encontrando el camino. Canterano del Real Valladolid, cambió su escudo por el del Atlético cuando era solo un niño. El viaje no se quedó en Madrid; tuvo otras paradas antes de llegar al Cádiz, su refugio hasta la 2024/25, cuando se fue a Chipre. Tras una dura etapa en el APOEL, al fin, llegó su tan ansiada vuelta a casa.

Durante nuestra charla, Alejo está bastante tranquilo. Cómodo, como se le ve cada partido en el lateral derecho. Alguno dirá que porque no le apretamos, pero a nosotros nos gusta creer que es porque hablamos de lo que más le gusta, que es el fútbol. Se le ve intención de contestar a todo, como casi siempre. Hace un rato, ante las cámaras y en rueda de prensa, ha dicho mucho, más de lo que probablemente se esperaban muchos. Lo hizo porque vive el Pucela como uno más de los que pasan frío en la grada. Sin tapujos, como Alejo suele hablar.

Tras tu vuelta a Valladolid, ¿cómo vives ese primer partido en el que vuelves al José Zorrilla?

El primer día, contra el Ceuta, antes del partido estaba expectante, porque yo ya había jugado en Zorrilla como visitante, pero una vez fue sin público, otra vez fue en una situación en la que el Valladolid no estaba muy bien… Yo no solía ponerme nervioso antes de los partidos, pero ese día lo estuve. No lo entendía, pero luego, con el pitido final, tras ganar y cómo se ganó, sentí que todo había salido bien y que había logrado cumplir uno de mis sueños, sabiendo que eso en la vida no es fácil. Pero, a día de hoy, me vuelvo a poner nervioso antes de cada partido.

Y una vez aquí, con unas semanas ya de competición, ¿cómo notas a la ciudad contigo y cómo estás notando a la grada?

Cuando me fui, el equipo estaba en Segunda y recuerdo que había 8.000 o 9.000 espectadores, y el otro día nos asustamos porque había 12.000. Esto habla bien de la ciudad y del Real Valladolid. Antes la gente era del Real Madrid o del Barcelona y el Real Valladolid era su segundo equipo. Ahora es el primer equipo de muchísima gente, y creo que eso es algo de mucho mérito, que se ha construido poco a poco. En la ciudad, siempre recibo palabras de cariño y de ánimo; la afición conmigo está bien. La ciudad que percibe que tiene uno de los suyos en el campo y eso, exceptuando a Anuar, hacía muchos años que no pasaba.

Alejo Valladolid
Iván Alejo en uno de los partidos con el Pucela | Foto: Real Valladolid

Tú eres un extremo de toda la vida. De los que van pegados a la cal, de los de uno contra uno… Y, de repente, llegas al Real Valladolid cumpliendo un sueño y lo que te dicen es que te ven como lateral derecho. Como poco, es sorprendente. ¿Cómo encajas esa noticia?

Cuando hablo con Víctor [Orta], en la primera charla que tenemos, me dice que, por mis características, puedo ser un buen lateral, porque Guillermo Almada ya había tenido laterales que iban muy altos y que le gustaba que presionaran muy arriba. A él le gusta que presione el extremo al central y que lateral vaya con el lateral en impar, y eso a mí me viene bien, porque soy un jugador agresivo y ganador de duelos.

Cuando voy entrenando, me voy dando cuenta de que quizás la posición de lateral es la que mejor me puede venir, porque cuando tienes 30 años, la chispa, aunque no quieras, va disminuyendo y te cuesta más recuperar. Almada habló conmigo y me dijo que no me veía de extremo, que tenía mucha gente ahí, y me empiezo a hacer a la idea de que puedo ser importante ahí, aunque nunca me imaginé que fuera a tener la continuidad que estoy teniendo. Me estoy encontrando muy cómodo gracias a la idea que tiene a la hora de jugar. A lo mejor con otro entrenador no sería así, pero si con alguien puedo rendir bien de lateral es con Almada.

¿Te visualizaste rápido o tuviste un poco de revolución interior para intentar quemar la bala de convencer como extremo?

Me vi rápido, porque además me contaron que a él le gustaba que los extremos se metiesen dentro y el lateral fuese por fuera, y yo nunca he sido un extremo de ir dentro; no me siento cómodo en zonas interiores. Siempre fui un extremo con buen pie a la hora de centrar, de línea de cal, contrario a esa moda de los extremos a banda cambiada. Y en cuanto vi eso, analicé lo que él quería y le dije que estaba a su disposición, que pensaba que podía ser un buen lateral para su idea y me dijo que sí, que apretase, que podía tener oportunidades ahí. Nunca me vi como como extremo en este equipo.

Iván Alejo Valladolid
Iván Alejo, con el Valladolid ante el Ceuta | Foto: Real Valladolid

Estás pisando casi las mismas zonas que pisarías como extremo, en realidad, por lo que de ahí viene esa comodidad también para meter centros. Aunque hay algo que he percibido viéndote, y es que los centros que más peligro generan son los centros que metes desde zona de tres cuartos, una zona que te da metros extra para coger comba y generar peligro.

Sí, a mí me gusta centrar mucho en zona de tres cuartos, porque el central no suele referenciar al delantero, y pienso que es el centro que más daño hace, aparte de que a mí me gusta ese centro fuerte, un centro tenso y no llovido o con globo, pues de esas maneras le das más opciones al defensa de referenciar y marcar al punta. Ese centro, cuando va fuerte y viene desde tres cuartos, es mucho más complicado de defender. Y, además, ya no tengo la frescura para llegar siete, ocho o diez veces a la línea de fondo como tenía con 21 o 22 años, así que es mucho más sencillo para mí.

Precisamente con esa capacidad que tienes para para dominar ahí, cuesta pensar que no se puedan potenciar las soluciones en jugadas a balón parado, porque al Real Valladolid le está costando mucho. Podrías ser una buena herramienta para llegar ahí con peligro, incluso sumando dentro del área, ya que eres un eres un futbolista alto (1.86 metros)…

Me da bastante rabia que a balón parado no estemos haciendo goles, porque en los primeros partidos creamos ocasiones con Pablo Tomeo y el gol en Castellón viene de una jugada a balón parado. Además, somos un equipo que genera entre ocho y once saques de esquina por partido, que es una cifra muy alta. Tenemos condiciones para sacar mucho partido a eso y lo ensayamos, pero no estamos teniendo esa pizca de suerte. Contra el Málaga hay una de Torres que casi entra. Creo que poco a poco irán entrando y que deberíamos mucho más provecho a todas esas jugadas. Además, en Segunda División el balón parado es una de las facetas clave para estar arriba.

Nunca me había parado a pensarlo, pero es verdad que que con mi altura podría aportar algo más. La verdad es que nunca he sido un futbolista que sumara mucho a balón parado y nunca he entrado a rematar. No sé por qué, pero los entrenadores no me ven en esa faceta y tampoco es algo en lo que yo haya sido bueno a pesar de todo.

Víctor Orta, junto a Iván Alejo
Víctor Orta, junto a Iván Alejo | Foto: Blanquivioletas

Ya son siete tarjetas amarillas las que llevas hasta ahora, ¿Cómo gestionas la exigencia que pide Almada con ese nervio que tú tienes de manera natural?

Me preocupa, porque muchas de esas amarillas han sido más por por la fama que tengo que por justicia. Otras temporadas me han sacado tarjetas amarillas por hablar, porque siempre he sido de hablar mucho y protestar, porque soy un chico caliente en el campo y muy competitivo, pero este año únicamente me han sacado una amarilla por protestar y fue el día que le rompieron el pómulo a Amath.

El resto de amarillas han sido faltas tácticas por ir fuerte al rival, que es lo que nos exige Almada en el uno contra uno, ir fuerte, y esa exigencia de que no te superen en el duelo te crea un estrés que te puede llevar a hacer falta, es obvio. No obstante, cuando tengo amarilla, sobre todo, en los primeros minutos, me preocupo, porque sé que cualquiera de esos duelos me puede llevar a la expulsión. Otros entrenadores, cuando me sacaban amarilla, me cambiaban, porque sabían que yo era peligroso, pero la verdad es que Almada me está dando confianza.

Aunque haya estado amonestado, Almada me ha mantenido en el campo, y eso demuestra también que confía en mi madurez y en que sé jugar con amarilla, aunque no es fácil, y menos con algunos árbitros. El día de San Sebastián me sacan una amarilla que creo que no es ni siquiera falta y el árbitro me la saca para para que esté tranquilo, para que no le cree problemas durante el partido; luego me lo dice. A veces es complicado jugar y que los árbitros te respeten, pero bueno, es lo que toca.

Yo sé que desde fuera a veces se valora poco lo que se estudia dentro del vestuario, los datos que os dan, las horas de vídeo que echáis. ¿Cuál dirías que es el apartado del juego que mejor desempeñáis y que la gente menos valora desde fuera?

Creo que no se valora lo suficiente la presión alta que hacemos cada partido, y creo que es muy difícil ver un equipo en Segunda que apriete como lo hacemos nosotros los noventa minutos. Saltamos continuamente hacia adelante y lo hacemos sin preocuparnos demasiado de lo que dejamos atrás. Siempre presionamos al jugador más cercano y los equipos a veces ya ni siquiera nos juegan: golpean directamente porque saben que la presión que hacemos es asfixiante. Hablando con entrenadores de otros equipos, se sorprenden de lo que hacemos.

Se debería se debería valorar más lo que corremos, los metros de alta intensidad que hacemos, lo que llegamos a portería, las oportunidades que generamos… Obviamente nos faltan muchas cosas. Sobre todo, nos falta mejorar la definición; es una obviedad, si no, seguramente estaríamos en ascenso directo o muy cerca. Aun así, lo que hace este equipo me da pie a pensar que si hay una manera con la que podemos estar cerca de ascender es esta.

Alejo Valladolid
Alejo, en un lance ante el Zaragoza | Foto: Real Valladolid

Parece que se está cuestionando cada vez más a Guillermo Almada por los resultados de estas jornadas, así que me gustaría que nos ayudaras a entender mejor lo que le da y le pide a esta plantilla el uruguayo.

Trata a todos por igual, y eso es una virtud. A él le da igual que te llames Iván Alejo, Arnu o Mario Domínguez, porque te va a tratar igual que al resto. Eso te hace ver que es una persona justa y buena, que en el fútbol creo que buenas personas no quedan muchas. Además, tiene claro que su manera de jugar es la que nos puede a llevar al éxito. Es la misma que le ha llevado al éxito en Pachuca, en Barcelona de Guayaquil… Hay que entender que todo requiere un proceso. Ni en las tres primeras jornadas éramos el mejor equipo del mundo ni ahora tenemos que ponernos tan nerviosos.

Y te diré que las tres primeras semanas que estuve aquí lo pasé mal porque los entrenamientos eran muy, pero que muy exigentes, como nunca los he tenido en mi vida. Jamás. Y que creo que esa manera de trabajar, de entrenar, de presionar y de llegar al arco rival es la más útil y sencilla para llegar a Primera División. Él lo tiene muy claro y nos hace creer en ello. Ver a Almada después de una derrota es verlo jodido, pero sabe que es el camino y a mí eso me hace creer más que nunca. Me hace pensar que estamos en el camino correcto.

Ya que eres un líder dentro y fuera del campo, te quiero preguntar por algunos de tus compañeros. Sobre cómo los ves y, sobre todo, sobre cómo están funcionando este año. El primero es lógico porque juega a tu lado. Hablo de Pablo Tomeo.

Pablo Tomeo es muy inteligente y lee muy bien todas las situaciones; sobre todo, cuando yo salto al lateral y él tiene que salir a cerrarme. Hemos tenido muy pocos descuidos porque las carencias que tiene las tapa con eso. Además, nos da mucho a nivel de liderazgo, a pesar de no tener muchos partidos en Segunda, sobre todo con balón; da mucho con su pase interior a los que vienen por dentro.

Me encuentro muy cómodo con él y muchas veces ‘discutimos’ porque me pide que no vaya tan alto, que descuidamos la zona de transiciones, pero me entiendo muy bien con él. Es mi compañero de habitación, además, así que tengo una gran amistad con él y la verdad es que a nivel futbolístico es uno de los futbolistas que más me ha sorprendido.

Valladolid Almería
Tomeo le pasa el balón a Alejo | Foto: Real Valladolid

También quiero saber qué piensas de un jugador que juega justo delante de ti, en la misma banda: Peter Federico.

Yo creo que en estas últimas jornadas está siendo nuestro mejor jugador. A nivel de datos físicos, es una pasada lo que corre, lo que trabaja y lo que me ayuda a mí muchas veces con mi extremo. Eso es una tarea o una faceta que no se suele ver. Y luego, a nivel ofensivo, yo siempre le pido que sea más valiente y que encare. Él muchas veces va siempre hacia adentro y yo le digo que no, que se vaya hacia afuera, que es muy rápido y regatea bien.

Además tiene buen golpeo y entrena muy bien, aunque es verdad que el otro día se podía haber ido con dos o tres goles y en San Sebastián tiene otras dos situaciones claras. Creo que estas últimas jornadas ha sido nuestro mejor jugador, de verdad, y me entiendo muy bien con él porque, por mi manera de jugar, que me gusta mucho ir por fuera, el hecho de tener un jugador que tiende a jugar a banda cambiada por delante mío, metiéndose por dentro, creo que a mí me favorece mucho.

Ahora nos vamos a la banda contraria, a la izquierda, pero en tu mismo rol: Guille Bueno.

Creo que somos dos de los dos de los jugadores que más que más centramos en Segunda División y es un tío muy fuerte. Un tipo súper competitivo, que se enfada un montón en los entrenamientos cuando pierde. Es un chico joven, pero viene ya de estar en otro país y tiene experiencia. Ha sido una grata sorpresa. Tiene una zurda muy, pero que muy buena. Defensivamente es muy fuerte y creo que que le vino bien también cuando Garri aparece antes de la lesión, porque estaba muy bien, le quitó el sitio y creo que a Guille eso le puso las orejas tiesas perder la titularidad. Ahora está a un nivel muy alto.

Fíjate, me parece clave preguntarte por alguien que tiene un paralelismo con con tu realidad como pucelano y como jugador de cantera. Además, creo que se habla muy poquito de él y está haciendo una temporada maravillosa: David Torres.

Te voy a ser sincero: yo cuando lo veía desde fuera no me gustaba, pero lo tengo de compañero y es una pasada. No falla nunca. Está concentrado los noventa minutos y tiene una facilidad enorme para estar siempre atento a todo. Es increíble. Yo pensaba que él no era tan agresivo en los duelos cuando lo veía en la televisión y cuando estás con él se ve todo lo contrario, que es un tío agresivo y que si le pides que se dé contra una pared, el tío se da contra ella.

Es un soldado y yo quiero soldados así en mi equipo. Y los datos físicos, que en cada entrenamiento es el que suele hacer más, con mucha diferencia. Por eso, muchas veces hay que conocer al jugador y compartir vestuario con él para saber cómo es y qué es. Yo tenía una visión completamente diferente a la que tengo ahora y creo que David, ahora mismo, es capital para el equipo. Uno de los tres futbolistas más importantes a día de hoy para el Valladolid.

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