El adiós de Javi Sánchez al Real Valladolid se ha complicado en las últimas horas. Todo apuntaba a que la salida del central estaba muy próxima, puesto que el acuerdo con Hellas Verona para incorporarse a su disciplina hasta el 30 de junio de 2028 estaba encarrilado, si bien las últimas informaciones que llegan desde Italia hablan de una pausa en las negociaciones por razones médicas; debido a que el aún jugador blanquivioleta no habría pasado las preceptivas pruebas médicas por culpa de una recaída en los problemas físicos que le impidieron jugar el final de temporada.
Según ha informado el medio italiano Telenuovo, la entidad transalpina quiere tener garantías de una total recuperación antes de sellar un acuerdo que le comprometería por tres temporadas, tiempo suficiente como para solicitarlas. Así, tanto el mencionado medio como otros como Gazzetta dello Sport, hablan de que Hellas Verona se emplazaría a las próximas semanas para tomar una decisión definitiva, una vez se compruebe cómo van evolucionando esas molestias físicas y la dolencia que tiene Javi Sánchez.

Javi Sánchez, del adiós a la incertidumbre
Este frenazo en las negociaciones para su adiós deja al zaguero en una situación extraña, después de que, tal y como informaron Blanquivioletas y La 8 Valladolid, su entorno informase al Real Valladolid de que su deseo era acogerse a la cláusula liberatoria que existe en su contrato y que le permite abandonar gratis el club después del descenso. Con base en esta puesta en conocimiento de su intención de irse, así como de esa pausa, que no ruptura en las negociaciones, cabe preguntarse cuál será el siguiente paso de Javi Sánchez y el Pucela.
No en vano, inicialmente estaba prevista su llegada a Valladolid estos días pasados, a fin de incorporarse de manera paulatina a la pretemporada del equipo, que comenzará oficialmente el lunes, si bien ya hay jugadores realizando actividades diversas en Zorrilla, empezando por las pruebas médicas habituales de cada verano que llevaron a cabo los catorce jugadores de la cantera que está testando el club a fin de ver su capacidad física para ponerse o no a las órdenes del futuro entrenador una vez comience dicha preparación, así como Stipe Biuk y Torres.
Si tan cercano estaba su adiós una posibilidad puede ser que reciba un permiso excepcional para que esa última fase del proceso de recuperación se produzca trabajando por su cuenta, sin llegar a ser parte de ese vestuario en el que era capitán, pero del que se quiere marchar (la vía que podría considerarse como la más honesta por parte del jugador). La otra alternativa parece que vuelva como si nada hubiera pasado, aun a sabiendas de que sí puede pasar, y de que si se recupera en la forma que espera, se marchará a un Hellas Verona que no le ha cerrado la puerta de manera definitiva.
 
			