Jesús Martínez vuelve este verano a Los Anexos después de jugar durante la temporada pasada cedido en el Barakaldo y lo hace como el niño que ha crecido, pero no lo suficiente como para vestir talla de adulto. Por lo menos, tal pareciera que es así a ojos del Real Valladolid, que, en primera instancia, y antes de que llegara la dirección deportiva de Víctor Orta, no tomó en consideración al mediocentro cántabro para citarlo ni entre los canteranos que empezaron las pruebas médicas durante esta semana ni entre quienes comenzarán a partir del lunes la pretemporada ya oficialmente.
Sucede a menudo cuando un menor está en crecimiento, que la talla de niños no le queda y la de mayores le sobra, una metáfora que se puede aplicar con un Jesús Martínez que ya conoce la dinámica del primer equipo, puesto que estuvo en ella antes de que se produjera el último ascenso a Primera División a las órdenes de Paulo Pezzolano. No en vano, su temporada 20223/24 fue en crecimiento; empezó con dudas a su alrededor sobre si estaba preparado para tener protagonismo en el Promesas y las resolvió todas, mostrando, sobre todo, una cara muy competitiva que el entrenador uruguayo valoraba positivamente, como también en las oficinas.
Aunque hubo alguna demora en las negociaciones, el verano pasado el club apostó por él y por que saliera a préstamo a un Primera RFEF, tal y como así sucedió con el Barakaldo. Ciertamente, en la localidad fabril no se terminó de convertir en un insustituible, penalizado por la apuesta de Imanol de la Sota, su entrenador allí, por jugadores con mayor experiencia en la posición. A la postre, totalizaría 813 minutos, repartidos en veintinueve encuentros, de los cuales en solo ocho arrancó como titular, si bien sus sensaciones fueron buenas.

¿Vuelta al filial de Jesús Martínez?
Terminada esta experiencia en la categoría de bronce, el escenario primero que se le abre a Jesús Martínez pasa por imitar lo que hizo Mario Maroto: volver para ser capital en el centro del campo del Promesas. Adquirida esa treintena de apariciones con un equipo totalmente sénior, y después del ascenso del vallisoletano al primer equipo y de la salida de Adrián Verde, una vez acabó su contrato, el cántabro puede tener ante sí la oportunidad de asomar en el primer plantel siguiendo una ruta diferente a la de comenzar con él directamente, que pase por arrancar fuerte la preparación con el filial para ser -efectivamente- referente y reivindicarse.
La alternativa sería mirar de nuevo al mercado, una cuestión que, según ha podido saber Blanquivioletas, no está del todo descartada a día de hoy, puesto que ha recibido el interés de otros clubes; entre ellos, de uno de la primera división uruguaya. En ese caso, el Real Valladolid tendría bastante que decir, puesto que tiene un año más de contrato, hasta el 30 de junio de 2026, y, según ha podido conocer también este portal, se cuenta con él para que acompañe a jugadores más jóvenes como Rulo o Juan Carlos Murcia y otros como Iker Ivorra.
Tanto es así que, en las últimas fechas, el Real Valladolid ha rechazado diferentes ofrecimientos de futbolistas que actúan en el centro del campo, entendiendo que la posición está bien cubierta y contando entre las piezas que se pondrán a disposición del técnico del filial en las próximas semanas al propio Jesús Martínez. Desde que llegara del Levante en 2022, el cántabro ha mostrado ser un mediocentro de posición aguerrido, aunque con rigor táctico, cuya evolución ha ido siempre hacia arriba en el trato con balón. Así lo constató en el Barakaldo, donde, pese a salir a menudo en segundas partes, rondó en 80% de acierto en el pase.
 
			