El extremo onubense reconoce encontrarse cada día mejor y ansioso de que comience la competición

Aunque tardó en incorporarse, Juan Villar fue la primera cara nueva anunciada por el Real Valladolid para su nuevo plantel. A tenor de lo visto en lo que va de pretemporada, se prevé que uno de los duelos más interesantes del curso sea el que él y Guzmán librarán por un puesto en el once inicial.
Todavía quedan varias semanas para que la competición oficial comience, pero el onubense está ya ávido de que ruede el balón liguero. Y con la confianza para intentar hacerse “un hueco” y “dar el máximo desde el principio para ponérselo al Garitano lo más difícil posible”. Por ambición, en definitiva, no será, en su retorno a Segunda, tras tres años con el Cádiz en Segunda B.
Después de estas semanas se revela “muy contento”, toda vez que los compañeros le han acogido “muy bien”. Además dice que cada día se va encontrando “más a gusto y con más confianza”, palabra, esta repetida en varias ocasiones en la rueda de prensa que ofreció para los medios destacados en Mondariz este viernes. En una concentración en la que cuenta que su nuevo técnico y su equipo han ido subiendo el listón, algo a lo que se ha adaptado.
Sin citar la palabra ascenso, sabe “lo que conlleva jugar en el Real Valladolid, que es importante dar el máximo y llevarlo a donde se merece”. También que será “fundamental” el apoyo de la afición, y que si el plantel da el máximo en el campo, “el apoyo de la grada y la ilusión irán a más” en pos de que el objetivo se consiga.
Para colaborar con este objetivo, han de llegar aún varios refuerzos más. Es sabedor de ello, aunque no entra en exceso a valorar: “Son cosas del director deportivo. Cuanto antes lleguen mejor nos vamos a conocer y encontrar, pero llegarán cuando tengan que llegar. Estamos tranquilos y trabajando, les recibiremos con los brazos abiertos”, concluyó el atacante andaluz su intervención.
Los veinticinco disponibles
Juan Villar compareció ante los medios después de una nueva sesión de trabajo sobre el césped de A Lagoa, la penúltima en Mondariz. Gaizka Garitano pudo contar con los veinticinco jugadores desplazados en un entrenamiento que duró unos cien minutos, previo a otra práctica de crioterapia natural en el río Tea.
Este sábado, a las diez y media de la mañana, tendrá lugar en el mismo tapiz del feudo de Mondariz el último entreno en tierras gallegas. Después de comer, y tras un preceptivo descanso, el Real Valladolid se desplazará a Pontevedra para disputar desde las ocho de la tarde el XXXIX Trofeo Ciudad de Pontevedra ante la entidad granate, que regenta el estadio de Pasarón.
