El portero del Real Valladolid Promesas pasó por los micrófonos de Blanco y Violeta para analizar el triunfo de su equipo en Luanco, ante el Marino

El murmullo del autobús del Real Valladolid Promesas a la vuelta a Pucela, tras vencer en Luanco ante el Marino, era alegre, como no podía ser de otra manera. En pleno viaje, Julio, guardameta del filial, atendió la llamada de Blanco y Violeta para transmitir esa alegría, toda vez que el triunfo ayuda a mantener la sexta plaza y al objetivo de Rubén de la Barrera para la primera vuelta, que es sumar treinta puntos.
No fue sencillo, debido a las condiciones del terreno de juego. “Los tres puntos eran importantes, da igual salir hasta arriba de barro. Sabíamos que iba a ser un partido muy disputado y que por el estado del campo no íbamos a poder desarrollar nuestro juego de toque, pero todo ha salido bien”, manifestó el cancerbero vallisoletano.
La anécdota del encuentro fue que Julio debió jugar con la remera amarilla del portero rival. Y no le dio mal fario. Así lo explicó: “Fue una anécdota graciosa. Llevamos camisetas de tres colores, rojo, negro y gris, pero los árbitros han dicho que no podía jugar con ella por coincidencia de colores. Al menos me ha dado suerte para mantener la portería a cero”.
Lograrlo de nuevo ayudó a conseguir el segundo triunfo de manera consecutiva, que valida las sensaciones del meta de que la temporada “está siendo extraordinaria”. “Nadie se esperaba que íbamos a hacer una temporada tan buena”, afirmó, además de comentar que, para él, el equipo “no tiene límites”.
Escucha AQUÍ la entrevista completa a Julio en Blanco y Violeta.
