Sigue llamando poderosamente la atención el desempeño de Juma Bah desde que apareciera en Valladolid y debutara a las órdenes de Paulo Pezzolano. Desde ese día, poco más que elogios para la figura de un central que no parece poder dejar de crecer. Su edad, sin duda, permite que así sea, pero el recorrido que está haciendo Juma, en pleno ascenso vertiginoso, también ha llegado a su propio país y selección. Sólo un tiempo después de haber abandonado su ciudad de origen y su país, Sierra Leona sabe que tiene un diamante disponible para la defensa de su combinado nacional.
Y es que los elogios se le acumulan al exdefensor del Real Valladolid. Durante esta ventana internacional, con un bagaje de una victoria frente a Guinea-Bisáu (3-1) y una derrota frente a Egipto (1-0), Sierra Leona ha podido ver más allá de los resultados. Juma se perfila como un jugador ganador de duelos, especialista en no perder los nervios en la defensa y, sin duda, su experiencia en Europa, primero en España y ahora en Francia, a lomos del Lens, le está dando un poso especial para aprovechar su formación y destacar aún más en sus citas con Sierra Leona. Es recurrente ver a aficionados y profesionales del fútbol en África valorar las aptitudes de un Juma Bah al que ya en España se le vieron cosas impropias para su edad y su trayectoria futbolística.
Con sólo 18 años, Abdulay Juma Bah suma ya dos partidos oficiales con su combinado nacional, algo que se le resistía a pesar de las convocatorias y que ahora, aprovechando cada uno de sus minutos en el campo para lucir como defensa, está sabiendo ganarse. Algunos ya dicen que estamos ante el mejor defensa de la historia de Sierra Leona y, quizá, uno de los más grandes de la historia de su país. Una valoración, quizá, algo grotesca por la edad y el recorrido, pero con el peso de la sorpresa y la velocidad de Juma para ascender en la élite.
