Aunque para muchos el aterrizaje de Robert Kenedy en Pachuca parecía más un favor al Pucela que una operación que los Tuzos persiguieran por su valía, la realidad es que no ha sido, ni mucho menos, anecdótico su paso, hasta ahora, por México. El fichaje tenía la etiqueta clara de ser su último tren para reencontrarse con el fútbol, pues, a sus 29 años, el extremo brasileño desembarcaba en la Liga MX desde el Real Valladolid para intentar aportar algo de lo que se creía que tenía tiempo atrás.
Del desborde, de la pegada y del colmillo competitivo se conoció muy poco en Pucela, más allá de algún gol contado. De hecho, su perfil encaja con una liga que premia a los atacantes con atrevimiento y golpeo y en los Tuzos ha encontrado un ecosistema de ritmo alto, amplitud por fuera y mucho volumen en campo rival que le regala un contexto clave. Pues, tras una trayectoria europea zigzagueante, el brasileño necesitaba continuidad y confianza que en el último partido ha sido contestada con un buen gol en el último duelo entre Pachuca y FC Juarez en la Apertura de la Liga MX.
Kenedy se siente arropado en México
No se puede negar que, en Hidalgo, Robert Kenedy ha empezado a recibir cariño y confianza y su primer tanto ha servido como termómetro de un proceso que, por fin, apunta en la buena dirección. El estreno goleador llegó ante FC Juárez, en un balón suelto tras un córner, en el que su control orientado y un zurdazo seco a la escuadra sirvió a los visitantes para firmar el 1-1 y desatascar un partido en la frontera.
brasileiro KENEDY solta o pé e empata o jogo na fronteira
Primeiro gol de Kenedy com a camisa dos Tuzos
Juárez 1×1 PACHUCA #LigaMXBrasil pic.twitter.com/ZngEOQmQAa
— LIGA MX BRASIL (@LigaMexicanaBR) October 18, 2025
Un gol de buen atacante, atento a la segunda jugada y con técnica para castigar de media distancia. Un golpeo violento, imposible para Roca, guardameta de Juárez. El encuentro terminó con reparto de puntos, pero el impacto de Kenedy fue inmediato, pues apareció entre líneas, estiró por fuera y se asoció con los interiores para atacar el pico del área partiendo como titular y dando 78 minutos muy completos.
Está claro que esta acción dibuja lo que Pachuca le pide en campo contrario. Esa agresividad tras pérdida, esa capacidad de llegar al remate desde el costado derecho y esa determinación para finalizar cuando el equipo instala su ataque posicional cerca del área rival. Acompañando a atacantes como Enner Valencia o Oussama Idrissi, el papel de Kenedy parece claro para Jaime Lozano, que ya le ha dado en el campo 471 minutos en esta Liga MX 25/26.
El contexto también ayuda. Pachuca cerró a finales de mayo la etapa de Guillermo Almada, precisamente hoy técnico del Pucela, y dio al mando a Lozano, técnico con una propuesta reconocible y que no iba a tratar de romper con la dinámica que dejó el uruguayo: presión coordinada, bandas profundas y carriles interiores abiertos para que los extremos ataquen por dentro o castiguen a pie natural. En ese libreto, Kenedy se mueve como un interior largo cuando el lateral proyecta y como extremo de uno contra uno cuando el rival se cierra.
Un paso amargo por Pucela
En Valladolid, Kenedy no fue capaz de salir del meme. Sus lesiones continuas y su falta de forma hicieron confiar poco a los aficionados en que el brasileño pudiera acercarse a las sensaciones que llegó a dar en muchos puntos de su carrera como futbolista. Aunque firmó actuaciones puntuales que tuvieron cierto peso, como en aquella remontada con doblete ante el Racing de Santander en Segunda, nunca consiguió la continuidad como para argumentar su alta ficha y su mal rendimiento en el campo.

México apareció como una solución para todos a las puertas del Mundial de Clubes. Pachuca asumió prácticamente toda su ficha y ató una opción de compra, mientras el Valladolid aligeró su mayor salario y pospuso la decisión definitiva al rendimiento del jugador en un entorno competitivo y con cierto altavoz internacional. Para Kenedy, el intercambio ha sido vital para sumar minutos, aportar en un rol concreto que le hace mostrar su nivel y tomar un escaparate notable dentro de un equipo valiente y muy seguido como Pachuca.
Pachuca necesitaba un competidor en ataque y su confianza se premia con el gol de Kenedy en Juárez. Goleando, precisamente, a un equipo donde milita otro exblanquivioleta, esta vez de los despachos, pues Fran Sánchez, director deportivo hoy del conjunto mexicano, operó en Valladolid de 2021 a 2023. Un gol que, más allá de su valor, le sirve también como reivindicación personal de su talento.
Quizá a Kenedy le faltaba una secuencia de partidos para que apareciera con naturalidad su virtud como futbolista y, seguramente, equilibrar la capacidad del jugador a la exigencia de una categoría y a una realidad futbolística adecuada. Un escenario completamente alejado de las críticas constantes que se había ganado en España y, especialmente, en el José Zorrilla.
