Pese al descenso de la Unión Deportiva Salamanca a la Segunda División B, el canterano podría enfrentarse de nuevo al club que le vio dar sus primeros pasos en el profesionalismo enfundado en la camiseta amarilla del filial del Villarreal.

Dos de septiembre de 2007. Jornada número dos en la primera división. Real Valladolid y Deportivo de La Coruña empatan en el Nuevo José Zorrilla a dos goles. José Luis Mendilibar da indicaciones a la segunda de sus sustituciones.
El salmantino Kike López, punta del Real Valladolid Promesas, se dispone a debutar en la máxima categoría del fútbol español.
Cuando entra, Riki acaba de hacer el gol del empate para los deportivistas. El canterano debe moverse por la zona de tres cuartos con la velocidad con la que acostumbra a hacerlo con el filial, actuando primero por detrás de Joseba Llorente y junto a Bartholomew Ogbeche al final.
No logra cumplir con el objetivo marcado de dar los tres puntos a los blanquivioletas, pero aquellos que aún no lo conocían apuntan su nombre para ocasiones posteriores.
José Luis Mendilibar vuelve a contar con él en la octava jornada, frente al Athletic de Bilbao. Los leones vencen uno a dos, después del gol de Víctor, anotado de penalty en el 70′. Dos después, Kike aparece como reacción a un tanto propio. Pone en liza al canterano junto a Víctor y Ogbeche. Kike sustituye a nada menos que García Calvo.
Tampoco entonces tiene suerte, pero a Mendilibar no le importa. Vuelve a citarlo una semana después para aquel encuentro del Sadar ante Osasuna en el que los blanquivioletas desperdiciaron en seis minutos sus dos goles de renta. Aquel en el que , en los pamplonicas, Dady se destapó como el goleador que nunca más fue. Todo ello Kike lo ve desde el encuentro.
Desde ahí arranca en el Vicente Calderón el partido correspondiente a la decimotercera jornada. Con empate a tres en el marcador, sustituye nada menos que a Víctor Fernández. Con él en el campo, Pedro López hace en propia meta el cuarto gol colchonero. En las dos jornadas sucesivas volvería a ser citado por el técnico del primer equipo, pero no volvió a participar.
En sus tres actuaciones con los García Calvo, Víctor o Llorente acumuló apenas 33′. Más fueron los que sumó en el Real Valladolid Promesas antes de su salida en el mercado invernal, cuando puso dirección al Polideportivo Ejido de la segunda división. Tampoco allí logró hacerse con un hueco en el equipo titular, y apenas anotó un gol en los nueve partidos que disputó con un equipo que terminó cayendo a la Segunda División B.
El verano previo a la temporada 2008/09, como ya había ocurrido en la anterior, se erigió como uno de los protagonistas de la preparación del equipo que otra vez dirigiría José Luis Mendilibar. Fue de nuevo uno de los máximos goleadores de la pretemporada, pero una vez más partiría con ficha del filial.
Disputó la segunda mitad del encuentro frente al Espanyol (0-1) que abría la campaña, en sustitución de Borja Fernández. En el séptimo, ante el Recreativo de Huelva, sería Henok Goitom el sustituido para darle entrada. En la siguiente semana, la octava de competición, las bajas le abrieron las puertas de una titularidad que no aprovechó, pues nunca más volvió a entrar en los planes de José Luis Mendilibar.

Con una participación bastante testimonial del salmantino, la temporada volvió a cerrarse con la salvación del Real Valladolid en el último suspiro. Sin embargo, de pocas alegrías o ninguna más pudo ser partícipe Kike López a partir de entonces, debido a la decisión del club de intercambiarlo por el actual jugador del Promesas Antonio Amaro, entonces en la Unión Deportiva Salamanca.
Su salida no fue excesivamente discutida por la afición blanquivioleta, ya que si bien se trataba se una de las más firmes promesas del club, no había terminado de cuajar en una temporada donde Oldoni, Ogbeche o Goitom no se destaparon precisamente como delanteros de una gran categoría.
En la Avenida Mundial ’82, no obstante, decidieron guardarse las espaldas con una opción de recompra que jamás sería ejercida, a pesar de que los rumores de su vuelta a la capital vallisoletana no cesaron hasta este mismo verano, toda vez que en Salamanca sí logró mostrar su mejor versión gracias a la continuidad que le brindaron los distintos entrenadores con los que debió trabajar.
Con Juan Carlos Oliva, en la primera de sus dos campañas en el equipo de la ciudad que le vio nacer, disputó la nada desdeñable cifra de 1754 minutos -equivalente a casi veinte partidos completos- a lo largo de 33 encuentros, en los que anotó cinco goles actuando siempre por detrás de una referencia.
La pasada temporada compartió vestuario con otro jugador salido de la cantera del Real Valladolid, Sergio García, que llegó también a debutar con el primer equipo en primera división de la mano de Onésimo Sánchez. Uno y otro, Sergio y Kike, fueron partícipes de la derrota (1-0) de la Unión Deportiva Salamanca en un césped, el del José Zorrilla, que pisaron en su estreno en escalafón más alto del fútbol nacional.
Mientras el zamorano apenas saltó al terreno de juego en ocho ocasiones, Kike -titular en aquel encuentro y suplente en el 5-0 de la segunda vuelta- fue pieza importante en el entramado tando de Pepe Murcia como de Jorge D’Alessandro (flamante entrenador del Nàstic de Tarragona), llegando a disputar 2708 minutos -algo más veinticinco partidos completos-, en los que celebró seis goles.
No fueron suficientes para evitar la caída de la Unión a la Segunda División B, pero sí para que uno de los focos de atención de este verano en la categoría de plata estuviese sobre él y sobre su destino. Después de rechazar firmar por el Granada y ser cedido al Cádiz y de especularse con su vuelta a Valladolid o su salida en dirección a Murcia o Almería, firmó por el filial del Villarreal, con el que podría volver a pisar el césped de Zorrilla este sábado.
Unas molestias físicas le impidieron formar parte del equipo que venció en la última jornada al Almería, pero hasta la fecha no está confirmada la ausencia de un jugador que hasta la fecha ha disputado, en lo que va de temporada, 366 minutos en siete encuentros distintos.
A pesar de no ser indiscutible -en parte, por culpa de esos problemas físicos-, Kike se está destapando como un buen jugador de tres cuartos y uno de los varios socios de lujo que hasta la fecha se ha encontrado Joselu, pichichi de la categoría con diez tantos.
Dados los problemas que tiene en el ataque el primer equipo, no es descartable que de cara al fin de semana éste vuelva a formar parte de la lista de convocados de Juan Carlos Garrido. De ser así, si Kike se recupera de sus problemas, a buen seguro podrá volver a enfrentarse, por segundo año consecutivo, al equipo en el que no pudo triunfar.
			