El futbolista manchego llega cedido del CD Lugo después de jugar la pasada temporada en el Cerceda

Miguel Rivera tiene ya a su disposición con un nuevo mediocentro. Se trata de Kike Pérez, octavo fichaje realizado de cara a la temporada que se aproxima para la disciplina del Real Valladolid Promesas. Natural de Toledo aunque criado en la cantera del Rayo Vallecano, llega cedido por el CD Lugo, si bien el Pucela se reserva una opción de compra sobre un jugador que, al igual que Pedrosa, jugó la pasada campaña en el Cerceda.
Pérez fue internacional en categorías inferiores cuando militó en el conjunto de la franja, en el que formó parte de histórico plantel que hizo doblete –Liga y Copa del Rey– en 2015, en el que fue importante hasta el punto de que un gol suyo supuso el logro copero. Compañero a menudo en la medular de Pablo Clavería, quien llegó a debutar aquel curso, al año siguiente hizo la pretemporada con el primer equipo a las órdenes de Paco Jémez, como lo haría luego con José Ramón Sandoval.
Tras militar dos temporadas en el Rayo B, se encontró sin hueco en el filial en Tercera, pero lo halló un poco más arriba. Víctor Moreno, director deportivo del CD Lugo, que ya lo había querido fichar para el Albacete, apostó por él y lo firmó para los lucenses.
Lo hizo el verano pasado con un contrato por dos años más un tercero opcional, si bien el convenio de colaboración con el Cerceda permitió que debutara en la Segunda División B. En el conjunto coruñés disputó veintinueve partidos y marcó cinco goles, que le convirtieron en una de las pocas notas positivas de un equipo que pronto entró en barrena y que sufrió impagos. Pese al descenso, el año supuso un aprendizaje importante para él.
Y aunque comenzó la pretemporada en el Lugo, donde anteriormente había sido considerado “una oportunidad de mercado”, Javi López no terminaba de contar con él, lo que abrió la puerta a otra de esas oportunidades: la de recalar en el Real Valladolid. Mediocentro de toque y de gusto por el trato de balón y dominio de la posesión, tiene calidad y visión de juego, por ejemplo, para unas incorporaciones desde la segunda línea que le hicieron ver puerta en varias ocasiones en su estreno en la categoría.
A sus veintiún años –cumplirá veintidós en febrero– llega a una medular que ya contaba con Carrascal, con el promocionado Pablo Orea, los dos de un perfil más defensivo, y con el también incorporado El Hacen, jugador más físico y también con llegada, aunque quizá un tanto menos creativo de lo que se espera de Kike Pérez, quien, curiosamente, como su antiguo y nuevo compañero Dani Pedrosa, fue expulsado en el encuentro de O Roxo ante el Promesas de la pasada temporada
