El conjunto alfarero, único superviviente de Segunda en Copa del Rey, alcanzó por primera vez los cuartos de final gracias a un gol del canterano del Real Valladolid. El Deportivo Alavés será su próximo rival

Aunque cada vez menos, la Copa del Rey es el torneo de las historias emocionantes. Atrás quedaron aquellos años en los modestos militantes en la Segunda División B eran capaces de hacer doblar la rodilla a los de Primera, en parte debido al dichoso formato, que propicia cada vez menos gestas humanas y alimenta más a monstruos.
Incluso a los equipos de Segunda División se les hace cada vez más difícil acceder a las últimas rondas. Bien es verdad que en la temporada 2011/12, mientras jugaba una categoría por debajo, el CD Mirandés llegó a semifinales tras eliminar a varios equipos de ‘La Liga de Las Estrellas’, y que dos años antes la AD Alcorcón propinó un sonoro tortazo en una ronda a doble partido a todo un Real Madrid. Sin embargo, basta con ver que a los octavos de final de esta edición solo pasaron el conjunto amarillo y el Córdoba CF para ver que la dificultad es real.
Lo es, en buena medida, porque la doble eliminatoria permite al grande enmendar en la vuelta cualquier tropiezo de la ida, y porque a veces los pequeños, sabedores de lo difícil de la empresa, directamente reniegan. No es el caso del conjunto alfarero, que venció en dieciseisavos ante el Espanyol y se deshizo en octavos del otro ‘segunda’ para plantarse en cuartos de final por primera vez en su historia.
Lo hizo, además, con un canterano del Real Valladolid en sus filas y siendo importante: Iván Alejo. El veloz atacante formado en las categorías inferiores del Pucela hasta su salida con dirección al Atlético de Madrid en su primer año de juvenil consiguió el gol de la victoria y que certificaba el pase en el minuto 68 de un choque disputado en el Nuevo Arcángel.
Por si con él fuera poco, el equipo madrileño está dirigido por otro exintegrante de la base blanquivioleta, Julio Velázquez, quien sustituyó en la jornada diez al rumano Cosmin Contra. El técnico salmantino, vallisoletano de adopción, comenzó su periplo en el club dirigiendo al Juvenil de División de Honor y entrenaría luego al Real Valladolid Promesas, con quien llegó a disputar una promoción de ascenso a la Segunda División B.
Si bien en liga los alcorconeros marchan en decimoséptima posición y luchan por huir de los puestos de descenso, que se encuentran a un solo punto, en la competición copera han sido capaces de reeditar aquel histórico ‘Alcorconazo’ plantándose en unos cuartos de final en los que se enfrentarán al Deportivo Alavés, rival en Segunda hasta el año pasado.
Por lo tanto, sin desmerecer a los babazorros –duodécimos en Primera–, y aunque haber jugado contra un rival europeo habría garantizado una recaudación mayor, el Alcorcón puede soñar con seguir haciendo historia y defendiendo el honor de La Liga 1|2|3 superando una ronda más, la quinta –dos más que el Alavés– para alcanzar las semifinales. Todo con dos exblanquivioletas en el vestuario.
