Juan Ignacio resalta la importancia de la grada en el “vital” partido contra el Valencia, un equipo que llega a Zorrilla “herido”, pero al que el Real Valladolid debe mostrar su mayor “necesidad”

Foto: Real Valladolid
El término final, en el mundo del fútbol, definitivamente, se ha pervertido. Está viciado, porque, cada vez más, aquellos que lo usan lo utilizan como sinónimo de partido importante, en parte, con lógica, pues de una final uno puede salir abatido, como si no hubiera mañana o como si este fuera un nuevo amanecer, tortuoso, en el infierno.
Donde difieren los dos términos asimilados es en que, como decía el maestro Sabina, al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos. O no deberían, vaya. Porque, cuando uno se encuentra en la situación del Real Valladolid, o de algún conjunto parejo, este punto lleva siempre –bueno, siempre; de momento, más bien– tras de sí otros dos esperanzadores, que indican que aún hay tiempo.
Aunque Juan Ignacio Martínez, su técnico, es consciente de que este se acaba. De que solo quedan siete finales –vaya…– para que la Liga expire –ahora sí–. De ahí que considere “vital” la más cercana, la del domingo, en el Nuevo José Zorrilla ante el Valencia Club de Fútbol.
Son, los de Juan Antonio Pizzi, un rival “herido”, en el orgullo y la autoestima, no ya por la pobre campaña que está completando, que también, sino porque el resurgir que parecía estar experimentando con su nuevo técnico está resultando ser de pega y continúa irregular.
Así lo demuestran sus tres últimos partidos, ante Almería, Getafe y Basilea, especialmente este último, en el que parecían haber puesto todas sus expectativas para salvar la temporada. Así se percibió en el ambiente y así lo cree Juan Ignacio Martínez, quien dijo que espera que lleguen “fastidiados”, con un equipo “muy competitivo”, que “no se dosificará” y que le pondrá al suyo las cosas “muy difíciles”.
Esta molestia podría destapar una sed de venganza contra quien nada tiene que ver con su situación actual, un Real Valladolid que, lejos de ser inocente, ha de intentar “demostrar” que ahora mismo se está jugando algo tan “importante” como es “mantener la categoría”. “Con el máximo respeto al Valencia, tenemos que sacar fuerzas de cualquier sitio. Tenemos que competir como el día del Almería y sacar el partido sí o sí“, considera Martínez.
Parte de estas fuerzas, alegó, pueden y deben venir, de nuevo, de la hinchada. “Desde el minuto uno tenemos que demostrarles nuestra necesidad. Debemos ser nosotros mismos, mostrar ese espíritu y sentir el de la afición. Con su aliento, nos van a llevar al éxito que últimamente estamos consiguiendo“, espetó el técnico.
El envite cobra una mayor relevancia, si cabe, si se tiene en cuenta que, en esta jornada, antes de que el balón ruede en Zorrilla, se producirán varios enfrentamientos entre rivales directos que también tratan de huir de la quema. En palabras del preparador alicantino, por ello, una victoria supondría dar “un paso de gigante”, por lo que calificó el envite de “oportunidad importantísima”, más aún sabiendo que su conjunto mantiene la “asignatura pendiente” de sumar dos triunfos de modo consecutivo.

Continuando con el rival, el entrenador del Real Valladolid explicó que es “muy ofensivo y busca constantemente la portería”, que les hará “sufrir mucho” en el apartado defensivo, algo de lo que deben estar “concienciados”, como de que, en las alternativas que se produzcan, deben ser “muy fuertes” en ataque.
Esto puede pasar por volver a utilizar la dupla formada por Manucho y Javi Guerra en el frente del ataque, algo que no está confirmado, ni tampoco descartado. “El once del Almería compitió muy bien. Tengo alguna seria duda en la zona ofensiva, pero entre esas dudas está la posibilidad de repetir“, explicó Juan Ignacio, que, ante las bajas en defensa que presentará el conjunto ché, espera que juegue Rubén Vezo acompañado de “Barragán o un mediocentro”.
Con todo, incidió Martínez en que deben hacer sus “deberes e intentar sumar puntos para la permanencia”, aun a sabiendas de que la empresa es “complicada”, por el nivel de exigencia en el que llegará el Valencia. Lo bueno, en su opinión, es aunque aunque puede haber “sorpresas”, los blanquivioletas no necesitan hacer “cuentas de la lechera”, sino que dependen de sí mismos.
Heinz, único ausente en la sesión matinal
Antes de que Juan Ignacio Martínez se pronunciara en comparecencia pública ante los medios, este dirigió una nueva sesión a puerta cerrada en el Nuevo José Zorrilla en la que se ensayaron jugadas de estrategia. Heinz Barmettler, lesionado, volvió a estar ausente en un entrenamiento, penúltimo de la semana. El último será mañana, a las once en Los Anexos.
