Algunos de los mejores jugadores potenciales del fútbol provincial han partido esta temporada hacia otros equipos. Aleksandar Isailovic, el último de ellos

La pasada temporada fue la de la consolidación en el primer equipo del Real Valladolid de una generación única de canteranos, liderada por Calero, Anuar y Toni, que lograron el ascenso a una Primera División en la cual han irrumpido con tanta fuerza como lo hicieron en Segunda. Sin embargo, y a pesar de que la entidad blanquivioleta se ha afanado en tratar de amarrar al menos a parte de los futbolistas de mayor potencial de la provincia, son unos cuantos los que han continuado en otros sitios sus trayectorias. El último, Aleksandar Isailovic.
La marcha del delantero vallisoletano responde a una de esas ofertas difíciles de rechazar, como la que tuvo en su día el guardameta Diego Altube. El Benfica es un vivero del que salen periódicamente jugadores en dirección a las grandes ligas y dispone de unas instalaciones para el desarrollo de esos futbolistas punteras, premiadas en 2015 por los Globe Soccer Awards como la mejor academia del mundo.
A ello hay que sumarle una hoja de ruta que quizá haya sorprendido un tanto en Los Anexos, pues, sin ofrecerle un cheque en blanco, la entidad lisboeta ha trazado un plan a largo plazo con la única intención de que el internacional con Serbia llegue a su primer equipo. De ahí el ‘no’ que dio al Manchester City antes incluso de su debut como encarnado.
Juvenil de primer año, tiene la misma edad que dos que en el Real Valladolid están disponiendo de minutos con el que fuera su entrenador, Javier Baraja, en la División de Honor: Iker y Adrián Carrión. Al igual que ellos, tienen ya contrato profesional varios jugadores que compiten en Liga Nacional, buena parte de esos que militan en la División de Honor e incluso algún cadete como Dani Díez. Por suerte, lo que antes era una excepción comienza a ser una norma. Así se hizo años atrás también, por ejemplo, con Apa o Miguel.
En esta etapa, la juvenil, hay dos futbolistas fuera de la esfera del Pucela que podrían ser potenciales, el citado Diego Altube, que renovó hasta el 2021 hace escasas fechas su contrato con el Real Madrid, y otro vallisoletano, Iván Revuelta. El defensor, ex del Juventud Rondilla y del Victoria, milita en el Real Club Celta después de hacerlo la pasada campaña en el Colegios Diocesanos, juega en el División de Honor y ya se ha entrenado con el filial que dirige Rubén Albés. Con la posición de central bien cubierta, en Los Anexos no hubo interés en él.
De la entidad celeste retornó el pasado verano a la comunidad el zamorano Víctor Lladó. El atacante de la UD Santa Marta salió en su primer año de cadete hacia el Valencia, después de militar en el Infantil Regional con los antes citados. Su caso guarda particularidades, debido a que las demandas de su entorno impedían que pudiera continuar en un contexto igualitario, pero fue otra pérdida importante. Quizá, todavía reparable.

Marcha de varios infantiles
No obstante, este curso viene marcado por la marcha a otros clubes de varios infantiles potenciales, uno de ellos del Real Valladolid y otros militantes en el CD Laguna, entre los cuales están los mejores jugadores de la comunidad con esta edad.
Hugo Guzón cambió Los Anexos por el Atlético de Madrid en un movimiento que dejó al Real Valladolid sin el que venía siendo el miembro más destacado de la generación del 2005, a la que también pertenece Raúl Moliner, ‘Moli’, quien, por el contrario, cambió el Felicísimo por el José Zorrilla a pesar de los rumores que hablaban de su marcha fuera.
Volviendo a Hugo Guzón, está confirmando como colchonero aquellas buenas sensaciones con hechos como el premio al mejor jugador de la final la Copa Celta Campeche disputada en México, merced al doblete que anotó, uno de los tantos, desde el centro del campo.
El delantero brilló hace dos años en el Nacional de selecciones regionales con Castilla y León, algo que hicieron el año pasado Pérez, Adrián y Yago, tres jugadores del 2006 y capitales en la arlequinada como lo fueron en el CD Laguna que fue campeón regional benjamín y brilló en sus dos años alevines (el último de ellos, ganando la liga por delante del Real Valladolid).
Diego Pérez, defensa central espigado de grandes aptitudes técnicas, se fue a la academia del Málaga CF tras ser captado por ‘El Gato’ Romero. Sus dos excompañeros fueron fruto de infinidad de rumores, antes y después de probar con el FC Barcelona, si bien han acabado en la capital: Adrián en el Atleti y Yago en el Real Madrid. Sin haber llegado a jugar, desgraciadamente, en el Real Valladolid.
Y es que cuando aparecen propuestas como las anteriores, resulta difícil para las familias rechazar proyectos deportivos que mejoran sus economías y convierten a los jugadores en potenciales de élite, cuya educación a priori se ve mejorada por los centros en que residen y estudian. Este es, así pues, uno de los puntos que ha de tratar de mejorar Ronaldo Nazário para perdurar como pretende y para mejorar la capitalización y la marca del Real Valladolid: que el talento no precise buscar fuera el desarrollo y las oportunidades tempranas que puede recibir en casa. Porque, aun a sabiendas de que hay ofertas irrechazables, el Real Valladolid debería ser casa en los casos anteriores.
