Llegó la hora. Ya no caben excusas ni tropiezos. Es el momento de que los valientes y ambiciosos den un paso al frente. De que luchen por la gloria que supone competir en la primera división.
Llega el Real Valladolid a los play-off en una dinámica positiva y que invita al optimismo, especialmente por la seguridad mostrada en campo propio incluso cuando el equipo recibía cuidados paliativos.
Una vez finalizada la temporada regular, el recuerdo de ésta no ha de ir a más. La lucha por el ascenso, para bien o para mal, dista mucho de lo que es una competición del calibre de la segunda división.
Llegado el play-off, no caben medias tintas ni especulaciones. El equipo que realmente ansíe el ascenso ha de luchar por ello sin ambages, por más que Celta de Vigo y Granada se empeñasen en demostrar anoche que no hay obligación de ello.
Sin urgencias que conduzcan a una ansiedad poco recomendable, el Real Valladolid debe luchar por ello por historia y por una afición que vestirá de gala el Nuevo José Zorrilla al que rendirá visita un rocoso y, para algunos, sorprendente Elche.
Se enfrentarán sobre el verde los dos mejores conjuntos de la segunda vuelta, dos equipos con los que nadie o casi nadie contaba mediada la temporada y que sin embargo llegan a las eliminatorias por el ascenso en un gran momento.
Lo hacen los franjiverdes sin uno de sus hombres clave, el punta Linares, lesionado de larga duración; y tras superar sin excesivos lamentosla pérdida de Willy Caballero en el mercado invernal.
Llegan a Valladolid al amparo de su fuerza, la de un grupo que ha sabido sobreponerse a los negativos avatares del destino gracias a la sobriedad y seguridad que destila su entrenador, el alicantino Pepe Bordalás.
De ello parece haberse impregnado el otrora controvertido Jaime, hoy indiscutible bajo los palos de una meta, la ilicitana, que ha sido la segunda menos goleada en la segunda división.
Gran parte del mérito se debe al buen modo en que Hector Verdés, lateral derecho, se ha hecho con la posición de central por delante de Samuel y Etxeita, teóricos titulares que tampoco han sabido desbancar al veterano Pelegrín.
Las buenas labores defensivas de Carpio y Edu Albácar no les impiden llegar hasta línea de fondo, especialmente a Albácar, quizá el mejor lateral izquierdo del año en la Liga Adelante.
Mantecón y Generelo serán los encargados del corte y confección desde el doble pivote. Más de corte el madrileño y de confección el maño, en su capacidad de imponerse al centro del campo pucelano estará una de las claves del encuentro.
Otra de ellas será la actividad de Kike Mateo por detrás de Ángel, delantero que llega a las eliminatorias finales en un gran estado de forma. Móvil entre líneas y con buena caída a bandas, sujetar a un hombre que ya sabe qué es subir a primera ha de ser objetivo primordial de la zaga vallisoletana.
En los costados, Cristóbal, jugador perteneciente al Villarreal y de buena técnica; y Xumetra, hombre con gran capacidad de sacrificio, terminarán de conformar quizá el mejor once que el Elche pueda presentar.
Con Jaime; Edu Albácar, Pelegrín, Héctor Verdés, Carpio; Mantecón, Generelo; Cristóbal, Kike Mateo, Xumetra; y Ángel en el once, cabe esperarse un banquillo formado por Leandro, Ripa, Samuel, Acciari, David Sánchez, Santos y Bodipo.
Es el Elche un rival con varios hombres muy peligrosos a balón parado y una gran banda izquierda. Llega al play-off en una gran dinámica y sin tensión en las piernas, pues su clasificación se produjo con adelanto.
Cuentan, además, con varias piezas capaces de revolucionar saliendo desde el banquillo, por lo que ha de existir un cien por cien de concentración en el bando local en todo momento, con y sin balón.
Quizá lo esperado sea la cesión de la iniciativa al conjunto local, dado que la solidez de los de Bordalás les permite jugar cómodos sin manejar el cuero. En ese manejo serán clave, por parte del Real Valladolid, la baja de Baraja y la posible aportación de Óscar González.
Al capitán probablemente lo sustituya Álvaro Rubio, como ocurrió el pasado fin de semana. Sus diferentes características no han de ser óbice para que se mantenga la intención de viajar el domingo a Elche con un buen resultado.
Será también baja el central Juanito, a quien sustituirá Marc Valiente, cuyas prestaciones han de recordar a las ofrecidas tras su llegada al Nuevo José Zorrilla, pues es clave mantener la meta a cero de cara a la vuelta de la eliminatoria.
Con los dos obligados retoques, el once probable que ponga en liza Abel Resino será el formado por Javi Jiménez; Peña, Jordi Figueras, Marc Valiente, Barragán; Álvaro Rubio, Mehdi Nafti; Jofre o Sisi, Óscar González, Nauzet Alemán; y Javi Guerra.
En el banquillo se sentarán Jacobo, Pedro López, Fábio Faria, Jesús Rueda, Álvaro Antón y el delantero del filial Bacari.
El encuentro será dirigido por el colegiado andaluz Pérez Montero.