Análisis del próximo rival del Real Valladolid
Todo o nada. Ahora o nunca. Puede parecer exagerado, pero probablemente no lo sea. El Real Valladolid tiene mucho más en juego que tres puntos para esta próxima jornada. ¿Por qué, cuál es la lógica aplastante de que todo sea tan trascendental? Sencillo. La propia clasificación y el rival que te viene a visitar a Zorrilla.
Transcurridas veintiséis jornadas, ¿no debería ser un choque a vida o muerte el de este domingo teniendo en cuenta que los de Paco Herrera se encuentran a dos puntos del play off y que el próximo rival, el Lugo, adelantaría a los blanquivioletas si gana en el feudo blanquivioleta? ¿A que ahora suena más importante el partido?
Espaldarazo de moral
Efectivamente, la situación clasificatoria de Lugo y Pucela difícilmente podría ser más pareja. De hecho, hasta la temporada que están realizando uno y otro equipo guardan ciertas similitudes. Octavos en la clasificación, los de Luis César Sampedro están firmando una temporada más bien irregular cuando podría intuirse hace unos meses que aspirarían a cotas un poco más altas. Al menos eso es lo que se esperaba cuando los fichajes acababan de llegar en verano.
La dura realidad es que, si bien el presupuesto del Lugo no es precisamente de los más elevados de la categoría, los gallegos han terminado por darse cuenta de que la Segunda División no es tan fácil. Un escenario parecido al que se enfrenta el Real Valladolid. Con treinta y seis puntos en veintiséis jornadas, lo cierto es que no es suficiente rédito para que la temporada sea más bien llamativa. Ni mucho menos.
Puede sonar a frase tópica de manual futbolístico, pero poco a poco. Siendo esta su quinta temporada consecutiva en la categoría de plata, lo cierto es que el Lugo ya se puede considerar un equipo consolidado en la categoría y que, a día de hoy, debe buscar la sorpresa en una Liga tan igualada como imprevisible. Al menos el entrenador parece tener controlado al equipo, y parece poco probable que haya cualquier tipo de hecatombe.
Eso sí, también queda muy patente que, si quiere hacer algo visible, del gusto del espectador, de aquí a final de temporada deberán hacer mucho más los de Sampedro. La última derrota, la semana pasada en la visita del Elche (1-2) no fue más que una demostración de la incapacidad que muestra el Lugo en muchas ocasiones, con una irregularidad más que preocupante. Sí, como le suele ocurrir al Pucela.
Buen goleador
Lo que también es evidente es que este Lugo llegará a Zorrilla no solo con ganas de llevarse los tres puntos para auparse en la clasificación, sino también para ganarle la partida a un rival directo por el play off. Precisamente por esto es tan importante no solo llevarse el choque, sino hacerlo también con un buen juego que resulte agradable al espectador albivioleta.
La buena noticia, o todo depende de cómo se mire, son los números del Lugo a la hora de ejercer como visitante. De doce partidos lejos del Anxo Carro, dos victorias, siete empates y tres derrotas. ¿Datos malos? Pues no demasiado, pero sin duda no demasiado halagüeños. A fin de cuentas trece puntos de treinta y seis posibles no son precisamente un gran botín.
Dicho lo cual, cabe preguntarse también por el modelo de juego de este Lugo. No había más que mirar el mencionado choque ante el Elche para comprobar que el equipo rojiblanco tiene gran capacidad para robar balones sorprendiendo al rival… pero poco acierto para convertirlos en contragolpes certeros. Un quiero y no puedo de manual que, no obstante, sitúa al Lugo como el tercer equipo más goleador de Segunda.
Lógicamente, alguien tendrá que ser el encargado de hacer estas dianas. Mucha atención tendrá que prestar el Valladolid a jugadores como el pichichi Joselu, sin duda una de las revelaciones de la categoría a estas alturas con dieciséis tantos hasta la fecha a sus veinticinco añitos. El recién incoporado Fede Vico también será uno de los centrocampistas a atar en corto este domingo, además de un clásico del Luego como Carlos Pita.
Curiosidad del rival de esta jornada: Quién lo hubiera dicho hace no tantos años. Solo los menos jóvenes seguidores del Real Valladolid recordarán que el filial blanquivioleta, en la temporada 2004/2005, evitó el ascenso del conjunto gallego en el play off de ascenso a Segunda B, con resultado de 4-1 en la ida y 0-0 en la vuelta.