Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Lo venía diciendo Álvaro Rubio esta semana tras la dolorosa derrota ante el Betis del pasado domingo; el mal menor es que al menos el liderato se ha mantenido a tan solo dos puntos, si bien no es solo cuestión de eso. El Pucela debe ganar, y debe hacerlo ofreciendo buenas sensaciones, de manera que el hecho de que la afición salga satisfecha este sábado de Zorrilla se plantea absolutamente necesario.
La cosa, eso sí, tampoco se plantea sencilla. Enfrente estará un Numancia enrabietado, con ganas de morder y de atacar al play off que viene persiguiendo desde hace unas cuantas jornadas. Y es que el paso por Zorrilla, pese a complicado, no deja de ser fundamental para dar caza al Zaragoza y a la Ponferradina, sexto y séptimo en discordia y con derecho al billete para la liguilla final.
Metas definidas
No pueden confiarse los de Rubi, desde luego. El derbi depara un choque del que saltarán chispas, ya que el Numancia no se trata precisamente de un mal visitante. Los rojillos han conseguido superar su complejo de conjunto que tan solo aspira a la permanencia, objetivo fijado desde el primer momento, y ahora toca aspirar a más.
Año tras año, y toda vez que Anquela repite en el banquillo después de un meritorio decimotercer puesto, el Numancia espera en primer lugar a tener una base que asegure su estancia en la categoría de plata para después luchar por metas más costosas. Exactamente igual que ocurrió el año pasado, situación que, en realidad, no se quiere repetir. Se consiguieron firmar dos primeros tercios más que aceptables, pero un tercero más bien flojo obligó a conformarse. Esta vez puede y debe ser diferente.
Para ello el club presidido por Francisco Rubio, quien presume de humildad por bandera, decidió renovar un año más a Juan Antonio Anquela, quien por cierto no estará este fin de semana en el banquillo por sanción. Pero no solo se ha optado por confiar en el técnico, también en la plantilla, que apenas ha sufrido variaciones respecto a la temporada pasada.
Quizá sea esa una de las bazas de este Numancia que transita en la octava posición de la tabla con 38 puntos, a cuatro de Ponfe y Zaragoza. Los sorianos apenas han tenido que hacer permutas en su estilo, basado por norma general en la presión para atosigar al rival para salir al contraataque, si bien se trata de un juego que no será fácil de llevar a la práctica en Zorrilla.
Buen foráneo

Lo que está claro es que el Pucela ni puede ni debe confiarse, pese a regresar al estadio donde le cuesta mucho más hincar la rodilla. El Numancia ha conseguido rascar botín en nada más y nada menos que en nueve de los catorce encuentros que ha jugado como visitante, de manera que su bagaje se traduce en cinco triunfos, cuatro empates y solo cinco derrotas.
Aunque la cosa cambia cuando no tienes a tu jugador estrella, claro, como es el caso. ‘Anquelotti’ no podrá contar para la ocasión con Sergi Enrich, quien se ha erigido como clave en el esquema tras haber transformado trece de las cuarenta dianas totales del equipo en Liga. Ante una plantilla corta, la posibilidad de que Javier del Pino le supla arriba gana enteros.
Pero el Numancia es más que eso. Nombres como Julio Álvarez, toda una institución ya, y Biel Ribas en portería se están mostrando esenciales para que el Numancia aspire a más de lo que podría pensarse. Este sábado en Zorrilla será el momento de intentar dar un paso más.
Curiosidad del rival de esta jornada: Probablemente nadie se acuerde, pero el Numancia puede presumir de ser el primer equipo que derrotó al histórico Barcelona de Pep Guardiola. Todo sucedió el 31 de agosto de 2008 en Los Pajaritos, cuando en la primera jornada de Liga los sorianos consiguieron tumbar con un solitario gol de Mario Martínez al que terminaría siendo un conjunto que pasaría a la historia del fútbol.
