Análisis del próximo rival del Real Valladolid.
Los choques entre Real Valladolid y Celta de Vigo están siendo en los últimos tiempos de lo más emocionantes. Al empate a uno de la ida con gol de Orellana en el último suspiro del partido, se suman la victoria por tres a dos del Valladolid en Zorrilla la temporada pasada –también con intervención de Jorge Alonso en el último segundo, que empujó una asistencia de Guerra- y también el triunfo que sacó el por aquel entonces equipo de Abel Resino como visitante en Balaídos. Un encuentro en el que los goles de Nauzet y Óscar hicieron inútil el de De Lucas y confirmaban que el Pucela podía aspirar a ascender.
Parece que en esta ocasión no será diferente. El Celta visita a un Valladolid que se juega la mitad de la temporada si realmente aspira al ascenso directo, ya que una derrota de los blanquivioletas supondría que los puestos que dan derecho a ascender sin liguilla se pondrían al menos a seis puntos. En caso de ganar, el Pucela se pegaría como una lapa al propio Celta, ya que los pucelanos se pondrían con 51 frente a los 52 de los celestes.
Racha espectacular
No será fácil para los de Djukic imponerse este sábado. El Celta llega con una racha espectacular de resultados, principal razón por la que los de Paco Herrera se encuentran ahora mismo segundos en la tabla. Solo el Dépor, con una racha aún más impresionante de nueve partidos ganados que se vio truncada la pasada jornada por el Sabadell, ha impedido que los celestes sean líderes actualmente.
Pero volviendo a los números del Celta, los celtiñas llevan sin conocer la derrota en Liga desde el lejano mes de noviembre, concretamente desde el día veintiséis cuando el Barcelona B se llevó el gato al agua en el Mini Stadi con un 2-1. Desde entonces, once partidos traducidos en nueve victorias y tan solo dos empates. Veintinueve puntos de los últimos treinta y trés. Demoledor. Por si fuera poco, cinco de esas nueve victorias han sido en las últimas cinco jornadas, por lo que los de Paco Herrera llegan con la quinta marcha metida.
Pero esos no son los únicos datos de los que deberían preocuparse en Zorrilla. El Celta es también el conjunto que más partidos ha ganado fuera de casa, siete de trece, junto al Hércules, además de ser el segundo equipo con más goles marcados lejos de su feudo, veintiuno.
En el otro lado de la balanza, tampoco ha habido muchas situaciones en las que los porteros Sergio Álvarez y Yoel hayan tenido que coger el balón del fondo de la red cuando no juegan en Vigo. El Celta solo ha encajado doce goles en esos trece partidos. Lo dicho, números para echarse a temblar.
Estilo de juego patente
Por supuesto, no es casualidad que el Celta esté donde está y juegue como juega. La comunión entre Paco Herrera y la plantilla es tan sólida como las ganas de subir a Primera. Además, ambos tienen claro el estilo de juego. Para el equipo celeste apenas existe el centro del campo. Las transiciones entre defensa y ataque para crear unas contras letales son la principal causa de que el Celta sea el equipo más goleador de toda la Liga. Estos contraataques se completan con grandes jugadores de banda como Hugo Mallo y Roberto Lago.
Si además tenemos en cuenta a jugadores que combinan contundencia y calidad a partes iguales como el incombustible Mario Bermejo, De Lucas, Iago Aspas o David Rodríguez, el ensamblaje parece casi perfecto para el retorno a la liga de las estrellas.
Completan el equipo desde detrás las revelaciones de Túñez y Oier, al principio de temporada a la sombra de Catalá y Jonathan Vila. Un equipo con pocas fisuras, potente arriba y seguro atrás.
Poco sancionado, algún lesionado
Paco Herrera no tendrá que lamentar ninguna baja para el partido de Zorrilla por amonestaciones, pero sí tendrá que hacerlo en el apartado médico. Borja Oubiña, importantísimo hasta el momento en el centro del campo celeste, será baja durante tres semanas por una rotura de fibras en el muslo derecho.
El capitán apenas se había perdido algún partido en toda la temporada, pero la lesión que sufrió este miércoles hará que se pierda al menos los dos próximos. Herrera tendrá que elegir sustituto entre Cristian Bustos o Natxo Insa.
Curiosidad del rival de esta jornada: Fabián Orellana, jugador del Celta, marcó un gol a su actual equipo en el partido de vuelta del playoff la temporada pasada. Curiosamente con ese gol la eliminatoria terminaría por decidirse en los penaltis, en los que el Granada acabó ganando por 5-4 al Celta de Vigo. Poco tiempo después del ascenso de los andaluces, Orellana firmó su contrato con los celtiñas.
