Análisis del próximo rival del Real Valladolid.
“Nos quedan 180 minutos y estamos a tope”, concluyó Miroslav Djukic una de sus frases en la rueda de prensa posterior al segundo partido frente al Córdoba, poco después de que el Pucela se clasificara para la final del play off.
Y no le falta razón. El Valladolid está más cerca que nunca de Primera, la puede tocar prácticamente con la yema de los dedos, pero quedan 180 minutos en los que estará enfrente un Alcorcón al que el equipo de Djukic no ha sido capaz de derrotar esta temporada.
De equipo revelación a equipo revelación
Tras pasar por encima del Córdoba, el último escollo a la gloria es el otro equipo que ha dado la campanada de la temporada, un Alcorcón que al igual que el equipo andaluz se caracteriza por tener mucho trabajo detrás, tanto de sus jugadores como del míster Anquela, además de contar con una gran actitud de humildad y buen hacer a lo largo de todo el año.
En lo que sí se diferencian ambos conjuntos es en el estilo de juego, ambos bastante vistosos para el espectador y lo suficientemente eficaces como para llegar al play off. Pero mientras que el del Córdoba se asemeja más al del propio Valladolid, de toque y toque, el del Alcorcón es más sencillo y directo. Muestra de ello es el último partido de los alfareros ante el Hércules.
Con el empate a uno de la ida en el Rico Pérez, los de Anquela se dedicaron en la vuelta a tocar con tranquilidad, practicando su fútbol que les permitía mantener una suficiencia defensiva al mismo tiempo que no renunciaban al ataque. La lógica se impuso gracias también a la poca operatividad del Hércules y el marcador terminó en empate a cero, suficiente como para que los madrileños puedan prolongar su sueño un poco más.
La fiesta que se pudo vivir entonces en la grada no fue menor que la que se lleva demostrando todo el año. Bien es cierto que el Alcorcón no cuenta con un gran número de abonados, pero para ellos está siendo un premio increíble la temporada del equipo, por no hablar de que las posibilidades del ascenso están más vivas que nunca. Santo Domingo se pondrá de gala una vez más este miércoles. La ocasión lo merece.
Más cerca de Córdoba
Las semejanzas con el Córdoba de esta temporada no se limitan solo al trabajo y a ser el equipo revelación. Los madrileños también han basado su excepcional temporada en hacer fuerte el feudo de Santo Domingo, en donde han logrado 45 de los 73 puntos con los que han terminado la campaña ganando trece partidos de veintiuno. El Pucela, que se puede decir que también ha concluido con un notable-alto en el aspecto local, tan solo ha sacado un punto más que los alfareros, 46.
Pero una vez más, y también al igual que el Córdoba, el momento de coger el autobús se trata de un pequeño lunar para el equipo amarillo.
Sin tener malos números (28 puntos de 63 posibles traducidos en ocho victorias, cuatro empates y nueve derrotas), el Alcorcón no se puede considerar un gran equipo lejos de Santo Domingo.
En su pequeño estadio de apenas 5.500 localidades los amarillos llevan sin conocer la derrota desde el pasado mes de noviembre, en un partido en el que un solitario tanto de Powel dio la victoria al Nástic. El clásico campo de pequeñas proporciones en el que el público influye y mete presión al estar muy encima de los jugadores se hace realidad para Santo Domingo, en donde el Alcorcón ha marcado 34 goles en 21 partidos por 17 que ha encajado.
Una vez lejos de casa los de Anquela son capaces de dar algún susto, tal y como se lo dieron a Murcia, Villarreal B, Nástic o Cartagena entre otros, equipos de no mucho calado si nos fijamos en la clasificación. En el apartado goleador han perforado las redes visitantes en 24 ocasiones que les han valido para conseguir 28 puntos, mientras que han encajado también 28 goles.
Jugadores jugones
El Valladolid pudo comprobarlo hace poco más de dos semanas. El Alcorcón, además de tener un estilo de juego que puede llegar a perjudicarle, tal y como le gusta a Anquela, cuenta con jugadores muy aptos. El `churrero´ Quini ha demostrado una gran regularidad jugando 40 de los 42 partidos de Liga como titular y logrando la cifra de trece goles, aunque no serían ni la mitad sin las asistencias de Borja Pérez o los milimétricos centros de Fernando Sales y Montañés.
Por suerte para los de Djukic, el central Babin se perderá con casi total seguridad la eliminatoria al tener que retirarse lesionado el pasado domingo frente al Hércules. De esta manera se romperá la pareja formada por el francés y Agus, una de las más consolidadas y cumplidoras de Segunda.
En el centro del campo Rubén Sanz ha brillado con luz propia. Presente en la gran mayoría de momentos importantes de la temporada, el centro campista se ha destapado como el faro que todo equipo necesita para la importante transición entre defensa y ataque.
Curiosidad del rival de esta jornada: Los jugadores del Alcorcón volvieron a casa tras el primer partido de la eliminatoria frente al Hércules algo cabizbajos. Un empate a uno que significaba un buen resultado a defender en Santo Domingo, pero tras comenzar la partida ganando, el fallo de Agus en el gol herculino escocía.
Así lo hizo saber el central en su Twitter al día siguiente del partido. “¡Lo mejor de cometer errores es que te hacen aprender y te permiten crecer!”, escribió en la red social del pájaro azul. La respuesta fue instantánea. Quini, desde su cuenta personal, respondió: “¡No fue tu error! ¡Y si lo fuera, llevas toda la temporada salvándonos! Estamos ahí gracias a jugadores como tú”.
Miguélez se unió a la conversación: “¿Error? Error sería no tenerte como compañero en el Alcorcón. ¡Agus crack!”. El central, algo aliviado, respondió con un “¡Muchísimas gracias! ¡Lo grande es poder jugar con estos compañeros!”.
Una mera anécdota que no deja de demostrar el buen rollo, la amistad y la unión que hay en el vestuario del Alcorcón, crucial para poder llegar a hacer cosas grandes y memorables.
