Análisis del próximo rival del Real Valladolid.
Érase una vez hace no mucho tiempo un caballero de armadura blanca y escudo y espada violetas. Tras muchas peleas en su propio castillo de Zorrilla y en otros feudos rivales en intento por asaltarlos, se encontraba en una situación casi inmejorable para su objetivo final: ser uno de los dos mejores guerreros de la categoría de plata.
Pero como en toda gran historia, el protagonista siempre tiene que acabar viéndoselas cara a cara con su gran rival y demostrar lo que vale. En este caso, el caballero deportivista espera en su fortín de Riazor tras el enfrentamiento que acabó en tablas en el castillo blanquivioleta.
Toca demostrar este domingo por fin quién es el más fuerte y toca hacerlo ante el que ahora mismo empuña la espada de líder.
Pelea por el título
Dejando de lado los símiles medievales que podrían establecerse para el partido de este domingo entre Real Valladolid y Deportivo de La Coruña, es evidente que el encuentro será un choque de poder a poder, como no podía ser de otra manera entre el mejor equipo local -49 puntos de 55 posibles- y el mejor visitante –31 de 54-.
Así las cosas, es difícil vaticinar quién será el ganador entre un Depor que tan solo ha cedido un empate y ha perdido una vez en su estadio en dieciocho partidos y un Valladolid que llega con la moral por las nubes tras ganar seis encuentros seguidos.
No se puede negar que el Depor de José Luis Oltra llega con ciertas dudas. Hace precisamente seis jornadas los gallegos se encontraban a once puntos de los de Djukic, por entonces tercer clasificado, y hace apenas tres fines de semana consiguieron derrotar al Celta, eterno rival. Pero la situación actual les ubica a solo cinco puntos de los blanquivioletas –los blanquiazules están con 75- y si el Valladolid ganase esta jornada la diferencia se vería recortada a solo dos.
Por si fuera poco, los de Oltra entraron en otro bache de indecisiones el pasado fin de semana, cuando fueron derrotados en el Estadio de los Juegos Mediterráneos por dos goles a cero, obra de Ulloa y Aarón.
Los gallegos siguen convencidos de sus posibilidades de ascender y lo tienen en la palma de su mano, como es lógico tras una gran temporada, pero quieren resarcirse este domingo ante su público de la mejor manera posible: ganando a un Real Valladolid enrachado y distanciándose de nuevo hasta trece puntos del Celta si los vigueses perdiesen su partido frente al Sabadell.
La alegría de ser local
Pese al buen momento de forma de los de Djukic, que volverá a la que fue su casa por mucho tiempo, no será fácil arrancar un resultado positivo de Riazor. El Depor cuenta sus últimos trece partidos como local con pleno de victorias y solo Hércules (0-1) y Nàstic (2-2) han escapado de Coruña con botín esta temporada.
Como local los de Oltra muestran mucha más efectividad que cuando se suben al autobús para jugar en otro estadio. Mientras que en casa han materializado 41 tantos, como visitantes han marcado casi la mitad, apenas 21.
Hablando de goles, el Valladolid tendrá que atar en corto a Lassad, que lleva diez en su cuenta particular esta temporada. El franco-tunecino, que ya sabe lo que es marcarle un gol al Pucela tras hacerlo en el partido que acabó 1-0 hace dos temporadas en Riazor con ambos equipos en primera, forma una pareja brutal en la delantera con Valerón en el enganche.
En cuanto a estilo de juego, el Depor que ha conseguido confeccionar José Luis Oltra se podría definir como un todoterreno, capaz de generar ocasiones manejando el dominio del balón desde el primer momento, aunque también crea peligro a la contra e incluso cuenta con grandes bazas en las jugadas de balón parado. El Real Valladolid deberá jugar un partido muy serio y cometer pocos errores si no quiere ponerle las cosas fáciles.
En el peor momento
Es difícil mantener a una plantilla con un estado de forma óptimo y sin lesionados en la recta final de la temporada. Y si no que se lo digan al Depor. En el partido más importante de la temporada –en boca de la propia plantilla- los gallegos contarán nada más y nada menos con ocho bajas, seis por lesión y dos por sanción. Toda una plaga en el peor momento.
A las ausencias por causas médicas ya conocidas de Riki, Jesús Vázquez, Aythami y Salomão se han unido a última hora las del portero Aranzubia, tocado en el tendón de Aquiles, y la del central Rochela, con una sobrecarga en los isquiotibiales, ambos titulares la semana pasada ante el Almería.
El Depor se encuentra así con una defensa de circunstancias, ya que en el centro de la zaga solo cuenta con un efectivo nato, el recién recuperado Zé Castro. Oltra ha optado por incluir en la lista de convocados al central del filial Uxío, aunque lo más probable es que el míster decida finalmente hacer una probatura situando a Borja junto a Zé Castro atrás. Bajo palos será Germán Lux quien sustituirá a Aranzubia.
Por si fuera poco, Colotto y Bruno Gama tampoco saltarán al césped de Riazor para enfrentarse al Valladolid por sanción, el primero por ver la tarjeta roja frente al Almería y el segundo por acumulación de amonestaciones. La única buena noticia para Oltra respecto a la semana pasada son las recuperaciones del ya nombrado Zé Castro y de Guardado.
De esta manera, la convocatoria deportivista ha quedado formada por Lassad, Morel, Zé Castro, Manuel Pablo, Saúl, Valerón, Juan Dominguez, Seoane, Uxío, Marc Martínez, Vergantiños, Germán Lux, Xisco, Borja, Laure, Ayoze, Pablo Álvarez y Guardado.
Curiosidad del rival de esta jornada: Juan Carlos Valerón, jugador más veterano del Deportivo de La Coruña, saltará este domingo al campo con 36 años y 324 días a sus espaldas, lo que hace un total de 13.473 días de vida. Por el contrario Uxío, convocado por primera vez con la primera plantilla, lo hará con 19 años y 116 días, 7.056 en total.
Así, la diferencia de edad entre el más mayor de la convocatoria y el más pequeño será de 6.417 días, más de 17 años y medio de contraste entre uno y otro.
