Análisis del próximo rival del Real Valladolid.
No hay más tiempo para crisis. De hecho, no hay tiempo para otra cosa que no sea ganar, hacerlo con el juego que practicó el equipo ante el Celta, y esperar un tropiezo de los dos de arriba para acercarse nuevamente al ascenso directo, ahora mismo a la lejana cifra de siete puntos.
El caprichoso calendario ha querido que al Real Valladolid le toquen varios partidos importantes seguidos, y justo han tenido que llegar en el peor momento en cuanto a resultados del equipo blanquivioleta.
Esta semana toca además un escenario muy doloroso para los hombres de Djukic. El Martínez Valero, estadio en el cual se despidieron del ascenso la temporada pasada gracias a la magistral actuación de Amoedo Chas, será donde se enfrenten este domingo a las doce de la mañana Elche y Valladolid.
Choque de poder a poder
Si en los dos últimos partidos importantes, como han sido ante Córdoba y Celta, el Pucela ha terminado con el rabo entre las piernas, frente a los de Bordalás no hay cabida para un tercer tropiezo. Son demasiadas las ganas de resarcirse y de levantarse las que tienen los hombres de Djukic.
Quizá precisamente por eso el Elche pueda ser ahora mismo el mejor rival. El Valladolid llega escocido y el Elche tampoco llega en su mejor momento, pese a que la semana pasada consiguió someter al Almería en el Estadio de los Juegos Mediterráneos por dos goles a cero. Los franjiverdes están demostrando este año ser un equipo bastante irregular y prueba de ello es que pese al comienzo estratosférico que les llevó a ser líderes en enero, ahora mismo se encuentran séptimos –fuera de play off- con 46 puntos, los mismos que el sexto, el Córdoba.
Desde el parón navideño de la Liga, cuando los ilicitanos estaban como una moto, se han jugado nueve partidos, de los cuales solo han ganado cuatro. Un saldo insuficiente para mantenerse en la parte noble de la tabla.
El único de estos choques de importancia en los que los de Bordalás se han llevado el gato al agua ha sido precisamente el de Almería, frente a otros grandes tropiezos como un 0-2 en casa ante el Celta, un 0-3 contra el Recre o un 2-0 en El Arcángel en Córdoba. Por no nombrar otros fracasos tan dolorosos como un 1-0 merced del gol de Álvaro Rey en Tarragona contra el Nástic o un 1-2 en el Martínez Valero con el Alcoyano.
Aún así, los de Bordalás encontraron esa victoria balsámica que necesitaban en Almería, por lo que el Real Valladolid no debe ni mucho menos confiarse. De hecho, escapar de Alicante con tres puntos en el bolsillo y manteniendo el goal average tras el 2-1 de la ida en Zorrilla, sería toda una inyección de adrenalina para el cuadro blanquivioleta y una manera de arrancar de raíz la crisis de resultados del equipo.
Estilo de juego
El Real Valladolid tendrá que atar muy en corto a algunos jugadores peligrosos como Nicki Bille o el enrachado Xumetra, con ocho y seis tantos respectivamente. El centrocampista, que firmó un hermoso gol la pasada jornada en Almería con un estratosférico disparo desde más lejos del centro del campo, está en un espléndido momento de forma y no solo por la que fue su sexta diana de la temporada.
En el otro lado de la balanza se encuentra Ángel, que pese a ser el pichichi del equipo con nueve goles se encuentra bastante renqueante aún de la operación de pubis a la que se sometió en diciembre y que le tuvo más de un mes de baja. El delantero no fue titular hace una semana, y tampoco parece que vaya a serlo en esta ocasión.
En cuanto a estilo de juego, los franjiverdes practican una táctica al contraataque muy parecida a la que se enfrentaron los hombres de Djukic ante el Celta, aunque definitivamente los de Bordalás no son tan efectivos.
Durante esta semana poco se ha recordado –o se ha querido recordar- en los medios y la afición del Elche de la eliminatoria de play off del año pasado, aunque es evidente que en Valladolid sí hay constancia de ello y también del rudo y agresivo juego de los franjiverdes. Los de Bordalás no se cortan a la hora de entrar fuerte y lo cierto es que tampoco tienen ningún problema cuando hay que entrar a la gresca.
Prueba de ello es que el Elche es actualmente el último clasificado de la clasificación de juego limpio de la Real Federación Española de Fútbol, competición basada en una lista simple en la que cada tarjeta amarilla supone un punto, la expulsión por doble amarilla dos y la expulsión con roja directa tres, de manera que gana aquel que termina el año con menos puntos en su casillero.
A día de hoy, los alicantinos ocupan el farolillo rojo de la clasificación –son vigesimosegundos- en dicha clasificación con 154 puntos. Para que puedan comparar, el Valladolid tiene menos de la mitad, 74, y el inmediato “perseguidor” del Elche en la lucha por el último puesto es el Alcoyano con 132. El filial del Fútbol Club Barcelona es el más limpio, con solo 60 puntos.
Alguna ausencia
Javier Flaño y Rúper serán baja segura el domingo ante el Valladolid, el primero por sanción y el segundo por lesión. Mientras que Flaño vio la quinta amarilla en el Estadio de los Juegos Mediterráneos y cumplirá ciclo, Rúper continúa recuperándose de una rotura fibrilar. Se espera que sea Carpio quien sustituya a Flaño, siempre y cuando el propio Carpio supere, tal y como se espera, el golpe que sufrió en un tobillo en el entrenamiento del jueves.
Miguel Palanca, afectado al igual que Rúper de una rotura fibrilar, aunque con el proceso mucho más avanzado, puede volver a la convocatoria en la que es improbable que sea titular tras un mes casi completo de baja.
Curiosidad del rival de esta jornada: Con el primer tanto del Elche en Almería la pasada jornada –el realizado por Gregori Beranger en el minuto 38 de partido-, los ilicitanos llegaron a la significativa cifra de 1.600 goles en segunda división desde su que el equipo fuera fundado en 1923.
