Análisis del próximo rival del Real Valladolid.

Y después del objetivo principal, a por el más difícil todavía. El Pucela llega a la trigésimo sexta jornada de Liga en una situación privilegiada para su condición, con la permanencia asegurada y con mucho tiempo por delante para comenzar a preparar la próxima temporada. Ahora llega el mejor momento, aquel que ya no pueden echar para atrás ni siquiera los más agoreros del lugar. Es la hora de convertir los tres partidos de Liga que quedan en tres fiestas.
El primer envite podría suponer que los de Djukic rizaran el rizo. Todo un campeón de Liga como el Fútbol Club Barcelona espera en el Camp Nou con ganas de celebrar el título con su afición, toda vez que la semana pasada los de Vilanova se hicieron con el campeonato en el Calderón. Pero, ¿quién dijo miedo? Se trata de la ocasión perfecta para conseguir dos hitos históricos en dos partidos consecutivos.
Intratable… o no
Como ya sucediera hace dos semanas ante el Real Madrid, el Pucela visitará a un grande de la Liga en un contexto peculiar. Es más, si ante el equipo merengue existía al menos un estímulo, una pequeña presión para ambos conjuntos, unos por cerrar el segundo puesto y otros por hacer lo propio con la permanencia, en esta ocasión ni siquiera eso. Tanto Barcelona como Valladolid pueden ver el choque como un amistoso al no haber absolutamente nada en juego.
Eso sí, para los blanquivioletas es la ocasión de poner la guinda a la temporada con un final apoteósico, algo tan complicado como llevarse los tres puntos del Camp Nou. Difícil porque hasta ahora nadie lo ha conseguido en la presente Liga y a la vez fácil porque no hay mejor oportunidad de asaltar Barcelona que la presente.
La mala noticia es que de los diecisiete encuentros que han disputado los blaugranas en su feudo en el campeonato regular, dieciséis han terminado con victoria local. Es más, los catalanes solo han perdido dos veces esta temporada ante su público, una en Copa y otra en Champions, si bien las dos derrotas supusieron la eliminación de los dos campeonatos ante Madrid y Bayern de Múnich.
Precisamente el conjunto blanco ha sido también el único capaz de arrancar un punto en forma de empate en Liga, en lo que fue un duelo a muerte entre Messi y Cristiano Ronaldo en la séptima jornada. Los dos mejores jugadores del mundo consiguieron un doblete para el definitivo empate a dos. Los otros dieciséis visitantes –aparte del propio Valladolid solo queda el Málaga por viajar a Barcelona en la última jornada- cayeron sin miramientos.
No es ningún secreto decir que los de Tito Vilanova no solo se conforman con ganar a su rival, sino que en la mayoría de casos se encargan de ridiculizarlo, de reducirlo a su mínima expresión. Y cuando lo hacen como local, de forma aún más manifiesta. Además de las ya nombradas dieciséis victorias, el Barcelona cuenta con una media goleadora de casi tres goles y medio por partido en el Camp Nou en Liga, un dato escalofriante.
Sin D10S
La mejor noticia para la posible sorpresa del Valladolid saltaba este martes. Messi se perdía el resto de la temporada por una elongación en el bíceps femoral.
El argentino terminará de igual manera como Pichichi liguero gracias a sus 45 dianas, pero obviamente no se trata de la única arma del Barcelona.
David Villa, Tello, Alexis Sánchez y Pedro Rodríguez, el resto de los de arriba, suman veintiocho goles en total –nueve, siete, siete y cinco, respectivamente- y son una garantía de gol y de problemas para las defensas rivales. Por no hablar de Cesc Fábregas, experto esta temporada en jugar de falso nueve y con más tantos que los cuatro anteriores en el campeonato regular con diez.
El asalto no será fácil, pero el hecho de jugar sin presión y en un momento dulce permite que el Valladolid pueda pasear su fútbol sin miedo por donde quiera. Ya lo dijo Djukic en la rueda de prensa posterior al partido frente al Depor. “Somos Valladolid, y lo hemos demostrado por todos los campos de España”. Esta vez toca el Camp Nou.
Curiosidad del rival de esta jornada: No ha sido este el año del Barcelona en Champions tras su mala actuación y caída en semifinales, pero al menos los blaugranas pueden presumir de ser el único equipo europeo que ha disputado siempre las competiciones continentales desde que se instauraron en 1955.
