Análisis del próximo rival del Real Valladolid

¿Se lo imaginan? En medio de una crisis de identidad, juego y resultados, tener que recibir a un amigo en casa. Típica situación incómoda, en la que no tienes ganas de otra cosa que no sea concentrarte por sacar tus problemas adelante… y de repente un colega inesperado llama a tu puerta. Pues en esas se encuentra el Real Valladolid después de tres partidos consecutivos sin lograr la victoria, con el desembarco de un viejo conocido como es el Oviedo en Zorrilla.
En todo caso, el choque tendrá más bien poco de amistoso, de ese colegueo que podría esperarse en esta situación. Es más que probable que la amistad entre aficiones se dé en la grada y antes del partido… pero se quedará ahí.
Y es que cuando el árbitro toque el silbato para dar por iniciados los noventa minutos de partido, solo quedará sobre el césped la pelea por los tres puntos.
Otro recién ascendido
Bien hay que decir que el Oviedo llega al feudo blanquivioleta con una marcha más bien irregular, igual que los de Garitano. Tras un pasado convulso que bien podría haber terminado con los carbayones en el limbo de los clubes desaparecidos, los de Sergio Egea se encuentran en cierto modo con la obligación de quedar lo más arriba posible en la tabla a pesar de ser un recién ascendido.
¿Pero cuál es ese pasado complicado? ¿Y por qué la obligatoriedad de escalar lo más alto posible este año? Todo se remonta a la temporada 2012/2013, cuando el Oviedo tuvo que realizar una ampliación de capital de casi dos millones de euros para poder seguir adelante su camino futbolístico tras más de 85 años de historia. Y a poco que sea buen aficionado balompédico, el resto es sabido.
Toda España e incluso gente de todo el mundo se volcó con una campaña que terminó por ser un éxito, con miles de personas convertidas en accionistas del club astur. La puntilla final la puso el empresario mexicano Carlos Slim, que se llevó cerca del 34% del club con una inversión de dos millones de euros a través de la empresa Carso SA. Desde ese momento, aunque no sin problemas, el equipo despegó hacia Segunda División, objetivo que se consiguió el año pasado tras un intento fracasado en la 2013/14.
Y así hasta la actualidad. El Real Oviedo cuenta con el apoyo económico por detrás de Carlos Slim, lo que permite una situación más holgada pero sin realizar desembolsos astronómicos. Una plantilla aseadita, más que digna para la categoría de plata, sitúa por ahora a los de Egea en la decimosegunda posición de la tabla con nueve puntos, los mismos que el Pucela, cosechados en base a dos victorias, tres empates y dos derrotas en siete jornadas.
Plantilla y juego

Aquí comienza precisamente el problema para los blanquiazules, que no se están mostrando tan sólidos en juego y resultados como podría esperarse a principio de temporada. El Carlos Tartiere ya no es un fortín como lo fuera la temporada pasada, pese a que la afición continúa volcada con el equipo y no será apoyo lo que falte. De hecho, este domingo se espera un desplazamiento considerable a Zorrilla.
Resumiendo, sin ser ni mucho menos un desastre lo cierto es que se esperaba más del recién ascendido. Simplemente, se ha llegado hasta a a hablar de play-off de ascenso a Primera, aunque más bien con la boca pequeña.
Con incorporaciones más que interesantes como la de Edu Bedía, Pablo Hervías, un viejo conocido como Carlos Peña, unida a la veteranía de dos viejos rockeros como Susaeta o Diego Cervero, la plantilla a priori se presupone de garantías, pero todavía queda mucho por demostrar.
Un plus con el que cuenta el entrenador Sergio Egea, que es posible que el domingo apueste más por un juego de contraataque aprovechando la velocidad y agilidad de varios de sus jugadores, es la de la implicación que tiene la plantilla con la afición, con el club y con el proyecto. Sin lugar a dudas la reciente historia del Oviedo hace que aquellos que han vivido en primera personas los últimos años del club valoren la actual situación. ¿Se notará en Zorrilla? Solo hay una manera de comprobarlo.
Curiosidad del rival de esta jornada: En apenas cinco jornadas, con tan solo el Numancia infiltrado por medio, el Real Valladolid va a haberse visto las caras con los cuatro recién ascendidos de Segunda B a Segunda el año pasado. Si bien es cierto que no se ha perdido en ninguno de los tres anteriores choques, está por ver si los blanquivioletas son capaces de sacar al menos dos victorias de cuatro.
