Análisis del próximo rival del Real Valladolid.
Corría el lejano trece de septiembre de 2009, fecha en que se disputó el último enfrentamiento entre el Real Valladolid y el Valencia Club de Fútbol en Zorrilla. Era la segunda jornada de la Liga, en lo que terminaría siendo una campaña aciaga para los blanquivioletas, consumada con el descenso a Segunda. Pero mirando al conjunto che, es fascinante observar lo poco que queda de aquel Valencia, por lo menos en cuanto a jugadores se refiere.
Poco, o más nada. La crisis no perdona, menos a un equipo que se encuentra con un auténtico agujero negro en su cuenta bancaria. Aquel Valencia, por entonces entrenado por Unai Emery, sacó la apisonadora a pasear en el feudo vallisoletano y se fue a casa con los tres puntos, merced de un resultado final de 2-4.
Llama la atención ver los goleadores. Por parte del Valladolid, nada fuera de lo común. O sí, si nos fijamos en que, además del primer gol de Nauzet, también fue el primero de Manucho con la elástica blanquivioleta.
Pero lo verdaderamente llamativo reside en los cañoneros valencianistas. Silva, Mata y Villa, este último por partida doble. Ninguno de ellos, tres años después, continúa en Valencia. Tampoco el que completaba el cuarteto de la muerte, Pablo Hernández. Pura dinamita en un póker de jugadores de ataque.
Y es que de aquella alineación formada también por Banega y Marchena en el medio del campo y por Bruno Saltor, Dealbert, Alexis y Miguel Brito en la defensa, además de Moyá en la portería, solo queda en la actual plantilla del Valencia el centrocampista argentino.
El tiempo pasa
Las idas y venidas de los jugadores entre equipos son una constante en el fútbol actual, pero lo más curioso es que el equipo valenciano haya perdido a nada menos que a tres campeones del mundo en el ataque. Villa se busca ahora las habichuelas en el Barcelona, Silva en el Manchester City y Mata en el Chelsea. Los tres, aspirantes ahora a ganar Ligas en distintos países, ayudaron con su salida a tapar agujeros en la caja fuerte del club.
Todo hay que decirlo, el Valencia no se quedó con sus vergüenzas al aire tras su marcha. Piatti, Jonás, Valdez, Guardado, Feghouli, Jonathan Viera, Guardado… Y Soldado. El especialista. Nombres que concuerdan con el pensamiento que ha mantenido el club en los últimos años de vender caras a las estrellas y fichar lo más barato posible a cracks que en su día eran de segunda línea para terminar de hacerlos explotar y que sustituyan con garantías a los primeros.
Por ahora, y apartando a los dos colosos que crean la Liga bipolar, está funcionando. El Valencia fue el año pasado la alternativa a Barcelona y Real Madrid con un meritorio tercer puesto. Vista la situación del fútbol en España, supone ser el campeón de la ‘segunda’ competición doméstica. Por desgracia para la afición, este año no está siendo tan fácil.
Comienzo accidentado
A pesar de la cantidad de nombres con los que cuenta el equipo che, esta recta inicial de Liga se les está haciendo larga a los de Mauricio Pellegrino, sustituto este verano de Unai Emery. Cuatro victorias, dos empates y cuatro derrotas son el bagaje de un Valencia que descansa noveno en la clasificación con catorce puntos.
Casualmente, los mismos números que el Real Valladolid en este aspecto, pero los quince goles a favor y once en contra del Pucela se imponen a los trece marcados y doce encajados por el Valencia.
Lo cierto es que los ches están encontrando su punto débil fuera de casa, donde todavía no han conseguido ni una sola victoria. De hecho, las cuatro derrotas, sumadas a un empate, son el lastre que impide al Valencia estar más arriba en la clasificación.
Lanzados
A pesar de ello, no tendrán los de Djukic la suerte de coger al equipo valenciano en un mal momento. Al contrario. El conjunto del murciélago llega tras tres victorias consecutivas. Ante el Llagostera en Copa (0-2), Atlético en Liga (2-0) y Bate Borisov en Champions (4-2).
Se podrían señalar a dos principales ‘culpables’ del buen momento che, por lo menos en lo que al aspecto goleador se refiere. Soldado lleva nada menos que cuatro goles en Liga, alguno tan espectacular como el que le hizo al Atlético, y buscará en Zorrilla alargar su racha de dos partidos seguidos con gol.
Su compinche Feghouli, con tres muescas en su revólver en el campeonato casero y dos en el último encuentro de Champions ante el Bate, también llega con ganas a Valladolid. Todo ello sumado a la vuelta a tiempo parcial de Ever Banega tras su grave lesión de tibia y peroné, que está cogiendo minutos en los últimos partidos.
Curiosidad del rival de esta jornada: No muchas personas son capaces de explicar el porqué de un murciélago en el escudo del Valencia Club de Fútbol. Dicho animal llega del escudo de la ciudad, del que se dicen muchas leyendas para que esté ahí, la mayoría relacionadas con el asedio de Jaume I a Valencia en el siglo XIII.
