Análisis del próximo rival del Real Valladolid

Salvado un match ball, pero con mucho camino por delante. Así afronta el Real Valladolid el próximo partido de la temporada, consciente de que se encuentra en descenso tras la victoria de Osasuna en Almería. El mensaje es claro; no hay nada hecho pese a los tres puntos cosechados la semana pasada.
Y es que la Liga ha entrado ya en una fase en la que el que pierda se queda descolgado del resto de contendientes. La necesidad se impone y esa es precisamente una de las bazas con las que podrá jugar el Valladolid, ante un Valencia prácticamente sin objetivos a siete jornadas para el final.
En tierra de nadie
No lo tiene fácil el equipo ché en lo que resta de campaña. En una posición media en la tabla, a muchos puntos del descenso y a todavía muchos más de los puestos que dan derecho a volver a Europa, las metas se han ido difuminando según han ido avanzando las semanas. De poco sirvió despedir a Djukic en la jornada dieciséis, poco antes de las vacaciones de Navidad, tras un doloroso 3-0 en el Vicente Calderón.
La llegada de Pizzi, si bien es cierto que le dio un aire fresco al equipo por partidos, no ha terminado de suponer la remontada que se esperaba. El serbio, una fuerte apuesta para el banquillo esta temporada, terminó por convertirse una pesadilla para plantilla y afición. De hecho, se llegó a plantear que los propios jugadores fueran los que ‘hicieron la cama’ a Djukic. En este ambiente enrarecido, se hace uno a la idea de cómo están las cosas por Valencia.
Pero volviendo a lo meramente deportivo, no tiene buenos números el conjunto del murciélago. Once victorias, siete empates y trece derrotas suman cuarenta puntos en treintaiuna jornadas, lo cual no hace falta decir que se trata de unos datos más bien mediocres, sobre todo si se quiere aspirar a cotas como la Champions, que lógicamente hace tiempo que quedó descartada. Ahora se sueña con la Europa League, pero se tendría que dar una increíble carambola para que fuera así.
Y no tiene pinta, por otra parte, de que las cosas le vayan a ir muy bien a los chés en esta recta final de Liga. Después de la paliza que recibieron los de Pizzi en casa del Basilea, un contundente 3-0 que además se une a la inesperada derrota en casa contra el Getafe por 1-3 del pasado domingo, las sensaciones son más bien malas y la falta de objetivos puede pesar a los chés, que tendrán que echar todo la próxima semana para intentar remontar.
Buenos jugadores, malos resultados

Curiosamente, sí cuentan los valencianos con buenos jugadores entre sus filas, pero parecen no sacar el rendimiento adecuado.
Con 44 goles a favor y 45 en contra, llama la atención ver que son un visitante más bien flojo en la Liga, con apenas tres victorias, cuatro empates y ocho derrotas a la hora de coger el autobús lejos de Mestalla.
Vargas, Jonas, Piatti, Parejo, Javi Fuego… Los chés sin duda tienen artillería en la zona de ataque, por no hablar de la defensa donde destacan nombres como Mathieu, Ricardo Costa, Barragán o el recién fichado Senderos, después de que Rami diera la espantada hace ya unos meses para marcharse al Milan.
Si bien es cierto que el pichichi del equipo es Jonas con ocho dianas, lo cierto es que el Valencia tiene bien repartidos sus tantos y por tanto se puede decir que no tiene un delantero referencia como podría ser el caso de Javi Guerra con el Valladolid. Alcácer es el segundo competidor con seis goles, pero a partir de ahí Piatti, Ricardo Costa y Vargas comparten el tercer cajón del podio con tres cada uno. En todo caso, no conviene que se confíe el Real Valladolid, porque aunque se trate de un Valencia venido a menos, no deja de ser un equipo que en las últimas fechas nunca se le ha dado bien.
Curiosidad del rival de esta jornada: No muchos saben el porqué del murciélago en el escudo del Valencia. Dicho animal procede del escudo de la ciudad y de ciertas leyendas sin confirmar, muchas relacionadas con el asedio de Jaume I a Valencia en el siglo XIII.
