LaLiga ha remitido en su escrito de denuncia semanal al Comité de Competición y a la Comisión Antiviolencia hasta diez cánticos registrados en el derbi entre Burgos y Real Valladolid que pueden ser constitutivos de “comportamientos prohibidos, y por tanto, sancionables” con base en el Código de Disciplina Deportiva de la RFEF y en la Legislación contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte proferidos por parte de las dos aficiones, que afearon con ellos el derbi castellano, además de informar de la expulsión, durante el transcurso de la jornada, de tres asistentes al encuentro.
El director de partido de LaLiga recopiló estos hechos, que comienzan con el pitido inicial por parte del Fondo Sur, donde se encuentra al grada de animación del Burgos CF, y donde se gritó “durante aproximadamente diez segundos” un “Puta Pucela”. Fue la primera de las seis menciones recogidas en el informe, que continúa con referencias en los minutos 24, 66, 75 y con el tiempo complementario, así como con el juego finalizado. Entre las lindezas, insultos proferidos hacia Guilherme Fernandes, portero del Real Valladolid, quien al final del partido fue objeto de más insultos en redes sociales por, presuntamente, responderles tras el silbatazo final con besos.
Esta podría ser la circunstancia que derivó en que recibiera reproches por parte de varios futbolistas del Burgos, que no afearon, a cambio, gritos como el “pucelanos, hijos de puta” escuchado poco antes o que, como recoge el informe de LaLiga, “un aficionado local lanzase al terreno de juego una botella, sin llegar a impactar con ningún protagonista”. Este aficionado, precisa más tarde el informe, fue expulsado de El Plantío. Concretamente, se habla de dos, que fueron acompañados fuera por la Policía Nacional, y quienes muy posiblemente acabarán siendo sancionados.
LA FAMILIA AL COMPLETO pic.twitter.com/PDffiCXBzq
— Real Valladolid C.F. (@realvalladolid) October 12, 2025
LaLiga señala también a hinchas del Pucela
Igualmente, el director de partido de LaLiga identificó cuatro cánticos proferidos por aficionados del Pucela; dos de ellos antes del partido -“puta Burgos” y “asesinos”- y dos más con el encuentro en curso, en los minutos 26 y 68 -“hijos de puta, Burgos no” y “puta Burgos”. Precisa el escrito que el grupo de hinchas entonó esos gritos “de forma coral y coordinada durante, aproximadamente, diez segundos” cada insulto. Todo ello hizo que el club local mostrase a través del videomarcador “una creatividad relacionada con la campaña LALIGA VS ODIO” de la patronal, que acompañó a otras acciones preventivas.
Como quiera que se trataba de un derbi de alto riesgo, el Burgos reforzó las medidas de seguridad privada en los accesos al estadio -unas que motivaron el enfado de la afición blanquivioleta, toda vez que no permitían acceder con según qué recursos de animación-, tanto de la afición como de los autobuses de los dos equipos. A pesar de estas y de los intentos por que reinase la cordialidad, hubo también un expulsado entre la afición visitante, después de que arrancase un asiento de la zona “en la que se encontraba ubicado el grueso de seguidores del Real Valladolid”.
