Pese al gol en propia puerta de Rukavina ante el Levante, el Valladolid ha marcado más goles en los últimos minutos de partido de los que ha recibido y ha ganado más puntos de los perdidos.

Hay una expresión en el fútbol que dice que las victorias que más se disfrutan son aquellas que se ganan por una gran diferencia de goles o, por el contrario, las más sufridas. Pero claro, no siempre se gana y a veces el mundo de la pelota puede llegar a ser muy cruel.
Exactamente como le sucedió el sábado pasado al Real Valladolid. Perder con gol en propia puerta en el último minuto, tras comenzar ganando y después de haber realizado un buen partido es algo doloroso cuanto menos.
Eso sí, los chicos de Miroslav Djukic tampoco se pueden quejar en cuanto a goles postreros y los consecuentes puntos ganados o perdidos.
No es que el Pucela tenga el mejor balance del mundo en este aspecto, pero lo cierto es que con veintidós jornadas disputadas ha conseguido marcar hasta en cinco ocasiones a partir del minuto 80, que han supuesto cinco puntos de los veintiocho que acumula.
A saber, los aficionados blanquivioletas celebraron goles a falta de pocos minutos para que el árbitro decretara el final ante el Espanyol (Óscar en el 81 para el 1-1 en Zorrilla), Osasuna (Ebert en el 83 para el 0-1 en Pamplona), Barcelona (Guerra en el 89 para el 1-2 en Zorrilla) y Mallorca (Óscar y Ebert en el 87 y 90, respectivamente, en Zorrilla). Cinco dianas que supusieron dos victorias y un empate. Total, cinco puntos. Un bagaje más que aceptable.
En el otro extremo, el Valladolid dejó escapar cuatro puntos después de encajar el mismo número de tantos a falta de diez minutos. Los verdugos para los vallisoletanos fueron Betis (Rubén Castro en el 89 para el 0-1 en Zorrilla), Málaga (Joaquín en el 87 para el 2-1 en La Rosaleda), Barcelona (Tello en el 91 para el 1-3 en Zorrilla) y el ya consabido ante el Levante (Rukavina en propia en el 90 para el 2-1 en el Ciutat de Valencia).
Queda claro que la balanza está bastante igualada para el conjunto blanquivioleta en cuanto a la crueldad que a veces puede ser el fútbol. Es más, los de Djukic han logrado un punto más desde que el cronómetro del trencilla marcase el minuto 80.
Segundas partes sí fueron buenas
Aunque se pueda considerar bastante menos representativo, el Valladolid sí sale perdiendo por el momento en cuanto a goles recibidos al final de la primera parte. Siete veces tuvieron que recoger el balón del fondo de la red entre Jaime y Dani Hernández –la última también ante el Levante, obra de Barkero-, por las cinco que lo hicieron los porteros rivales entre el minuto 35 y el descanso.
Zaragoza (Óscar en el 44 para el 0-1 en La Romareda), Levante (Víctor Pérez de penalti en el 38 para el 1-0 en Zorrilla), Rayo Vallecano (Rukavina en el 37 para el 4-1 en Zorrilla), Real Sociedad (Ebert en el 43 para el 1-1 en Zorrilla) y Getafe (Óscar en el 44 para el 0-1 en el Coliseum Alfonso Pérez) fueron las víctimas de los llamados goles psicológicos del Real Valladolid.
Por contra, Atlético (Falcao de penalti en el Calderón para el 2-0 en el Calderón), Málaga (Isco en el 36 para el 1-1 en La Rosaleda), Real Sociedad (Griezmann en el 36 para el 0-1 en Zorrilla), Madrid (Ozil en el 44 para el 2-2 en Zorrilla), Barcelona (Xavi en el 43 para el 0-1 en Zorrilla), Mallorca (Víctor Casadesús en el 37 para el 1-1 en Zorrilla) y el Levante (Barkero en el 44 para el 1-1 en el Ciutat de Valencia) castigaron al Pucela antes del descanso.
Sería complicado encontrar algún seguidor blanquivioleta que no piense que el fútbol fue injusto cuando Rukavina introdujo el balón en la portería de Dani Hernández, pero viendo los números queda claro que lo que el fútbol te da, también te lo quita y que el karma es, al menos por ahora, justo con el equipo de Miroslav Djukic.
