Becerra, Moyano, Balbi, Míchel y Álex López, a pesar de que no jugó ante el CD Mirandés, son quienes más minutos acumulan y la columna vertebral del Real Valladolid

Foto: Real Valladolid
Incluso el más escéptico de los entrenadores, que cambia sin cesar sus planteamientos, desconfiando del esquema de juego jornada tras jornada, tiembla si alguno de sus ‘intocables’ se caen de la convocatoria. Pese a que actualmente son muchos los partidarios del sistema de rotaciones, las estadísticas reflejan que algunos jugadores se resisten más a ser sustituidos, bien sea por sus innegables cualidades futbolísticas o porque, a ojos de su técnico, su presencia en el terreno de juego aporta un plus de confianza y estabilidad a todos los que les rodean.
Por eso, en la mayoría de plantillas existen algunos futbolistas considerados clave y que mantienen férrea la estructura del equipo. Son el pegamento que une todas las piezas y engranajes. La argamasa que evita un conjunto se debilite y asienta los cimientos de un fútbol fiable. En definitiva, la columna vertebral dentro del conjunto.
En el Real Valladolid también hay un quinteto que ha probado más bien poco el tacto del banquillo. Las modificaciones y los cambios en la pizarra han afectado siempre a su compañero vecino, por lo que a poco más de un partido de que se produzca el parón de navidades no hay duda de que estos cinco se han ganado la categoría de insustituibles.
Ellos son Becerra, Moyano, Balbi, Míchel y Alex López, y constituyen el esqueleto blanquivioleta encargado de dar solidez y orden al equipo. Un rápido repaso a la presente temporada muestra el porqué de su condición. Los datos hablan por sí solos y la mayoría de equipos de la Segunda División conocen lo importante que es tener una base bien consolidada, un juego sin fisuras y un sistema de ayudas eficiente. Además, en un año en el que se pugna por el ascenso encajar poco puede ser vital.
De esta manera, el primero de los inamovibles no podría ser otro que el guardián del arco, Isaac Becerra, que mantiene al equipo como el segundo menos goleado de la categoría de plata. El cancerbero no conoce el significado de la palabra suplente. A su espalda acumula 1.620 minutos, pues no hay partido liguero en el que no haya estado presente y, pese a que en la primera parte de la temporada algún error le puso en el punto de mira, sus actuaciones han sido más que notables y camina con paso firme hacia el Trofeo Zamora.
El otro que ha hecho pleno de minutos es el lateral derecho, Javier Moyano. El jienense se ha hecho dueño y señor de la banda ofreciendo verticalidad y sudando la gota gorda para secar a muchos de sus rivales que trataban de internarse por su lado. Suya fue la asistencia a José Arnáiz en el último choque frente al Mirandés, que permitió que Real Valladolid se adelantara en el marcador y abriese la lata en la goleada.
Su compañero en defensa, Balbi, también es uno de los fijos de Herrera. Su única ausencia fue en el primer partido del año, cuando tuvo que cumplir sanción, retrasando su debut hasta la siguiente jornada. Desde entonces ha sido convocado en diecisiete ocasiones y las diecisiete las ha jugado como titular. Los dos se han convertido en los máximos asistentes del equipo, por lo parece se siguen ganando su continuidad sobre el césped.
Por otro lado, y aunque a veces saliendo desde la bancada, Míchel Herrero es el siguiente nombre de esta selecta lista, tras haber participado en todos los encuentros gracias a una progresión espectacular. Lo que al principio eran inseguridades, el centrocampista las ha convertido en grandes intervenciones. Seguro y correcto al realizar la presión, los defensas rivales han de ser cautos al intentar sacar la pelota jugada, pues un mal pase se convierte en un auténtico ‘caramelo’ para este futbolista que va en camino de convertirse en uno de los grandes nombres de este Pucela.

El último que compone esta columna vertebral es Álex López, tercer jugador que más minutos acumula y uno de los más aclamados por la afición. Su llegada este verano desató la alegría de la grada, aunque aún se espera que muestre su mejor versión. Aunque el míster no escatima al darle minutos para que pruebe su valía, en el último partido y como suceso excepcional hasta la fecha, Herrera decidió no alinearle.
Con esto, queda clara la estrategia de los blanquivioletas para tratar de culminar el ascenso. El cuadro vallisoletano ha optado por garantizar la seguridad atrás y disponer de un buen mediocentro que pueda controlar el balón, a la vez que incomodar a los rivales. Tanto Becerra, como Moyano, Balbi, Míchel y Alex López han recibido buenas dosis de confianza desde la zona técnica, más la confianza también implica una gran responsabilidad que a veces pesa demasiado.
Por el momento, dicha carga parece ligera para estos cinco jugadores. Probablemente desde el Real Valladolid esté aplicando aquel viejo consejo de que si algo funciona es mejor no tocarlo. Hasta entonces no ha ido mal. Y aunque en ocasiones se siga demandando más garra y músculo para alcanzar la excelencia, parece que el Pucela ya tiene columna vertebral.
