El entrenador del Real Valladolid subrayó la trascendencia del último tramo de competición por ser la fase que determinará los equipos que jueguen la promoción de ascenso
“Llegar a Semana Santa y estar ascendidos es imposible. Todos los que estamos arriba vamos a tener partidos dramáticos. Cada partido que venga va a ser más importante que la anterior. Ya no hay margen de equivocación ni de error. Después de la Semana Santa es cuando se juegan los ascensos”. Con estas palabras destacó el entrenador del Real Valladolid, Luis Cesar, la relevancia de las últimas diez jornadas de competición. El técnico subraya la relevancia del próximo partido ante el Nàstic por ser una oportunidad de oro para “meter la cabeza en los play-off”. Asimismo, asegura que el equipo viaja a Tarragona para llevarse los tres puntos, aunque, precisa, “los empates tienen valor en esta recta final”.
La rueda de prensa de Sampedro, celebrada después de un entrenamiento matutino protagonizado por el trabajo de estrategia, estuvo marcada por las continuas referencias a la parte final de campaña. El míster, que asegura que el equipo está “en línea ascendente” afronta los últimos duelos como auténticas finales, reitera la tremenda competencia en los puestos de arriba: “A estas altura de la competición todo es complicadísimo y todos nos jugamos algo”.
“Los jugadores están implicados y comprometidos. Nadie nos va a ganar nada. Del cielo solo cae la lluvia y solo sirve para mojarte”, afirmaba el gallego, que prevé un choque complicado en tierras catalanas ante un equipo “aguerrido y con jugadores de mucho nombre”. Pese a que el Real Valladolid, dice, peleará por hacerse con la victoria, no ve con malos ojos un reparto de puntos. No obstante, su única preocupación, matiza, es “hacer un buen partido, conceder poco y generar mucho”. Antes de esto, el jefe del vestuario blanquivoleta dedicó unas bonitas palabras a su exequipo, conjunto al que ascendió en el año 2006. Recuerda aquel momento como “algo bonito” que confía en poder repetir al terminar este año.
Del rival, apunta, es una plantilla que viene “con la moral alta” después de meter tres goles al Lugo, cosa que “no había hecho nadie” en la presente campaña. Pese a la dificultad, Luis César espera cuajar un buen encuentro, pues es consciente de que para ascender hay que ganar fuera de casa, como él mismo reconoció en su comparecencia. Con una nueva explicación basada en su tan utilizado símil maratoniano, el de Villagarcía de Arosa asevera: “Estamos en el kilómetro treinta y tres de una maratón. En los nueve que faltan puede pasar de todo. Comenzamos la esperada recta final. Sabía que iban a llegar estos momentos y lo que toca ahora es hacer buenos partidos”.
Para finalizar, preguntado por las polémicas declaraciones del presidente de la Liga de Fútbol Profesional, Javier Tebas, que reconoció su deseo por que ascendiesen Zaragoza y Huesca, Luis César manifestó: “Me parecen declaraciones sinceras”. Acto seguido añadió: “Entre la sinceridad y la imprudencia hay un paso. Va a subir el que más puntos tenga”.
Preocupación por la defensa y por la acumulación de tarjetas
Luis César Sampedro dedicó unos minutos en su rueda de prensa para especular sobre su posible once del partido ante el Nástic. Tras conocerse la negativa del Comité de Competición a retirar la tarjeta roja a Kiko Olivas, el cuadro castellanoleonés viaja a Cataluña con un importante contratiempo en la línea defensiva. Con Deivid aún lesionado, el gallego todavía tiene la duda de quién ocupará el puesto de central: “Hay varias posibilidades. Tengo cosas en mente y tengo que decidirme que voy a hacer con esa posición”, espetó.
Preguntado por la posible convocatoria de Rotpuller, el míster fue tajante y respondió con un rotundo “sí”, que confirma su entrada en la lista. No obstante, su presencia en la alineación todavía es un interrogante, por ser un jugador en periodo de adaptación: “Es una posición delicada, mucha más que cualquier otra. Los defensas tienen que jugar noventa minutos. A un defensa hay que meterlo de inicio”, explicó el técnico.
Al nombre del austriaco se suman otros como el de Moyano o Luismi, cuya presencia determinará el resto de posiciones del esquema táctico. En este rompecabezas entran otras piezas como Nacho, que regresó al césped la pasada jornada, o Borja Herrera, su principal competidor en carril derecho.
Además, Luis César cuenta con el problema de la acumulación de tarjetas. Jugadores como Calero, Toni Martínez, Borja Fernández o Mata acumulan cuatro cartulinas amarillas y están a una amonestación más de perderse el siguiente partido. Sampedro reconoce estar preocupado por esta situación, especialmente con la de Mata: “Me preocupan los jugadores con cuatro tarjetas. Mata, inevitablemente, va a ver la quinta amarilla, pero intentaremos que sea lo más tarde posible”.
Cuentas aparte, el director de la orquesta pucelana lamentó la reciente lesión de Antonio Cotán por ser un jugador que “lleva todo el año entrenado por un campeón”, por lo que su deseo, dice, es que se recupere lo antes posible y salga de una circunstancia que le “hará crecer como profesional”.