El Málaga CF vuelve al José Zorrilla cuatro años después, pues desde octubre de 2021 que el equipo malagueño no pisa tierras castellanas para enfrentarse al conjunto blanquivioleta. Lo hacen, además, con la intención de revertir una dinámica compleja, que les ha llevado a sufrir de más en una temporada en la que no ganan fuera de cada desde el pasado 31 de agosto. Una mala racha como visitante que los sitúa a dos puntos del descenso y que les hizo tomar una decisión drástica en el banquillo la pasada semana.
Ahora, tras el cese de Pellicer y la llegada de Juan Funes al cargo de entrenador, el Málaga busca encontrarse a sí mismo con un nuevo técnico que deberá mostrar qué cambios necesita el Málaga para potenciar sus puntos fuertes y no olvidar lo mucho bueno que venía mostrando en lo que llevamos de temporada, siendo uno de los equipos más fiables en La Rosaleda.
Con un plan más enfocado a lo ofensivo y un aparente cambio de sistema en ciernes, la incógnita sobre qué Málaga se verá en Valladolid es lógica por ese cambio de piezas que garantiza cambios, pero pocos argumentos o experiencia que nos puedan decir cómo será el nuevo Málaga de Funes. De momento, vías parecidas hacia el gol, con extremos potenciando la llegada profunda, un conato de mediapunta más marcado y, sobre todo, ese perfil de atacantes mixtos que faciliten no perder la tendencia goleadora de varios de sus hombres fuertes, como Adrián Niño, Rafa Rodríguez o Chupe. Todos muy jóvenes y con grandes virtudes.
El Málaga, línea por línea
En la portería, el encargado de proteger la meta del Málaga es Alfonso Herrero, un experimentado guardameta que tiene como principal función ser uno de los jugadores con más mando y liderazgo de un equipo plagado de jóvenes. Es un referente clave dentro de un equipo salido de la cantera y que a sus 31 años puede ser una figura de autoridad entre la mayoría de sus compañeros. Rápido, ágil, de reflejos gatunos, un portero fiable que este año ha recibido más goles de los deseados (en total, veinte), tras haber sido, en años anteriores, uno de los más destacados, a nivel de paradas, incluso en Europa.
En la defensa, Funes podrá contar con la línea habitual, con Javi Montero y Carlos Puga en las bandas, derecha e izquierda respectivamente, y una columna de centrales con Diego Murillo, Víctor García o Einar Galilea, los tres centrales más usados del equipo. Una línea defensiva que no está sirviendo este año para ser una de las claves del un equipo que ha conseguido golear por encima de lo esperado, pero que ve cómo es difícil guardar la portería a cero. En lo que va de temporada 25/26, son veinte goles en contra que no han podido frenar y que, de momento, lastran los resultados defensivos de un equipo que buscará ser más colectivo también en defensa.
En el centro del campo, una de las notas de color que ha querido poner Funes en el equipo ya se ha notado con pocos días como entrenador. No es otra que el valor dado a Izan Merino, jugador que parece que puede llegar a tener un rol clave para la salida de balón, siendo uno de los elegidos para servir de enlace entre zaga y sala de máquinas para tejer esa primera gestión del esférico.
A su lado, el exmadridista Dotor, un perfil interesante para enlazar bien contención y organización y poder proyectar un nivel de asociación limitado hacia las bandas o hacia otro de los inventos de Funes, darle cierto peso protagonista a Dani Lorenzo como pieza de enganche entre centro del campo y delantera. En bandas, Joaquín Muñoz (o Lobete) y David Larrubia, este último una de las claves del juego ofensivo del equipo malagueño y uno de los ídolos productivos.
En la delantera, si sigue el patrón de juego esperado en 1-4-4-2, perfil mixto, con Dani Lorenzo como enganche o figura móvil, con Rafa Rodríguez como posible pieza clave en ese rol también, con un jugador más fiable como referencia acompañando. En su primer partido, fue Adrián Niño el elegido, que por cierto salió airoso del papel de delantero centro titular con dos goles clave ante el Mirandés. Como otras opciones, Chupe o Eneko Jauregi.
¿Cómo le puede hacer daño este Málaga al Real Valladolid?
Siendo este el perfil de un equipo aún por construir bajo el mando de un nuevo técnico, es difícil precisar qué plan tiene por delante Funes para poder hacerle daño a un Pucela que, ya sabemos, tiene mucho que pulir para poder cerrar los partidos, específicamente en el apartado goleador. Si el Málaga logra cerrar bien sus bandas, con ayudas constantes y presión en campo contrario (otra de las futuras claves esperadas de Funes), al Valladolid le puede llegar a costar mucho avanzar con cierta comodidad.