El Real Valladolid Promesas cayó en casa contra el colista de Segunda RFEF, el Laredo. Tras el encuentro, Manu Olivas reconoce que su equipo no salió bien al partido, pero valora la capacidad de reacción que tuvo en el tramo final. “En la primera parte no hemos sido nosotros, nos hemos precipitado mucho. Solo encontrábamos soluciones por fuera, pero no estábamos precisos en el aspecto técnico y quizás cuando más calma teníamos ha llegado el gol de ellos. Buscábamos más calma, más pie, el equipo ha hecho después todo lo posible por igualarlo y hemos estado cerca”, analiza.
No se puede decir que no avisó. A pesar de el Laredo era el último, Manu Olivas recuerda sus palabras en la previa “iba en ultima posición pero compitiendo contra todos, es un rival y una categoría que te exige en todos los partidos”, expone. El conjunto cántabro mostró mucha efectividad de cara a puerta, contó con apenas dos ocasiones y ambas acabaron en gol, precedidas por errores del Promesas. “Lo hablaba justo con Verde que me pedía disculpas, pero no me las tiene que pedir, esto es un aprendizaje que nos hace crecer. Nos preocuparía mucho más no tener esa personalidad de seguir adelante a intentarlo y a seguir trabajando”, dice el entrenador.
El técnico asume que la mala puesta en escena se debe al planteamiento y al dibujo, el cual cambió al descanso. “Veníamos trabajando la semana ese 4-4-2, pero no hemos conseguido conectar, el error ha sido mío, no he querido que los chavales se sientan señalados porque esto igual que es aprendizaje para ellos es aprendizaje para mí”, afirma.
Asimismo, comenta un incidente sucedido a lo largo de la segunda mitad con el juez de línea. “Todos los entrenadores y jugadores tenemos un sentimiento profundo hacia la institución y también tenemos un respeto colectivo arbitral. El línea nos ha dicho que teníamos que “ser más maduros” y que “parece mentira” que seamos “un filial de Primera, bueno… de Segunda“. Me parecen unos comentarios desapropiados”, sentencia.
