El delantero angoleño alcanzó la centenaria cifra de partidos con la camiseta del Real Valladolid el pasado domingo ante el Valencia
El choque ante el Valencia no fue el mejor de Mateus Alberto Contreiras Gonçalves, más conocido como Manucho.
A pesar de encontrarse en el que puede ser su momento álgido de la temporada con cuatro titularidades en los últimos seis partidos, el angoleño no estuvo acertado de cara a portería, ni siquiera de cara a leer el juego del propio equipo y del contrario. Vamos, prácticamente todo lo contrario a lo que fue contra el Almería.
Pero Manucho tuvo un motivo para salir sonriente del campo este pasado domingo, y es que el delantero se convirtió en centenario con la camiseta del Real Valladolid. Cien partidos con la zamarra blanquivioleta divididos en cuatro temporadas y en los que Manucho, le pese a quien le pese, se ha convertido en todo un símbolo del Pucela.
Mucho ha llovido desde que aterrizara en Zorrilla –valga la expresión, ya que aunque el mote cayera en mayor o menor medida en el olvido, ‘el Avión’ siempre estará en la memoria colectiva- en verano de 2009 como estrella emergente del Manchester United. A sus 26 primaveras, en la plenitud de su carrera y con cinco años de contrato por delante, quién le iba a decir que el Valladolid terminaría siendo el club más longevo de su expediente.
Un número cien, que se dice pronto, y que se desgrana en 75 encuentros en Primera División entre este año (veintidós), el pasado (veinticinco), el de su fichaje en la 2009/2010 (veintiocho), otros 19 en Segunda con el ascenso de la 2011/2012 y seis de Copa que terminan de redondear la cifra. Centenario, no hace falta decirlo muy alto, plagado de polémicas, idas, venidas, alineaciones, risas, llantos… y goles.
Sí señor. Porque este hombre también hace dianas, que para eso se le paga, y bastante más de lo que al club le gustaría. Dieciocho dianas que ha celebrado el angoleño en estos cien partidos, lo que sale prácticamente a una media de un gol cada cinco veces que se ha enfundado la blanquivioleta.
Una estadística no especialmente alta, pero bien es cierto que en estos cuatro años algunos de estos tantos sí han dado puntos y alegrías como aquel de Riazor el año del ascenso, que ponía el 1-1 en el marcador en el añadido, los dos al Rayo Vallecano de la temporada pasada para ayudar al histórico 6-1, el 1-0 ante el Granada que dio la victoria o, sin ir más lejos, el de hace unos días contra el Almería.
‘Peleado’ de manera constante con la dirección deportiva y presidente para no irse de Valladolid, ahora se plantea la posibilidad de una posible renovación, siempre a la baja en cuanto a sueldo se refiere. Aunque esto no son más que habladurías por el momento. En estos instantes quedan seis partidos por delante para terminar su contrato de la manera más efectiva posible, y después ya será hora de mirar al futuro. Porque Manucho, genio y figura, no podría marcharse por la puerta de atrás después de cinco años y más de cien ocasiones con la blanquivioleta sobre sus anchos hombros.