El central catalán se entrena por primera vez con el grupo en una sesión en la que se estrenó también el nuevo fichaje del Promesas, Sekou

De nuevo sin Heinz y Rama, que ya han dejado de ser jugadores del Real Valladolid, y sin Bergdich, que tiene una oferta del Torino, el Real Valladolid se ejercitó esta mañana sobre el césped de Los Anexos con las novedades de Marc Valiente y Sekou Gassama, cuarto fichaje del Promesas 2014/15.
Después de la primera sesión de la semana, de dos horas de duración, en las que hubo tiempo para todo; para el trabajo meramente físico y para el eminentemente técnico-táctico, con balón, el central catalán pasó por zona mixta para analizar la situación del equipo en este arranque de pretemporada.
Después de pasar por quirófano para que le fuera retirada la placa que tenía en el pómulo, tras la fractura sufrida en 2013, Valiente reconoció que al principio de la sesión empezó “con un poco de miedo”, si bien dijo haberse encontrado “muy a gusto”. “Siempre que entrenaba o hacía un sobreesfuerzo, acababa con una sensación de molestia e hinchazón; lo mejor era quitarlo y ya no pensar en ello”, afirmó.
En estos entrenamientos iniciales, el primero para él, explicó que es el “momento para ir conociendo a los nuevos compañeros y al nuevo staff, las ideas con las que viene. Sabíamos ya las ideas futbolísticas que tenían, muy positivas; el presidente y Braulio habrán pensado que era bueno para nosotros”, dijo sobre el perfil de equipo que parece pretender un Rubi al que definió como “claro y directo” en el trato.
El objetivo, claro, debe ser ascender. “Y una vez se ha dicho se ha de trabajar para conseguirlo. Habrá momentos buenos y malos, la Segunda es muy complicada. Sabemos que es una competición larguísima, que si nos ponemos una fecha límite para ascender va a ser eprjudicial. Debemos hacerlo bien desde los entrenamientos, saber a qué jugamos y que las individualidades no ganan partidos. Si estamos todos juntos, el objetivo estará más cerca de cumplirse”, manifestó.
Marc Valiente es, precisamente, uno de los jugadores a los que, sin citar, hizo referencia Rubi en su presentación, como hombres que habían ascendido por última vez y han formado parte del equipo que descendió el pasado curso. El catalán explicó que el descenso fue “un palo”, pero que ya solo piensa “en trabajar para poder olvidarlo”. Además, destacó la experiencia que tiene el vestuario en la categoría y que espera que permita que la aclimatación cueste menos que a otros equipos que bajan.
A pesar de los rumores que hubo al comenzar el verano con respecto a una posible salida, el zaguero reconoció que el descenso no le ha hecho cambiar de opinión, que tiene un contrato que respetar y está contento en Valladolid, “una ciudad y un club” que le encantan. En la entidad, de “renombre”, como otras con las que competirá, se encontrará con la competencia de Samuel, uno de los recién llegados, además de Rueda, competencia que señaló como positiva.
“La idea es ir a día. Sabemos que el último ascenso fue muy sufrido, que tuvimos que trabajarlo hasta el final. La Segunda es una competición muy difícil; la más larga. Tenemos que trabajar y ganarnos un sitio. Y que haya alguien que te apriete por detrás será bueno para el equipo”, aseveró.
