El central compareció ante los medios de comunicación una vez finalizada la sesión de entrenamiento, en la que la única ausencia fue la de Alfaro

Foto: Sergio Sanz
El Real Valladolid continúa preparando la visita del Nàstic de Tarragona del próximo domingo. El equipo trabajó sobre el césped de Los Anexos en una sesión sin contratiempos y con la única ausencia de Alejandro Alfaro. El onubense continúa recuperándose de la lesión que le aqueja y le tendrá alejado de los terrenos de juego durante quince días más.
Tras el entrenamiento, el central Marcelo Silva habló ante los medios de comunicación en la sala de prensa del José Zorrilla. Como era de esperar, se le preguntó al uruguayo sobre las polémicas arbitrales que, por desgracia, llevan siendo protagonistas varios días. “Personalmente, no me gusta hablar de los árbitros y prefiero mantenerme al margen; es verdad que ellos pueden tener algún error y nosotros también los cometemos”, argumentó.
Silva propuso también alguna solución para evitar que sucedan estas cosas: “Trataremos de mejorar para no dar chance a equivocaciones, tanto del árbitro como nuestras, así que nosotros tenemos que preocuparnos en las cosas que hacemos bien y las que hacemos mal para dejar al margen su trabajo”. Y continuó exponiendo su argumento: “Trataremos de mejorar nosotros para terminar los partidos con once jugadores. Puede que alguna tarjeta haya sido un poco desmedida, pero nosotros también hacemos cosas para que nos amonesten”.
Entre esas cosas que hacen que los blanquivioletas vean cartulina amarilla están las protestas aireadas ante los colegiados. “Protestamos jugadas y el míster se enfada con nosotros por eso. Tenemos que colaborar para que esas cosas no sucedan”, explicó.
Las amonestaciones han castigado de forma clara a la defensa blanquivioleta. Tanto que, para el domingo, Garitano no podrá contar con Samuel y tendrá que volver –en principio– a la pareja Juanpe-Marcelo. Sobre la calidad y competencia en este puesto habló el uruguayo. “Todos los centrales están a buen nivel, cualquiera puede jugar. Yo me siento cómodo con los dos [en referencia a Juanpe o Samuel Llorca]. Esperemos que ahora que Juanpe vuelve a la titularidad lo pueda hacer bien”, comentó en referencia a su presumible compañero de zaga.
Condicionados
Es evidente que una tarjeta amarilla, y más en un central, condiciona la forma de jugar del propio futbolista y la del equipo. “Como central, prefiero que la amarilla venga después; al no tenerla te da un poco de margen para poder entrar en alguna jugada un poco más fuerte. Esta vez tuve la tarjeta casi al comienzo del partido y me condicionó por la manera que tengo de jugar. Todo se basa en tomar precauciones”, remarcó.
Con todo esto quiso dejar claro que por supuesto y pese a lo que puedan decir las estadísticas, el Real Valladolid no es un equipo violento. “Esta es una categoría muy dura y muy fuerte. Todo el mundo mete el pie, pero no creo que el Real Valladolid sea un equipo de pegar muchas patadas. Sí somos de entrar fuerte, pero eso es algo normal”, subrayó.
Por último, reconoció la importancia de entrar al cien por cien a cada parte del encuentro y que el equipo debe mejorar en ese aspecto. “Los primeros minutos, generalmente de la segunda parte, entramos un poco dormidos, pero estamos haciendo especial hincapié en ese tipo de cosas porque son cosas que nos pueden dar mucho al equipo. Tratamos de que las cosas se hagan mejor y que los segundos tiempos sean mejores”, finalizó.
