Por primera vez, el sargento Guillermo Almada tuvo este lunes a sus órdenes en el reinicio de las operaciones, enfocadas en el próximo objetivo, el Albacete Balompié, a una de las joyas que en Los Anexos se cuidan con esmero: el delantero Mario Domínguez. El ariete del Juvenil División de Honor aprovechó que tanto Marcos André como Jorge Delgado atraviesan problemas físicos, así como el descanso programado de buena parte del Real Valladolid Promesas, para asomar por primera vez con el primer equipo, con el que, por si fuera poco, tuvo minutos y marcó gol en el partido de entrenamiento con el Salamanca.
Tarde o temprano tenía que pasar, que Domínguez apareciera en el vestuario de un equipo que está llamado a alcanzar si mantiene la progresión que ha mostrado en las dos temporadas que lleva en el club. Llegado de la SD Ponferradina el verano de 2023, el delantero destacó en infantiles como blanquiazul antes de recalar en Los Anexos. Ya en el Real Valladolid, alternó los dos equipos cadetes en la temporada 2023/24, en la que marcó más de treinta goles, contando también los que hizo con la selección de Castilla y León, en la que era titular.
El delantero cadete Mario Domínguez, nacido en 2009, se estrenó con el #RVJuvenilA este fin de semana
¡A seguir creciendo, Mario! #pucela #RVcantera pic.twitter.com/qQwVjTdqVk
— Cantera Real Valladolid (@RVcantera) February 3, 2025
Referencia ofensiva de la generación de 2009
Mario Domínguez es la referencia ofensiva de la prolífera generación de 2009, una de las mejores añadas de Los Anexos de las últimas campañas, de la que forman parte también Álvaro Cantera, Álvaro Gómez o Mateo Garrido; tristemente, emigrados los tres (a Valencia, Barcelona y Real Madrid). Él también ha podido irse, puesto que estos últimos años ha recibido cantos de sirena de varios clubes con mayor potencial económico que el Valladolid. Sin embargo, el club consiguió que firmase su primer contrato profesional al cumplir los 16 años y garantizarse su futuro más inmediato.
Lo hizo mientras entraba en alguna prelista de la selección española, cuyos técnicos llevan observándole desde hace más de un año, y a pesar de que la temporada pasada bajó ligeramente sus cifras goleadoras, hasta llegar a la quincena ‘solo’, cosa normal, en parte, teniendo en cuenta que competía con defensas de tres y cuatro años más, ya que lo hizo con frecuencia en el Juvenil B de Liga Nacional, el que debería ser su lugar este curso. Pese a que ese debería ser su proceso natural, fue titular y marcó contra Las Rozas en la primera jornada de División de Honor.

‘El jabalí del Bierzo’
La competencia para poder entrar en la selección es ardua, a tenor de la presencia de arietes como Enzo Alves, hijo del mítico Marcelo Vieira, quien fuera lateral del Real Madrid, o Roberto Tomás, barcelonista y considerado uno de los ‘nueves’ más prometedores de La Masia. Pero si quema etapas como parece, y consigue destacar de la manera que lo ha hecho hasta ahora… Para ello, deberá seguir marcando goles en ese 1-4-4-2 instaurado por Manu Olivas, en el que ‘El jabalí del Bierzo’ comparte vanguardia habitualmente con Aitor Durán.
El apodo tiene que ver con sus características y con el fútbol que expone, fuerte, potente, como el del animal en el campo -dicho en el mejor de los sentidos-. No en vano, Domínguez es un ‘nueve’ muy físico y ganador de duelos, con facilidad para el golpeo con diferentes superficies -sobre todo- de su zurda, uno que ha mejorado desde su llegada a Valladolid, adonde llegó con uno de empeine muy marcado. Se trata, de esta manera, de un delantero referencial, pero sobre quien se vienen trabajando determinados aspectos de mejora.

De Domínguez a Domínguez
Y es que Mario Domínguez corría el riesgo (dicho mejor en pasado que en futuro) de convertirse en un ‘nueve’ demasiado específico y sin excesiva incidencia fuera del área, si bien el año pasado, además de la diferencia de edad, pudo notar el peaje de la intención de que se convierta en un delantero ‘360’, que puede aprovecharse de su físico fuera del área y hacerse fuerte en el juego de espaldas, pero también intervenir más con el cuero en fase de creación. Esta mejor -y mayor- conexión con el juego es quizás donde más debe mejorar un futbolista que, no obstante, tiene una arrancada poderosa y dificilísima de parar cuando rompe al espacio.
Aunque suene a tópico, Mario lleva el fútbol en la sangre, puesto que es hijo de Fran Domínguez, exjugador de Real Sporting de Gijón -de donde es la madre de Mario y donde nació él-, de la Cultural Leonesa o de la SD Ponferradina, donde disputó cerca de 200 partidos como profesional y titular habitual en el primer conjunto del Bierzo que ascendió a la hoy conocida como LaLiga Hypermotion, una que el ariete ya conoce, por lo menos de refilón, después de hacer sus primeras apariciones con el primer equipo del Real Valladolid.
